Desde hace tiempo, los padres están preocupados por los efectos nocivos del aceite de palma. La polémica ha surgido sobre todo por la elaboración con esta sustancia de productos alimenticios dirigidos a la población infantil e incluso pediátrica. Muchos nutricionistas desaconsejan los procesados elaborados con este aceite por su contenido en grasas poco saludables.
Los padres nos preguntamos si sus efectos son nocivos para el organismo de los niños. ¿Es realmente peligroso para los niños? ¿Por qué se utiliza en alimentos como los potitos o las leches infantiles? ¿Podemos elegir alimentos que contengan grasas más saludables para ellos?
El aceite de palma
Actualmente el aceite de palma es el más utilizado del mundo por encima del de soja o el de colza. Se produce gracias a los frutos de la palma africana. Se utiliza como materia prima para la elaboración de productos en la industria alimenticia y cosmética. Resulta barato y potencia el sabor. Este aceite se encuentra en muchos alimentos como la bollería industrial, las patatas y los aperitivos, las leches infantiles y los potitos.
Hace unos años el problema eran las grasas hidrogenadas que se han demostrado como nocivas para la salud. En la actualidad se han sustituido ya en muchos alimentos. Pero su sustituto, el aceite de palma, es muy rico en grasas saturadas, por lo que tampoco es una buena opción nutricional. El aceite de palma aporta unas 9 kcal por cada gramo como cualquier grasa. La diferencia viene de la composición de sus ácidos grasos, mayoritariamente saturados no considerados saludables. Estas grasas se vinculan en la actualidad con un empeoramiento de algunas enfermedades de tipo inflamatorio como la psoriasis, según un estudio publicado en la revista “The Journal of Investigative Dermatology”.
Esta polémica surge a partir de un estudio realizado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) en el que se advierte del riesgo de determinados procesos de refinado de este tipo de grasa vegetal. El trabajo hace referencia a la posible presencia de compuestos tóxicos derivados del proceso industrial del tratamiento de este aceite a temperatura de más de 200 grados y a la presencia de ciertos aditivos contaminantes.
El aceite de palma es muy utilizado por ser barato y versátil. Se puede encontrar en muchos alimentos no muy saludables como la bollería industrial, las cremas de cacao, las patatas fritas y todo tipo de aperitivos, platos precocinados o salsas.
La EFSA ha establecido niveles de seguridad para estos contaminantes en alimentos. Pero sigue siendo polémico su uso en alimentos pediátricos como las leches de formulación o los potitos. No obstante los ensayos actuales no consiguen establecer una relación clara entre el consumo de aceite de palma y el riesgo cardiovascular.
El aceite de palma en la alimentación de los bebés
Los bebés de no más de seis meses se pueden ver sobrexpuestos al aceite de palma si solo se alimentan de leches infantiles en sus primeros meses de vida. Varias leches artificiales buscan el perfil graso de la leche materna.
El aceite de palma es el que más se asemeja a esta tanto por su composición como por su textura. En la mayoría de países la normativa ya es muy estricta sobre su uso en las marcas de leche infantil.
En cuanto a los potitos muchos especialistas consideran que deberían llevar grasas más saludables como los aceites de oliva o girasol, ricos en omega 3. También se utiliza en productos de gran consumo entre los niños como las cremas de cacao, ls galletas o la comida rápida.
Evitar su consumo
Los nutricionistas recomiendan evitar su consumo para los niños ya que al ser un aceite es muy rico en grasas saturadas. Estos productos no son una buena alternativa desde el punto de vista del equilibrio nutricional. No obstante en la actualidad se empiezan a cuestionar los efectos nocivos de este tipo de grasas sobre la salud. De todos modos la recomendación principal es la prudencia y la moderación en la ingesta de este tipo de productos.
Lo importante es que se especifique en el etiquetado la composición de cada producto por lo que resulta más sencillo identificar aquellos que contienen aceite de palma de los que no. En muchos países ya es obligatorio poner en la etiqueta la composición de los alimentos. Los consumidores así pueden elegir productos con grasas más saludables. Las madres también pueden averiguar si los productos que compran contienen grasas poco saludables.
¡Para tener en cuenta!
Los especialistas aconsejan no abusar de productos elaborados con aceite de palma. Es mejor consumir productos elaborados con aceites de oliva o girasol. Estos aceites son más saludables y beneficiosos para la salud.
Un consejo que todos los padres deberían apuntar y seguir a la hora de comprar los alimentos para sus hijos. Mira siempre las etiquetas y descubre los productos que lo tienen. Intenta que tus hijos consuman menos productos elaborados con aceite de palma.
Bibliografía
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- Herbert D., Franz S., Popkova Y., Anderegg U., et al., High fat diet exacerbates early psoriatic skin inflammation independent of obesity: saturated fatty acids as key players. J Invest Dermatol, 2018. 138 (9): 1999-2009.
- Rasheeqa Ismail S., Khuzaimah Maarof S., Siedar Ali S., Ali A., Systematic review of palm oil consumption and the risk of cardiovascular disease. PLoS One, 2018.