Fobia a los insectos en niños

Para nosotros, pueden resultar inofensivos. Sin embargo, los insectos, sobre todo algunos en especial, pueden causar un miedo muy grande a los niños. Estos pueden llegar a convertirse en fobias.
Fobia a los insectos en niños

Escrito por Fernando Clementin

Última actualización: 03 febrero, 2019

¿Tu hijo tiene un miedo muy intenso e irracional hacia los insectos? Si es así, podría tratarse de una fobia. Si bien no es algo grave, es recomendable desterrarla lo antes posible; para ello, te contamos todo sobre la fobia a los insectos en niños.

En primer lugar, vale la pena aclarar que existe una gran diferencia entre una fobia y un miedo. Este último es un sentimiento de aversión y temor hacia algo; todas las personas lo sienten en algún momento.

Es más: se trata de un mecanismo necesario para nuestra supervivencia. A lo largo de su existencia, el miedo ha ayudado al hombre a mantenerse alerta ante posibles amenazas y a sobreponerse a ellas.

Sin embargo, una fobia es diferente. Estas se caracterizan por ser muy fuertes, causar una ansiedad desmedida y, como consecuencia, interferir en el normal desarrollo de la vida de una persona.

En los niños, las fobias que pueden manifestarse son diversas. Las más frecuentes son la claustrofobia (miedo al encierro), la coulrofobia (miedo a los payasos), la nictofobia (a la oscuridad) y la fobia a la escuela, entre varias otras.

Síntomas de la fobia a los insectos en niños

En general, lo que un chico padece cuando se encuentra en presencia o en contacto de un insecto no difiere demasiado de lo que les ocurre a otras personas con fobias. Los sentimientos podrían resumirse en el siguiente listado:

  • Síntomas físicos: estos incluyen respiración entrecortada, taquicardias, temblores, mareos y vómitos, sudoración intensa y sensación de opresión en el pecho. Además, pueden aparecer otros más específicos en cada individuo.
  • Síntomas emocionales: se sufre de un pánico paralizador, deseo fuerte de escapar, miedo a perder el control de uno mismo y hasta miedo de morir. Es una situación muy angustiante y prácticamente imposible de controlar y esconder.

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Causas de la fobia a los insectos en niños

Una primera razón para la aparición de la fobia a los insectos en niños es una experiencia traumática. En la niñez, todos hemos sido víctimas de picaduras de hormigas o abejas. Para algunos niños, esto deja una huella más fuerte que para otros.

Por otro lado, en niños pequeños, las características propias de los insectos pueden causar un temor muy grande. Piénsalo: tienen muchas patas, antenas, aguijones, alas y algunos incluso pelitos. Para ellos, que están apenas descubriendo el mundo exterior, ¡son prácticamente monstruos en miniatura!

Además, aunque parezca exagerado, muchas fobias son transmitidas a los pequeños por sus padres. Es decir, son miedos originales de ellos, pero que a través de conductas, comentarios y acciones, han sembrado también en la mente de los niños.

Del mismo modo, otros actores del entorno de los niños pueden influir en la construcción de las fobias. Por eso, es sumamente importante regular el contenido que ellos seleccionan, tanto en la televisión como en internet.

“Las fobias se caracterizan por ser muy fuertes, causar una ansiedad desmedida y, como consecuencia, interferir en el normal desarrollo de la vida de una persona”

Cómo ayudar al pequeño a superar la fobia a los insectos

La técnica principal para afrontar un miedo, incluso una fobia, es enfrentándolos. Por supuesto, esto no debe hacerse bruscamente, dado que sería una experiencia demasiado traumática como para resultar positiva. Al contrario, debe hacerse de la manera más progresiva posible.

En primer lugar, podemos usar fotografías y videos para establecer un primer contacto. Esto será muy útil para que el niño comprenda el modo de vida y el comportamiento de cada insecto.

La fobia a los insectos en niños puede causarles mucho temor.

Seguidamente, puede hacerse un encuentro personalmente pero sin contacto. La observación es una excelente manera de perder el miedo excesivo poco a poco.

Más adelante, siempre y cuando el niño esté listo, puedes ayudarlo a tocarlo; si no se anima con la mano, puede usar un palito o una hoja para acercarse. Así, con estas pequeñas acciones, ayudaremos a superar la fobia a los insectos en niños.

Por supuesto, si no es suficiente, siempre está la posibilidad de recurrir a un profesional. Los psicólogos suelen tratar fobias sencillas como esta en pocas sesiones.

Finalmente, es importante remarcar tres cosas que no debes hacer. Obviamente, no te burles; el más mínimo comentario ofensivo sobre este miedo, que él no controla, puede ser muy hiriente para su autoestima.

Tampoco subestimes sus sentimientos y, de igual modo, no intentes razonar para que lo ‘expulse’ por su cuenta. Por el contrario, toma una actitud comprensiva y expresa con tus acciones una total tranquilidad ante la presencia de estos pequeños seres con los que compartimos el mundo. A la larga, los niños van a superar su temor.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.