En un mundo tan tecnológico como el que habitamos, queda poco espacio para actividades que nos exijan frenar un poco y concentrarnos. El ejemplo más representativo de ellas es sentarse a leer un libro; y lo es mucho más para los jóvenes. Desde casa, podemos organizar ciertas actividades para trabajar la lectura con adolescentes.
A lo largo del mundo, existen variedad de entidades y asociaciones que pregonan los beneficios de la lectura, sobre todo en la juventud. Su importancia es cada vez mayor, dado que el alejamiento de los jóvenes para con los libros es cada vez más evidente.
También resulta entendible: estos no proporcionan los mismos efectos en sus sentidos que un televisor último modelo o unas gafas de realidad virtual. Y como si fuera poco, demanda esfuerzo leerlos y comprenderlos. ¿Qué hacer?
Actividades para trabajar la lectura con adolescentes
No todo está perdido. Muchos jóvenes disfrutan de las páginas en papel o digitales, y tienen disposición para seguir sumando variedad a su biblioteca.
Como padres, podemos llevar a cabo algunas simples acciones que pueden despertar en los adolescentes atracción por leer. En los que ya la tienen, estas servirán para explotar aún más este sentimiento. A continuación, te contamos algunas de ellas.
1. Comprar libros que le interesen
Un punto básico para despertar el gusto de alguien hacia cualquier actividad es que le interese. Por lo tanto, debemos encontrar lecturas que se relacionen con las temáticas favoritas de nuestros jóvenes.
Por ejemplo, si a tu hijo le apasiona el fútbol y un jugador, entrenador o equipo en particular, ahí tienes una vía perfecta. En tanto, si tu hija es fanática de la psicología o de una banda musical, tienes estas opciones para atraerla a la lectura.
En cuanto a las actividades, hay dos que se imponen. La primera es asociarse a una biblioteca o red social con amantes de la lectura y ver qué encuentran sobre los temas de interés. La segunda es llevarlos de compras; lo bueno de esto es que las librerías suelen ser un mundo en sí mismas, lo que acaso entusiasme aún más a los jóvenes.
2. Las películas pueden ser de ayuda
Para algunos resultaría un sinsentido o una pérdida de tiempo leer un libro del cual ya han visto su versión en la pantalla grande. Sin embargo, sería un anzuelo perfecto para que el chico se interese por los libros.
Regálale el libro de esa serie o película que tanto le gustó y proponle comentar las diferencias y similitudes. Por lo general, los libros suelen ser mejores que las versiones audiovisuales, por lo que seguro tendrá mucho que ganar.
3. Apuntar a la generación de hábitos
Tanto para los jóvenes amantes de la lectura como para quienes la padecen, es importante contar con el tiempo y el espacio apropiados para desarrollar esta actividad.
Entonces, una buena forma de trabajar la lectura con adolescentes es establecer un cierto horario diario o semanal para contar, debatir y recomendar libros. Algo así como un taller de lectura casero.
Lógicamente, para lograr esto también es bueno formar una rutina que permita sentarse a leer con tranquilidad y en silencio. Aunque parezca lo contrario, esta es una actividad muy placentera para hacer en grupo; no dudes en aprovechar estos momentos para estar con tus hijos, cada uno leyendo su libro.
“Todavía hay jóvenes que disfrutan de las páginas en papel y tienen disposición para seguir sumando variedad a su biblioteca”
4. Lectura en voz alta
En principio, esta es una forma de trabajar la lectura con adolescentes apropiada para los salones de clase. En ella, el docente propone distintas actividades que tengan como eje la lectura y el comentario de fragmentos de una obra.
Sin embargo, también la puedes proponer en casa. ¿Cómo? Pidiéndole a tus hijos que resalten o apunten frases que lean, ya sea en el libro o en otro ámbito, para compartir en familia.
Además, si hay un niño pequeño en la casa, turnarse para leerle sus cuentos nocturnos es una idea fantástica. Recuerda que leer en voz alta es un proceso fundamental para mejorar la comunicación y el vocabulario del joven. Por lo tanto, fomenta que lo practique.
5. Dar un paso más
Muchos libros están relacionados con otros aspectos del mundo artístico y cultural. Por ejemplo, si un joven leyó una historia que se desarrolló en determinado lugar histórico, sería muy bueno organizar un viaje para conocerlo.
Otro caso: si le gustan los libros de autoayuda o las biografías, no dudes en llevarlo a una exposición o charla de esta persona que le despierta admiración. Recitales, teatros y hasta eventos deportivos son otras maneras de llevar la lectura de un libro determinado al siguiente nivel.
La importancia de los mediadores para trabajar la lectura con adolescentes
Como dijimos antes, para trabajar la lectura con adolescentes será fundamental despertar su interés; de lo contrario, lograremos poco o nada. La obligación en esta edad solo genera rebeldía y mayor aversión que antes. Por lo tanto, plantéalo como un momento de disfrute y relajación.
Te en cuenta que a leer se estimula en un entorno lector. De ahí la importancia de los mediadores, encargados de facilitar el encuentro con los libros y de ayudar a hacer posible el significado, la emoción y el goce de leer. Padres, escuela e incluso las redes sociales, están llamados a despertar este entusiasmo inteligente y sensible.
Bibliografía
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