¿Por qué es importante comer verduras de hoja verde durante el embarazo?
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¿Sabías que las necesidades nutricionales aumentan durante el embarazo? Por eso, ante la incapacidad para cubrirlas mediante la alimentación, se suplementan elementos como el ácido fólico. Es una vitamina implicada en el desarrollo del futuro bebé, por lo que es fundamental incluirlas a diario durante los 9 meses de gestación. Por esta razón, queremos explicarte por qué es importante comer verduras de hoja verde durante el embarazo.
El ácido fólico pertenece a la familia de vitaminas del grupo B y es hidrosoluble. Además, se encarga de formar el cuerpo lúteo, caracterizado por su color amarillo, permitiendo que se desarrolle el feto. También interviene en la síntesis del ADN y la división celular, por lo que es imprescindible cubrir las necesidades diarias.
Malformaciones fetales, el motivo principal para comer verduras de hoja verde durante el embarazo
La formación y el cierre del tubo neural, producidos durante el crecimiento fetal, son imprescindibles para evitar problemas neurológicos y la espina bífida. Respectivamente, se manifiestan mediante la falta de coordinación y pensamiento, así como dificultad para caminar. Como consecuencia, existe mayor riesgo de aborto.
Una de las causas es la falta de ácido fólico que se encuentra en las verduras de hoja verde. Además, lo más seguro es que tu médico te prescriba un suplemento de 400 microgramos diarios como prevención.
Anemia por falta de folatos
Aunque la más conocida es la producida por falta de hierro, el déficit de vitamina B9 y B12 son la causa principal de anemia megaloblástica. Se manifiesta mediante el aumento del tamaño de los glóbulos rojos y una disminución de su color rojo intenso. Por eso, se reduce el transporte de oxígeno y sangre a los tejidos. Se presenta mediante síntomas gastrointestinales como diarrea, hinchazón de la lengua por inflamación y pérdida de apetito.
Además, junto a la vitamina B6 y la B12, evitan que se acumule la homocisteína en sangre. Es una proteína derivada del metabolismo de la metionina y cuyo exceso se ha relacionado con un mayor riesgo cardiovascular.
Otras razones para comer verduras de hoja verde durante el embarazo
A pesar de que los defectos del tubo neural y la anemia son los efectos negativos más conocidos de la falta de vitamina B9, existe evidencia acerca de otras consecuencias.
Disponemos de un estudio llevado a cabo en China en el que aseguran que la suplementación e ingesta superior a 12 semanas disminuye el riesgo de nacimiento prematuro.
A raíz de la aparición de estas patologías, muchos países han optado por fortificar los alimentos. Sin embargo, algunos todavía no lo hacen y es donde se ha visto relación con la aparición de asma en niños.
Por este motivo, decidieron investigar en uno que sí lleva a cabo esta práctica de enriquecer la comida, como Estados Unidos. Aunque sí que hubo una menor incidencia de asma, es importante remarcar que es una enfermedad respiratoria asociada a factores genéticos y ambientales, por lo que podría alterar los resultados. Así que se requieren más estudios bien controlados.
Por último, se ha asociado con la subida de la presión arterial o preeclampsia. Normalmente, es multifactorial, como antecedentes familiares, tener más de 35 años, obesidad y embarazo múltiple. Sin embargo, aumentar la ingesta de ácido fólico ayuda a reducir su aparición tras suplementarse durante 3 meses con 4 microgramos al día.
¿Cómo incorporar verduras de hoja verde a diario?
Sabiendo lo anterior, ¿por qué no pruebas a incluir verduras en tu alimentación? A continuación, te damos algunas ideas y consejos con las que disfrutar. Recuerda que este grupo de alimentos son la base de una dieta saludable.
¿Te has planteado alguna vez prepararte una ensalada con otras hojas diferentes a la lechuga y la escarola? En la frutería encontrarás gran variedad, como canónigos, rúcula, espinacas y endibias. Añádeles una lata de pescado en aceite de oliva, tomate, zanahoria, apio o rábanos. Incluso, puedes poner unos gajos de naranja, mango o fresas troceadas y unas nueces o pasas para obtener un plato único repleto de nutrientes.
O bien, hazte unas acelgas o brócoli al vapor para luego saltearlo con un poco de ajo y pimentón o unas almendras picadas con perejil y ralladura de limón.
Además, los folatos se encuentran en las legumbres y los copos de avena, que puedes comer a diario. ¡Los guisos de garbanzos o lentejas con verduras quedan riquísimos! Y los copos hervidos con leche o bebida vegetal con una rama de canela y ralladura de limón son una delicia. ¿Te animas a probarlo?
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