9 remedios caseros para producir más leche materna

¿Sientes que tus pechos no producen suficiente leche materna? No te desanimes. Con algunas prácticas simples y remedios naturales podrás incrementar la cantidad y continuar con la lactancia.

remedios caseros para producir más leche materna

Aunque la lactancia materna es un proceso natural, no siempre es fácil. Algunas mamás necesitan recurrir a algunos trucos y remedios caseros para producir más leche materna y así poder almacenarla y asegurarse de que su bebé obtiene todos los nutrientes que necesita.

Seguir de cerca la producción de leche y la alimentación del bebé puede generar incertidumbre y ansiedad. En general, cuando el pequeño crece, duerme, come y sigue un horario regular, es probable que la cantidad de alimento sea adecuada.

Sin embargo, hay momentos en los que el suministro de leche puede necesitar un impulso adicional. Para esas situaciones, existen estrategias naturales y caseras que ayudan a aumentar la producción de leche materna en la comodidad del hogar. ¡Apunta!

1. Amamanta con más frecuencia

Entre los remedios caseros para producir más leche materna, el más simple y efectivo es aumentar la frecuencia de las tomas y permitir que tu bebé las dirija. La lactancia materna opera de forma parecida al sistema de oferta y demanda. Es decir, cuanto más a menudo y por más tiempo tu hijo se alimente, más leche producirán tus senos.

Cuando tu pequeño se aferra al pecho y comienza a succionar, se liberan hormonas que estimulan tus senos a producir leche. Poco después, sucede el reflejo de bajada: los músculos de tus pechos se contraen y mueven la leche a través de los conductos hacia tu bebé.

Cuanto más a menudo amamantes, más frecuentes serán estos estímulos fisiológicos y el resultado será una mayor producción.

Cuanto más amamantas, más leche producen tus senos.

Aspectos a tener en cuenta

Amamantar a demanda es fundamental para asegurarte de que tu bebé reciba suficiente alimento y para estimular la producción de leche de manera adecuada. Sin embargo, cada bebé es único y no todas las tomas seguirán un horario estricto.

En general, es recomendable amamantar a tu bebé recién nacido entre 8 y 12 veces al día para establecer y mantener una buena producción de leche. Al principio, intenta dar el pecho cada 2 a 4 horas durante el día y despierta a tu pequeño si es necesario para las tomas nocturnas.

Asegúrate de amamantar por ambos senos en cada toma. Deja que tu bebé se alimente del primer pecho hasta que disminuya la velocidad o deje de alimentarse antes de ofrecerle el segundo. Esto también ayudará a aumentar la producción de leche.

2. Bombea entre tomas

Aunque pueda parecer contradictorio, sacarte leche entre las tomas puede ser una herramienta útil para aumentar su cantidad. Con este método, lejos de agotar el alimento para tu bebé, estimulas a tu cuerpo a producir más leche en respuesta a la demanda.

La extracción de leche entre tomas puede ser beneficiosa en varias situaciones:

  • Si tu bebé se saltea una toma.
  • Si te queda leche después de una toma.
  • Si tu bebé recibe un biberón de leche materna o fórmula en lugar de una toma directa del pecho.

¿Cómo hacerlo?

Para implementar esta técnica, calienta tus senos antes de extraer la leche para sentirte más cómoda y facilitar el proceso de bombeo. Deberás utilizar un extractor de leche manual o eléctrico para vaciar tus senos.

Consulta con tu médico o con un asesor en lactancia para determinar cuándo es el momento adecuado para hacer el bombeo y para recibir orientación sobre técnicas de extracción y almacenamiento de leche materna.

La técnica power pumping para aumentar la leche materna es una variante de esta estrategia. En este caso, con la ayuda de un sacaleches, se busca simular una crisis de lactancia, que es cuando el bebé mama con mucha frecuencia para estimular la producción de leche. De esta manera, se obtiene más alimento en respuesta a una demanda simulada.

3. Bebe mucha agua

Tu cuerpo necesita estar bien hidratado para formar el alimento de tu bebé. De hecho, las mujeres lactantes pierden entre 400 y 800 ml de agua cada día a través de la leche materna.
Beber mucha agua es uno de los remedios caseros para producir leche materna más fáciles de aplicar. Se recomienda que las mujeres que amamantan consuman entre 3 y 4 litros de agua al día.

Una forma sencilla de asegurarte de que estás ingiriendo suficientes líquidos es beber un vaso de agua con cada comida y en cada vez que das el pecho. También puedes aumentar tu ingesta de líquidos consumiendo jugos naturales, tés, sopas, sandía, pepinos y bayas.

