¿Qué es la crisis de lactancia?

La salud del bebé puede verse mermada si se produce la crisis de la lactancia, proceso mediante el cual el niño deja de estar conforme con la producción o el sabor de la leche.
¿Qué es la crisis de lactancia?
Saúl Sánchez Arias

Revisado y aprobado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias.

Última actualización: 08 enero, 2021

Se le conoce como crisis de lactancia a un fenómeno que se produce cuando el bebé no está conforme con el suministro de leche. Durante la etapa de lactancia la producción de leche se autorregula de acuerdo a la demanda del bebé. Es decir, a mayor demanda, mayor producción de leche y viceversa; sin embargo, a veces no sucede así.

Por diversas razones, el bebé puede mostrarse insatisfecho durante la lactancia. Quizá se muestren incómodos o poco atraídos por el producto. Este tipo de comportamiento es impredecible, por eso genera mucha angustia en la madre. Lastimosamente, por error, nos aventuramos a cambiar drásticamente nuestra manera de alimentarlos.

Es común que muchas madres opten por interrumpir la lactancia o terminar definitivamente con ella. Por ejemplo, si el bebé no parece estar interesado en el pecho materno, decidimos comenzar a alimentarlo con fórmula. Sucede que mientras se mantenga la crisis de lactancia, el pequeño mantendrá su posición. En relación a este tema en particular los especialistas explican lo siguiente.

La crisis de lactancia es un comportamiento plenamente identificado

Los especialistas llaman también a este proceso, escalones o brotes de crecimiento. Se ha determinado que esta crisis ocurre en edades específicas. La  principal razón de que ocurra este fenómeno, es que el bebé está ajustando la producción de leche. Se trata de un instinto básico del pequeño, pues nadie le ha enseñado cómo hacer esto. Por lo visto, ni su propia madre lo sabe.

Por lo general, la crisis de lactancia se produce en edades similares. Puede aparecer desde los primeros días del nacimiento, por eso, suele ocurrir que algunos bebés simplemente nunca son amamantados. Es decir, tuvieron esta crisis en a los pocos días de nacidos y sus madres decidieron cambiar de modalidad.

En la mayoría de los casos ocurre de la siguiente manera:

Entre los 17 y 20 días de nacidos

Durante esta etapa el bebé que presenta la crisis, abandona repentinamente su aparente regularidad. Por lo general, en sus primeros días, los pequeños comieron y durmieron normalmente. Sin embargo, pasadas las primeras tres semanas su comportamiento se modifica. No solo ocurre que dejan de mamar, sino que pueden aumentar la dosis.

Es posible que comiencen a mamar sin tregua en espacios de 30 minutos aproximadamente. Esto trae como consecuencia que se produzcan regurgitaciones continuas, aun así, querrán seguir mamando.

Esto ocurre porque el bebé necesita aumentar la producción de leche. Se comportarán de esta manera unos tres días. Si consiguen su objetivo sin contratiempo, volverán a su toma normal.

Bebés de 7 a 8 semanas

Cuando llega esta etapa puede ocurrir la segunda crisis, quizá la primera si no había ocurrido la anterior. Con mes y medio de edad, el pequeño requiere otro ajuste en el volumen de leche que va a consumir. Entonces comenzará a tomar más seguido y su crisis se complementa con llanto intenso, arqueo de la espalda, tensión de las piernas y tirones al pecho.

Esta vez la crisis puede terminar con medidas más drásticas, porque es posible que al niño le desagrade el sabor de la leche. En esta etapa cambia la composición de la leche, lo cual la modifica al punto de volverla más salada. Quizá al pequeño no le guste el nuevo sabor y por eso la rechace. Esto podría provocar que al cabo de una semana, hayamos tomado una decisión sobre este hecho. No obstante, hay que tener en cuenta que la leche materna ha demostrado ser el mejor alimento para el bebé, independientemente de su sabor.

La crisis de los 3 meses

Se tiene entendido que esta es la etapa más difícil en cuanto a la crisis de lactancia. Cuando ocurre a los tres meses, puede significar un cambio para el bebé y la madre; en especial porque puede demorar un mes en remitir. La complejidad del proceso sucede por lo siguiente:

  • Es común que el bebé comience a rechazar el pecho, no quiera comer muy a menudo o simplemente no coma. Ante esta situación la madre no sabe cómo interpretar qué le pasa a su hijo. Si no es capaz de prestar suficiente atención el pequeño puede pasar hambre, porque pareciera que no siente apetito, entonces no le dan de comer.
  • Comienza a tomar el pecho por mucho menos tiempo del que lo hacía hace unos días atrás, cuando parecía estar encantado con este
  • El pecho de la madre se torna blando, por lo cual ella comienza a creer que no está produciendo suficiente leche
  • Las tomas son caóticas, con llanto, distracciones e intranquilidad.

La crisis de la lactancia puede provocar problemas nutricionales

Los cambios que ocurren en el cerebro del bebé a medida que crece, generan las principales causas de la crisis de lactancia. Es por ello que a los tres meses es más compleja, lo que conlleva a menudo a que se suspenda la lactancia y se sustituya por el biberón.

De todos modos, y según un estudio publicado en Journal of Pediatric Gastroenterology and Nutrition, hay que tener cuidado con las que cuentan con grandes cantidades de azúcares añadidos, ya que podrían poner en riesgo la salud del bebé a medio plazo.


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