¿Por qué no me entiendo con mi hijo adolescente?

Para entender la adolescencia es preciso mirar esta etapa con otros ojos y aceptar que también requiere de nuevas reglas.
¿Por qué no me entiendo con mi hijo adolescente?
Maria Fátima Seppi Vinuales

Escrito y verificado por la psicóloga Maria Fátima Seppi Vinuales.

Última actualización: 15 octubre, 2022

Incertidumbre, impotencia, enojo, dudas. Estas son algunas de las emociones que revelan muchos padres en la consulta al describir cómo se sienten en relación con su hijo adolescente.

La adolescencia puede resultar desconcertante si intentamos mirarla con los mismos ojos con que vemos a un niño de 6 u 8 años. Es como tratar de forzar que ciertas prácticas o costumbres encajen como antes. Sería como tratar de comunicarnos con una persona de otro país sin hacer un intento por comprender su idioma. Lidiar con esta etapa de la juventud requiere de nuevas estrategias y de nuevos ojos. Veamos cuáles son las dificultades que impiden que te entiendas con tu hijo adolescente.

¿Por qué no me entiendo con mi hijo adolescente?

Al igual que todas las etapas de la vida, la adolescencia tiene sus características y desafíos propios. El que hasta ayer era un niño, hoy es un joven que pone “peros”, que cierra la puerta de su habitación y que busca privacidad. Además, ahora tiene otros modelos a seguir y busca refugiarse en su grupo de pares. Para los adultos, esto implica todo un cambio que a veces no saben cómo afrontar y los lleva a sentirse desconectados del adolescente. Es como si se tratara de un mundo al que no le es posible acceder.

Muchas veces, resulta difícil entenderse con el hijo adolescente porque el adulto es de la misma manera y busca repetir los métodos del pasado en un presente que es diferente. Sin embargo, se trata de poder aprender a adaptarse a dicho cambio, a dar respuestas nuevas, diferentes y hasta creativas. Por ejemplo, si quieres saber algo, puedes conversar con el joven en lugar de interrogarlo o cuestionarlo.

Este adolescente quiere despegarse de ese rol de niño, por lo que necesita construir su identidad y busca diferenciarse. Esto implica que marque cierta distancia, que ponga límites y que confronte asiduamente.



Los adolescentes están en una etapa de búsqueda de su propia identidad, por lo que es común que intenten diferenciarse y que desafíen a la autoridad.

Estrategias para entenderte y conectar con tu hijo adolescente

Algunas recomendaciones para que puedas entenderte con tu hijo adolescente son las siguientes:

Busca un equilibrio entre preguntar e invadir 

Aunque no te des cuenta, es posible que preguntes, repreguntes y que no des el espacio suficiente para que el adolescente se acerque a contarte las cosas de manera espontánea, así como sus preocupaciones. También, a veces lo hacemos en momentos poco oportunos, como ser delante de otras personas. Es necesario facilitar espacios de diálogo y hacerle saber que estás presente cuando lo necesite. Por supuesto que no hay que confundir su búsqueda de independencia con un abandono total ni la protección con sobreprotección. Es importante aprender a caminar a la par de ellos e intervenir como adultos responsables.

Aprende a escuchar y conocer su mundo

Evita aquellas frases de “yo a tu edad…”. Si quieres compartir tu experiencia, que sea desde un lugar de aprendizaje que le permita comprender al joven que tú también tenías dudas. Es mejor no posicionarse como un sabelotodo, sino estar abiertos y dispuestos a aprender de las nuevas generaciones.

Empatiza con sus emociones y preocupaciones

La búsqueda de la identidad tiene sus altos y bajos. En ocasiones, parece que el chico puede comerse el mundo y, otras veces, siente que no sirve para nada. Se trata de un proceso con cambios emocionales y de humor que muchas veces te tendrán en vilo. Incluso, habrá situaciones o pedidos que te parecerán insólitos, que no son tan importantes a tus ojos, pero que son cruciales a los suyos. Hay que aprender a entenderlo y acompañarlo sin que ello implique pasar por alto las situaciones que requieren poner límites, como los gritos o el maltrato.

Es importante poder empatizar con las emociones y las preocupaciones de los adolescentes. Para ello, es clave abrir espacios de diálogo en lugar de prejuzgarlos.

Crear nuevas reglas

Tal como lo destacamos, ya no tienes en frente a un niño, sino a un adolescente con todas las letras. Por lo tanto, debes poner nuevas reglas y aceptar ciertos permisos y actividades. Esto no quiere decir que haya que dejar librado todo a su antojo, sino ser tan flexibles como claros entre aquello que está permitido y lo que no. Por ejemplo, es lógico que quieran pasar más tiempo con amigos y que busquen salir más seguido de casa. En esas ocasiones, debemos acompañar sus intereses y deseos, pero procurar que exista un equilibrio.

No tomarse sus críticas de manera personal

En esta etapa de tu hijo, es importante no tomarse sus críticas de manera personal. No se trata de algo en contra de nosotros, sino de la idea de la autoridad y de la posibilidad de desafiarla para ver qué sucede. Así, en lugar de enojarte o de reaccionar, puedes aprovechar la oportunidad para ayudar a tu hijo a reflexionar sobre lo que quiere, sobre sus ideas y sobre sus posturas, entre otras cuestiones.



Aprende a bajar las defensas

Por último, para entender la adolescencia, también es preciso hacer un movimiento interno. Pensarnos a nosotros mismos, aceptar el cambio y no proyectar las propias historias sobre la vida del hijo adolescente. En ocasiones, nos cuesta admitir que tenemos miedo y que no queremos perder el protagonismo en la vida de nuestros hijos. A veces, en un intento por llamar la atención o en el temor por perder el control de la situación, nos volvemos inflexibles e incluso caprichosos en nuestras conductas y argumentos.

En este sentido, lo mejor es poder aceptar que todas estas emociones son válidas. Después de todo, se trata de tu hijo y es importante para ti. A su vez, es necesario permitirle que salga al mundo y que aprenda a volar con todo nuestro apoyo.


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