4. Lleva una dieta nutritiva

Mantener una alimentación equilibrada y saludable durante la lactancia te permite contar con los nutrientes necesarios para ti y para tu bebé. Además, te brinda la energía suficiente para que tu cuerpo sea capaz de producir leche.

La mayoría de las mujeres que amamantan necesitan consumir entre 2000 y 2800 calorías por día para mantener su producción de leche y satisfacer sus necesidades energéticas. Sin embargo, esto puede variar según la altura, peso, metabolismo y nivel de actividad física, por lo que es importante valorar las necesidades dietéticas con un médico o nutricionista.

A la hora de comer, prefiere los alimentos frescos, integrales y ricos en nutrientes, como frutas, verduras, granos enteros, cereales, proteínas magras y grasas saludables. Las dietas antiinflamatorias y la mediterránea son opciones de alimentación ideales para las madres que amamantan.

Optar por alimentos que ayudan a producir más leche materna también es beneficioso. Los cereales integrales, como arroz integral, quinua y avena, las frutas ricas en antioxidantes, como las bayas, las ciruelas, los higos y los albaricoques y los productos ricos en omega-3, como el salmón, las semillas de lino y las nueces, podrían favorecer tu producción de leche.

5. Descansa bien

El embarazo y el parto son experiencias que pueden dejar tu cuerpo exhausto. Dormir lo suficiente permite que te recuperes, mantengas tu salud general y promuevas la producción de leche materna.

En las horas de sueño, tu cuerpo realiza procesos de reparación y regeneración que son vitales para la producción de leche. Por el contrario, no descansar de manera adecuada puede afectar los niveles hormonales y tener un impacto negativo en la lactancia.

Entonces, prioriza el descanso tanto como te sea posible. Una estrategia efectiva es aprovechar las siestas de tu bebé para dormir tú también.

6. Evita el estés y delega lo que puedas

El nacimiento del bebé y la lactancia es un momento maravilloso, pero pueden venir acompañados de muchos desafíos y preocupaciones. Un poco de nerviosismo ante las nuevas situaciones es esperable, pero estar estresada de manera constante puede afectar la producción de leche. 

Ocuparte de tu bienestar, gestionar el estrés y delegar responsabilidades son estrategias claves para tener una lactancia exitosa. Estos consejos te pueden ayudar:

  • Busca apoyo emocional y práctico de tu pareja y seres queridos. Compartir cómo te sientes y contar con su ayuda te reconfortará.
  • A la hora de dar el pecho, asegúrate de estar cómoda y relajada. Cuida tu postura, relaja los hombros, respira profundo, escucha música suave y mira a tu bebé.
  • Practica técnicas de relajación y actividades saludables para reducir el estrés. Esto puede incluir ejercicios de respiración, yoga, hacer algún deporte suave o solo hablar con tus amigos.
  • No temas dejar de lado las tareas del hogar y delegar responsabilidades. Enfocarte en cuidar a tu bebé y a ti misma es la prioridad. Pide ayuda a tus amigos, familiares o servicios de limpieza para las tareas del hogar.
La falta de apoyo familiar puede ser una barrera para la lactancia materna.

7. Prueba la compresión mamaria o los masajes de senos

La compresión mamaria y los masajes de senos son remedios caseros que también te pueden ayudar a producir más leche materna. Estas técnicas ayudan a aliviar la congestión mamaria y estimular la cantidad de alimento.

La compresión mamaria implica masajear y comprimir con tus manos el seno para extraer la leche. Puede ser útil cuando tus pechos están congestionados o cuando tu bebé está somnoliento y necesita un estímulo adicional para alimentarse.

Masajear tus senos entre tomas también puede ayudar a estimular la producción de leche y aliviar el dolor y la hinchazón. Un estudio encontró que aplicar masajes circulares y oscilantes en ambos senos aumentaba la cantidad de leche materna producida.

Para hacer los masajes elige un lugar cómodo y tranquilo y comienza aplicando compresas tibias sobre los senos. Luego, masajea con suavidad hacia adelante y hacia atrás, moviendo las manos en direcciones opuestas. Puedes usar una pequeña cantidad de aceite de oliva para facilitar el movimiento si es necesario.

También puedes sostener el seno con una mano a cada lado y aplicar presión desde la base hasta el pezón, como si estuvieras ordeñando. Repite los movimientos 1 o 2 veces al día para obtener mejores resultados.

Si experimentas alguna molestia o tienes dudas, consulta a tu médico o puericultor para que te asesoren.

