Mi hijo se distrae en clase: ¿qué debo hacer?

"Mi hijo se distrae en clase, ¿qué debo hacer?". Si tienes esta duda, a continuación te daremos las claves para ayudarlo a potenciar su nivel de concentración.

La narcolepsia en niños los hace sentir cansados durante todo el día.

“Mi hijo se distrae en clase”; esta exclamación, repetida con frecuencia por muchas madres, resulta una de las preocupaciones más recurrentes vinculadas a los niños en edad escolar. La falta de atención en los niños puede alterar el nivel de aprendizaje y las calificaciones de nuestros pequeños. 

Existen muchas publicaciones que intentan abordar esta temática desde diversos puntos de vista. A continuación, brindaremos una aproximación a la diferencia entre la pérdida de concentración y el déficit de atención TDAH, así como también recomendaciones y ejercicios para realizar en la escuela y en la casa.

Mi hijo se distrae en clase: ¿qué debo hacer?

Diferencia entre pérdida de concentración y el déficit de atención

Antes de abordar este tema, es importante hacer una distinción entre un niño que pierde la atención en clase por estímulos externos y aquellos que efectivamente sufren del padecimiento llamado déficit de atención, o TDAH por sus siglas.

La primera condición es más común de lo que los padres creen y nunca suele permanecer durante mucho tiempo. Generalmente, se trata de algo temporal y, si se les proporcionan los estímulos necesarios, recuperan de inmediato su capacidad para concentrarse.

En el segundo grupo se encuentra entre el 2 y el 12 % de la población infantil según un estudio publicado en la revista Pediatría Atención Primaria. El déficit de atención es permanente, pero de igual forma los niños que pertenecen a esta población necesitan incluso más ejercicios de concentración que los primeros.

¿Qué puedo hacer si mi hijo se distrae en clase?

Otra causas por las que tu hijo se distrae en clase

Hay un conjunto de razones que provocarían la distracción de tu hijo en clases, veámoslo en detalle:

Problemas de visión

Es probable que tu hijo no sepa que tiene limitaciones visuales porque no puede comparar ni ha tomado conciencia de cómo es ver con normalidad. De hecho un niño miope está convencido de que lo que ve es la realidad tal cual es.

Por esa razón, lo que ocurra en el pizarrón se le escapará y en consecuencia se distraerá. Una de las causales entonces, de mayor impacto en el bajo rendimiento escolar se encuentra en los problemas de visión, entre ellos la miopía.

En caso de tener esta condición, leer y escribir lo hará con mucha dificultad, reportará dolores de cabeza y cansancio visual, entre muchos otros síntomas.

Hipoacusia

Muchoas veces los padres recibimos reportes de la escuela sobre problemas de aprendizaje de nuestros hijos, bien porque no realizan las lecciones y los trabajos de manera adecuada, bien porque se distraen sin razón aparente.

Lo primero que hay que analizar es si tiene una dificultad visual o auditiva. La hipoacusia es la pérdida auditiva de superficial a moderada en uno o ambos oídos. Una vez diagnosticada se ha de actuar con urgencia porque de lo contrario el lenguaje y el aprendizaje resultan afectados.

No obstante, con terapia mejoran sustancialmente la interacción y los estudios.

Sencillamente se aburre

No es poco usual que tu hijo se distraiga en clase si ya conoce o sabe lo que el maestro o la maestra estan tratando. Hoy los niños reciben a través de internet más información de la que los padres puede controlar.

También sucede que realice las actividades más rápido que sus compañeros, de modo que terminará con más tiempo para mostrarse distraído y llegar incluso a protagonizar eventos de indisciplina en el salón.

Ahora bien, eso pasa si es un niño superdotado. Muy distinto será:

Si no comprende las explicaciones o instrucciones

No necesariamente por problemas de aprendizaje sino porque siendo la educación un asunto de lo más complejo, el maestro o maestra constantemente se enfrentan a dificultades para darse a entender.

En ese caso, los padres han de comprender esta realidad y coparticipar en el diseño de estrategias que hagan comprensibles ciertos contenidos.

Implicarse en los procesos de formación, reducirá las fricciones (derivadas del desánimo y el desinterés) entre el niño y sus maestros, y en consecuencia los eventos de aburrimiento se harán infrecuentes.

