A qué edad pueden jugar videojuegos

Muchas veces antes de que te hagas esta pregunta, tu hijo ya está jugando videojuegos. Lo ideal es que lo introduzcas en este entretenido mundo a los 3 años de edad. Acompáñalo, supervísalo y juega con él.

Fabio David juega Nintendo desde que tiene 2 años y medio de edad. Siempre ha jugado con destreza, consigue objetivos, pasa mundos, salva a la princesa y se divierte. Ahora a sus 5 años quiere una varita mágica para sacar el Wii del clóset, que se conecten los cables solos y que el control del videojuego llegue a sus manos. Yo también quiero una varita para que limpie la casa por mí.

Yolimar, la mamá de Fabio, le ha ido limitando las horas de juego al niño. Se ha dado cuenta de que cuando lo deja jugar a placer él no quiere comer, no quiere bañarse, solo quiere jugar.

Y Fabio juega fenomenal desde que era muy pequeño, ha desarrollado habilidades y destrezas, pero su mamá ha decidido dejarle jugar un par de horas al día.

Lo ha hecho intuitivamente y su determinación parece acertada. La Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics, AAP) recomienda que los niños menores de 2 años no estén ante una pantalla, y que los niños mayores de 2 años no pasen más de 1 a 2 horas al día ante una pantalla sea del televisor, del videojuego o de la computadora.

Todo lo que hacemos tiene un efecto en el cerebro. Lo que comemos influye en el cerebro… y, de hecho, la tecnología es un poco como la comida: los distintos tipos de alimentos surten efectos diferentes: comer chocolate no nos afecta igual que comer zanahorias. Con los videojuegos y las tecnologías pasa lo mismo.

-Daphne Bavelier, neurobióloga –

Que empiece a los 3 años

La vecina de Yolimar, Nathalie, ha sido más disciplinada. Ha decidido introducir a Camila, su primera hija, a los videojuegos a los 4 años de edad. De regalo de navidad la niña recibirá una tablet. Esa determinación se ajusta a lo indicado por el sistema PEGI (Pan European Game Information, Información Paneuropea sobre Juegos).

El sistema PEGI, implementado a partir del año 2003, establece cinco categorías de edad: más de 3 años, más de 7, más de 12, más de 16 y más de 18, lo cual se complementa, cuando procede con las indicaciones de contenido que pueden ser de siete tipos (lenguaje soez, discriminación, drogas, miedo, juego, sexo y violencia).

Este sistema constituye un apoyo fundamental para padres y educadores a la hora de definir cuáles videojuegos son aptos o no para sus hijos.

A través del sistema PEGI se configuró un Código Ético de adscripción voluntaria por parte de los fabricantes, fundado en la determinación de la aptitud por edades para visionar y participar en los productos que se incluyen en la categoría de software de entretenimiento.

Así que las cajas de los juegos especifican para qué edades son aptos y qué características tienen. Sin embargo, es recomendable que supervises el juego, incluso que juegues un rato.

Solo así podrás asegurarte de qué está viendo y haciendo tu hijo, recuerda que también hay muchos juegos en línea y programas que puede descargar libremente de internet, por lo que conviene estar siempre atento.
Las especificaciones de PEGI parten de los tres años en adelante, por lo cual intuyo que antes de ello no es muy recomendable que los niños se expongan a los videojuegos.

Límites sin prohibiciones

No obstante, la realidad es otra. Estamos en la era de los nativos digitales, he visto niños con menos de dos años de edad que saben buscar vídeos en YouTube desde el teléfono celular. Los videojuegos no son malos de por sí, todo depende del uso que le demos.

Incluso hay ventajas en los juegos de misiones y disparos. En una entrevista de Eduard Punset a Daphne Bavelier, neurobióloga de las universidades de Ginebra (Suiza) y Rochester (Estados Unidos), la científica dijo que los videojuegos modifican el cerebro.

Según la científica una de las principales ventajas de los juegos de acción es que mejoran la visión, pero resulta que también modifican toda la red, todo el sistema de atención.

“En el cerebro hay varias estructuras cerebrales que son importantes a la hora de orientar la atención (como la corteza parietal), mantener la atención durante un rato (como la corteza prefrontal) o suprimir los elementos de distracción y no desconcentrarse fácilmente”, explicó Bavelier quien está a favor del entretenimiento con videojuegos.