Cómo lidiar con el sentimiento de culpa al llegar un segundo hijo

Estas son algunas culpas que pueden llegar a cruzarse en la mente de las mamás que están embarazadas por segunda vez. Aprende cómo identificarlas y evitarlas.

La llegada de un nuevo hijo a la familia es una noticia llena de alegría y de ilusión en la mayoría de los casos. Sin embargo, es natural que se despierten ciertos miedos o angustias a causa del futuro incierto. Aprender a lidiar con los sentimientos de culpa al llegar un segundo hijo es clave para sobrellevar el embarazo de la mejor manera.

Debes tener en cuenta que, aunque el nacimiento de un bebé seguirá enriqueciendo tu vida materna, la mayoría de esos pensamientos negativos provienen de situaciones imaginarias. Así que, no te preocupes de más por cosas que en su momento sabrás manejar y concéntrate en darle lo mejor de ti a este nuevo regalo de la vida.

4 causas de culpa frecuentes al llegar un segundo hijo

Existen muchas circunstancias por las cuales las mamás puedan sentir temor o culpa antes y después de tener a sus hijos. Y es que un nuevo integrante a la familia significa nuevas responsabilidades y tareas obligatorias, pero también, la oportunidad de ver crecer a un pedacito de sus vidas.

A continuación, te compartiremos algunas de las causas que motivan la culpa al llegar un segundo hijo.

1. No tener suficiente tiempo para ambos

Es normal que algunas mamás sientan culpa por ya no poder pasar el tiempo que solían dedicarle exclusivamente a sus primogénitos. Incluso, que sientan que les restan compañía, pues tendrán que ocuparse de un recién nacido.

Sucede lo mismo con los nuevos hijos, pues al haber pasado varios años de amor incondicional dedicados a los mayores, algunas madres piensan que es justo que sus segundos bebés cuenten con toda su atención.

El mejor regalo para tus hijos, sin importar el orden de nacimiento, es tu tiempo. Pero verás que sobre la marcha sabrás hacerte tus momentos para fortalecer la conexión familiar.

2. Sentir que no se le podrá prestar toda la atención de siempre al mayor

Cambiarle la vida al hermano mayor y quitarle su papel de hijo protagónico es una culpa que algunas madres pueden llegar a experimentar. Y aunque es un hecho que la rutina y la vida cotidiana cambiarán para todos, no tiene por qué ser malo.

Un hermano menor es un amigo incondicional con el que se podrá contar durante toda la vida. Un compañero con quien crecer y aprender las lecciones del día a día.

Así que no te preocupes, sabrás encontrar la manera de hacer sentir especial a tus dos hijos.

3. Temor por no quererlo con la misma intensidad que a tu primer hijo

El primer bebé es una montaña rusa de emociones y de cambios físicos que marcan por completo la vida de todas las mamás. Sin embargo, algunas sienten la culpa de que tal vez no vayan a querer a su segundo hijo con la misma intensidad con la que quieren al primero.

No obstante, este es un miedo infundado, ya que cada embarazo tiene sus particularidades y sus momentos de bienestar. El amor por los hijos es algo espontáneo y a medida que ese pequeño ser vaya creciendo en tu vientre, serás consciente de que tienes cariño de sobra para darle.

El amor materno no conoce de límites y es muy probable que te enamores de tu segundo hijo, tal como hiciste la primera vez.

4. No sentir lo mismo que en el primer embarazo

Durante y después del primer embarazo, muchas de las cosas más simples pueden tomar un significado muy especial. Y las situaciones cotidianas, como preparar los biberones, cambiar los pañales y arrullar al bebé de madrugada, pueden no resultar tan mágicas como las recordabas. Esto genera culpa en algunas mujeres, pero no es algo que no se pueda elaborar.

Cómo evitar la culpa al llegar un segundo hijo

Aunque estos sentimientos que muchas veces se basan en predicciones futuras puedan parecer muy duros, es necesario dejarlos ser y hacerles frente. Pues solo así se logrará disfrutar de una maternidad saludable.

A continuación, te mostramos cuatro alternativas eficaces para quitarte la culpa al llegar un segundo hijo.

1. Piensa que la vida cambiará para bien

Tener un segundo hijo no significa que debas empezar a querer menos a tu hijo mayor o que se vayan a desarrollar celos, envidia o pérdidas en el futuro. Todo lo contrario: el hermano menor, además de ser el compañero de juegos perfecto, le ayuda a fortalecer su autoestima a medida que crezcan.

Tener la oportunidad de crecer junto a un hermano es brindarles a nuestros hijos un compañero eterno con quien aprender a vivir.

2. Sé consciente de que el amor no tiene límites

El amor por los hijos no divide, multiplica. Además, no tenemos una cantidad de amor determinada en el cuerpo que se vaya a acabar con el tiempo. El cariño y el amor maternal es infinito, no conoce de límites y se da de manera natural.

Por lo que no debes preocuparte durante el embarazo, ya que cuando tengas a tu bebé en los brazos volverás a enamorarte de nuevo.

3. Entiende que magia de la maternidad es para toda la vida

Sí, puede que cambiar los pañales y desvelarse algunas noches no sea tan emocionante y conmovedor como la primera vez. No obstante, cada hijo trae sus enseñanzas valiosas y tiene momentos únicos para brindarte.

Además, la experiencia del primer embarazo hace que sobrellevar las cosas sea más sencillo y te previene de cometer los mismos errores.

No dejes que la culpa al llegar un segundo hijo te afecte

Todos los niños necesitan del amor de sus mamás, tanto los mayores como los menores. Así que, por tu bienestar y salud mental, intenta erradicar esos sentimientos de culpa que pueden llegar a ser abrumadores y bríndales a tus hijos tu amor incondicional.

Puede que las rutinas cambien un poco, pero entre todos harán de esta nueva experiencia algo hermoso que recordar. Un nuevo bebé hace que la vida de sus papás y sus hermanos se llenen de más de afecto todos los días.

Bibliografía

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