Recomendaciones y ejercicios para recuperar la atención

Como expusimos en el apartado anterior, los ejercicios de concentración resultan beneficiosos para niños con pérdida de atención temporal por estímulos externos y para niños que sufran de TDAH. Para ambos, es importante diseñar estrategias que se desarrollen en el salón de clase y luego sean reforzadas en la casa.

A continuación, explicaremos las acciones que se pueden implementar en ambos ámbitos:

Plan para el colegio

Es importante que converses con su maestra para que juntas planifiquen una estrategia dirigida al niño distraído. En este sentido, las acciones más recurrentes que incluyen las estrategias docentes actuales para llamar la atención del infante son:

  • Ubicar al niño en las primeras filas frente al escritorio de la maestra.
  • Alejarlo de los niños más conversadores, pero igualmente permitirle mantener su interacción con los demás compañeros de clase.
  • Hablarle constantemente mirándolo a los ojos, esto hará que el niño sienta la necesidad de estar alerta.
  • Hacerle preguntas sorpresa con frecuencia.

Sin embargo, no todo este plan debe concretarse en el colegio. En casa también se deben realizar ciertas acciones para reforzar en el niño su capacidad de estar atento.

“Generalmente, la distracción por estímulos externos es algo temporal y, si se les proporciona los estímulos necesarios, los niños recuperan de inmediato su capacidad para concentrarse”

Plan para la casa

Existen múltiples opciones para reforzar la atención de los niños en casa. Pero antes de enfocarnos en el estudio o en el cumplimiento de las tareas escolares, pregúntate: ¿mi hijo duerme bien?

Porque las horas de descanso y sueño influyen directamente en su bienestar cognitivo. Si está en edad prescolar tiene que dormir de 10 a 13 horas. En la edad escolar, que va de los 6 a los 13 años, tiene que dormir de 9 a 11 horas.

En efecto: “Estudios de investigación han demostrado la asociación de un sueño de corta duración con un bajo funcionamiento cognitivo y menor rendimiento académico en esta franja de edad.”

Aparte del sueño, es estratégico que tenga y cumpla rutinas. Estas deben tener propósito, preparación, secuencia y seguimiento.

Las pautas cotidianas para estudiar, descansar, jugar o cumplir con cuidados del hogar, le dan al niño seguridad y propician el desarrollo de destrezas cognitivas. Le ayudan también a orientarse en el tiempo y el espacio, y a mejorar sus relaciones sociales.

Ahora sí, veamos las acciones vinculadas al estudio o al repaso en casa de sus actividades escolares.

¿Cómo realizar las tareas escolares?

Resulta fundamental que el niño que presenta problemas de atención cuente con un espacio de estudio para realizar sus tareas. Debe contar con un escritorio o mesa propia y una silla ergonómica, ha de gozar de buena iluminación y no debe tener juguetes o elementos distractivos alrededor.

Asimismo, debes apagar el televisor y alejarlo de su tableta o celular mientras realiza su tarea. No te quedes junto a él observándolo mientras hace su repaso; más bien circula por su habitación, sal y vuelve a pasar a su lado. Esta acción es análoga con la conducta de la maestra en el salón de clase y sentirá así tu apoyo al realizar sus deberes.

Además, indícale que comience sus deberes siempre por las que le cuesten más dificultad. De esa manera, no se sentirá frustrado ni abandonará sus obligaciones.

Siempre felicítalo cuando termine sus tareas en casa. Así, se sentirá animado para continuar estudiando y realizando sus tareas; también se sentirá orgulloso de su esfuerzo.

Debo tomar cartas en el asunto como madre si mi hijo se distrae en clase.

Actividades extracurriculares

  • Inscríbelos a clases de música, por ejemplo, de piano o violín. Las actividades motrices estimulan la paciencia y concentración.
  • Pon al niño a dibujar mandalas o llévalo a clases de pintura.
  • Regálale un rompecabezas y ayúdalo a montarlo.
  • Juega ajedrez con tu hijo.
  • Ponlo a recortar figuras; esta acción también estimula su atención.

Con estas sencillas acciones, la atención de tu hijo se incrementará en gran medida. Recuerda que, si tienes dudas con respecto al déficit de atención, puedes realizarle a tu hijo un test para descartar esta patología con tu pediatra, un psicólogo o un neurólogo. 

Bibliografía

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