8. Limita la cafeína

Reducir la ingesta de cafeína es una manera de mejorar la producción de leche materna, tu bienestar y el de tu bebé. Aunque esta sustancia no afecta de manera directa tu producción de alimento, su consumo excesivo podría tener efectos negativos en tu salud y en tu bebé.

Por un lado, la cafeína es un diurético natural, lo que significa que puede hacer que pierdas el agua que necesitas y así afectar tu producción de leche. Además, un consumo excesivo de esta sustancia puede afectar al bebé a través de la leche materna, experimentando irritabilidad, dificultad para dormir y nerviosismo.

El exceso de cafeína también puede interferir la calidad de tu sueño, sobre todo si la consumes cerca de la hora de acostarte. Como ya te contamos, descansar poco puede alterar tu producción de leche y afectar tu bienestar general.

Aunque no es necesario eliminar por completo la cafeína de tu dieta, considera limitar su consumo. Puedes optar por alternativas descafeinadas o reducir la cantidad de café y otras bebidas con cafeína que consumes.

9. Considera los remedios a base de hierbas, alimentos y suplementos

Cuando se trata de producir más leche materna, muchas madres recurren a remedios caseros y naturales basados en hierbas, alimentos y suplementos. En realidad, no existe mucha evidencia que respalde sus usos, pero estos son los más populares.

  • Jengibre: el consumo de jengibre también está asociado al aumento de la producción de leche materna. Se puede incorporar en infusiones, con las comidas o en suplementos.
  • Hinojo: esta planta aromática contiene compuestos que actuarían como galactagogos, estimulando la producción de leche materna. Lo puedes consumir en forma de té o agregarlo a tus comidas.
  • Avena: rica en hierro, zinc y fibra, la avena estimularía la producción de prolactina, la hormona responsable de la producción de leche materna. La puedes incorporar cocida, en galletas o en batidos.
  • Almendras: son una excelente fuente de proteínas, grasas saludables y calcio, por lo que podrían aumentar la producción de leche materna. Puedes comerlas crudas o tostadas como snack o agregarlas a tus comidas y batidos.
  • Fenogreco: se trata de una hierba que contiene fitoestrógenos que estimularían las glándulas mamarias, incrementando así la producción de leche. Puede consumirse en forma de cápsulas, té o incluso añadirse a las comidas.
  • Levadura de cerveza: rica en vitaminas del complejo B, hierro y proteínas, podría aumentar la producción de leche materna. Se puede consumir en forma de tabletas o en polvo, siguiendo las instrucciones del fabricante para la dosificación adecuada.

Si bien estos remedios naturales han sido utilizados durante mucho tiempo, no hay estudios suficientes que avalen su eficacia ni su seguridad en humanos. Por lo tanto, consulta con tu médico y con el pediatra de tu bebé antes de comenzar a usar cualquier hierba o suplemento durante la lactancia.

¿Estás produciendo suficiente leche materna?

Es habitual que las mamás se preocupen por su producción de leche materna y no estén seguras si es la suficiente para su hijo. De hecho, la preocupación por la producción insuficiente de leche es una de las razones más comunes por las que las madres abandonan la práctica.

Pero debes saber que, en general, la leche que produces es la adecuada para que tu pequeño crezca y se desarrolle de manera óptima. Estas son algunas señales que te lo pueden indicar:

  • Tu bebé traga durante las tomas.
  • Tu pequeño crece y gana peso de manera saludable.
  • Presenta pañales mojados y sucios de manera regular.
  • Tu hijo parece satisfecho, cansado o contento después de alimentarlo.

El llanto y la inquietud después de amamantar no significa, necesariamente, que tu bebé se quedó con hambre y tu leche es insuficiente. Su malestar puede deberse al cansancio, la dentición, los gases u otros problemas de salud.

Si tienes preocupaciones sobre tu producción de leche materna, no dudes en consultar con el pediatra de tu pequeño o un asesor en lactancia.

Los chequeos regulares con el pediatra te ayudarán a determinar si tu producción de leche es adecuada y tu bebé está creciendo bien.

No dudes en pedir ayuda

Hay varios remedios caseros, simples y naturales que pueden ayudarte a producir más leche materna. De todos modos, si estás experimentando dificultades con la lactancia materna o sientes que no lo estás haciendo bien, no dudes en buscar ayuda.

Tu médico, el pediatra, una puericultora o un asesor en lactancia podrán brindarte el apoyo y la orientación que necesitas para seguir eligiendo esta manera de nutrir a tu hijo.

Bibliografía

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