Las vitaminas y minerales que una embarazada necesita son indispensables para una gestación exitosa. Estos son nutrientes que tú y tu bebé necesitáis todos los días para un correcto desarrollo. Pero además ayudan a reducir las posibilidades de problemas y complicaciones como parto prematuro, bajo peso al nacer o posibles malformaciones.
La alimentación es crucial en cualquier etapa de la vida, mucho más si cabe en las madres gestantes. Las necesidades de algunos nutrientes, así como las energéticas, están aumentadas. Por esto es crucial conocer cuáles son y dónde se encuentran las mejores fuentes de todos ellos.
A parte de poner especial atención a la dieta es necesario seguir las recomendaciones de los especialistas. Por lo general suele ser recomendable un suplemento de hierro, yodo y ácido fólico. E incrementar la presencia de otros nutrientes como el calcio, zinc, las vitaminas C, E y D. Conoce más detalles a continuación.
7 vitaminas y minerales para la embarazada
Algunos de estos nutrientes que se necesitan con más cantidad durante el embarazo son los siguientes.
1. Acido fólico
El ácido fólico es una de las vitaminas que más necesita ingerir una mujer embarazada. Este producto también es conocido como vitamina B9 y su acción en el organismo ayuda a que la médula espinal y el cerebro del bebé se formen correctamente. También previene la aparición de cáncer en las mujeres embarazadas y contrarresta la posibilidad de que la futura madre sufra de algún ataque cerebral.
Las verduras de hojas verdes, los cítricos, los cereales integrales, las legumbres y las nueces son algunos de los alimentos ricos en ácido fólico. Estos no deben faltar en la dieta.
Sin embargo, en este caso también es necesario reforzar los niveles de vitamina B9, tomando un suplemento recomendado por el médico. Incluso para las mujeres que planean quedarse embarazadas sería conveniente empezar a suplementarse con ácido fólico, debido a su importancia.
2. Vitamina B12
Dentro del grupo de vitaminas básicos para la embarazada está la vitamina B12 o cobalamina. Esta ayuda a formar los glóbulos rojos de la sangre y al correcto funcionamiento del sistema nervioso central. Está presente en carnes, pescados, huevos, mariscos y leche.
3. Vitamina D
Tampoco debes olvidar obtener unos niveles óptimos de vitamina D, ya que contribuye al metabolismo del calcio. Junto a este, es necesaria para la formación de los huesos y los dientes del bebé, también para una piel y visión saludables.
Un suministro insuficiente puede ser motivo de algunos problemas, tanto en el embarazo como para la salud del niño: aumenta el riesgo de parto prematuro, preeclampsia, diabetes y otras enfermedades gestacionales. También podría disminuir el crecimiento fetal y condicionar una mayor susceptibilidad a enfermedades posteriores.
Las fuentes más adecuadas son el pescado graso, el aceite de hígado de bacalao, las yemas de huevo y la leche. Además, un suplemento podría ser necesario en aquellas mujeres con niveles deficientes de esta vitamina o en riesgo de padecer deficiencia. El suplemento generalizado, más allá de los complejos prenatales, sigue siendo objeto de estudio.
4. Mas vitaminas y minerales clave para la embarazada: la vitamina C
Esta es importante para el sistema inmunitario y para la construcción de unos músculos y huesos fuertes. Durante el embarazo las necesidades son un poco más elevadas, pero pueden cubrirse sin problema a través de los alimentos. Los más indicados son: kiwis, naranjas, fresas, piña, mango, pimientos, tomate o brócoli.
Por el momento, la Organización Mundial de la Salud no recomienda la suplementación general de vitamina C. Esto no quiere decir que pueda ser perjudicial para la salud tomar dosis algo más altas, pero no se ha podido demostrar que sea seguro. Por este motivo es mejor no tomarlos (por lo menos sin consejo médico), incluso los complementos que se venden como energéticos o para prevenir el resfriado.
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5. Hierro
El cuerpo utiliza este mineral para producir hemoglobina, presente en los glóbulos rojos y encargada de transportar oxígeno a las células. En el embarazo las necesidades de hierro están aumentadas para poder aportar oxígeno al bebé.
Además, si no se ingieren las cantidades recomendadas o los depósitos son escasos, la futura madre podría sufrir anemia por déficit de hierro. Como consecuencia aumentan el cansancio o aparecen dolores de cabeza. Asimismo, si esta es muy severa, se incrementa el riesgo de parto prematuro, menor peso al nacer o depresión posparto.
El hierro puede ingerirse por medio de alimentos como la carne roja magra, las aves, las legumbres, el pescado y los mariscos. La vitamina C ayuda a optimizar la absorción del hierro, y esta es apenas una de las razones por la cual se recomienda comer frutas cítricas durante el embarazo.
Al encontrarse aumentadas las necesidades puede ser difícil cubrirlas con la dieta. Por este motivo los suplementos se suelen administrar a partir del segundo trimestre. Esto es de especial importancia en aquellas mujeres que no tenían unos depósitos adecuados antes de quedar embarazadas.
6. Calcio
Asegurar la ingesta de calcio es más que necesario durante la etapa de gestación del bebé, quien necesita de este micronutriente para desarrollar sus huesos, dientes, músculos y nervios. Como pasa con el hierro, vuelve a ser clave a partir del segundo trimestre.
El calcio se puede obtener a partir de una dieta donde estén presentes los lácteos (leche, yogures o queso) y otros alimentos que lo contienen: semillas, frutos secos, verduras como el brócoli y las coles de Bruselas y pescado azul de tamaño pequeño.
Cuando no se ingiere en la cantidad suficiente puede ser perjudicial para la salud de la madre y del feto. En el primer caso aumenta el riesgo de preeclampsia, diabetes gestacional y de parto por cesárea. Para el bebé puede existir retraso en el crecimiento intrauterino y posnatal o raquitismo en la infancia.
7. El yodo, el último de las vitaminas y minerales que una embarazada debe tener en cuenta
Otro de los minerales indispensables durante el embarazo y la etapa de lactancia es el yodo, cuya acción contribuye a la formación del sistema nervioso de tu bebé. Este ayuda al desarrollo de los cinco sentidos, de la coordinación y el estado de alerta.
Lo más recomendable es que ingieras 150 microgramos diarios en forma de suplemento pues, como indican desde el Ministerio de Salud de Australia, la mayoría de mujeres embarazadas no llegan a cubrir las necesidades mínimas (que están aumentadas). También es bueno tener en cuenta que existen alimentos que aportan yodo tales como el pescado, los huevos y la sal yodada.
Sin embargo, siempre es preferible comentar con tu médico la ingesta de este suplemento. Si ya tomas multivitamínicos para el embarazo, podría estar incluido. Además, una ingesta excesiva de yodo podría ser perjudicial.
Ten en cuenta estas 7 vitaminas y minerales si estás embarazada
Si te encuentras embarazada deberas llevar una dieta adecuada a este momento. Esto quiere decir que no pueden faltar los cereales integrales, la fruta, las verduras, el pescado, las legumbres, los huevos o los frutos secos. Estos te aportarán todas las vitaminas y minerales necesarias para que tú y tu bebé gocen de buena salud.
Además de estos nutrientes clave hay que tener en cuenta otros aspectos como la cantidad de energía, las proteínas, la fibra o una correcta hidratación. Si tienes cualquier duda al respecto, recuerda que siempre es positivo consultar con un profesional de la salud.
Como has visto, durante el embarazo, algunas de las vitaminas y minerales deben tomarse en forma de suplementos. Pero no es recomendable hacerlo sin la prescripción del médico ya que en ocasiones esto podría ser contraproducente.
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