Estos son los 19 alimentos prohibidos en el embarazo

Estos alimentos pueden provocar enfermedades en la mujer embarazada e incluso complicaciones en el parto. Por eso, es fundamental que conozcas cuáles son, de manera que puedas evitar su consumo.
Estos son los 19 alimentos prohibidos en el embarazo
María Patricia Piñero

Escrito y verificado por la nutricionista María Patricia Piñero.

Última actualización: 05 enero, 2024

Si buscas saber cuáles son los alimentos prohibidos en el embarazo, estás encaminando bien tu plan de alimentación. Para cumplir con una buena nutrición en esta etapa, debes conocer los alimentos que deben excluirse de la dieta, en especial, por razones de seguridad alimentaria que pongan en riesgo tu salud y la de tu bebé.

En este artículo, te daremos una lista de alimentos prohibidos para la embarazada y explicaremos las razones de su exclusión. Puedes consultar con tu obstetra sobre cada uno de ellos. ¡Así que, comencemos!

¿Por qué hay alimentos que no se pueden consumir durante la gestación?

Las doctoras Gil Mor e Ingrid Cardenas, a través de su análisis detallado en un artículo publicado en el American Journal of Reproductive Immunology, destacan la vulnerabilidad de las mujeres embarazadas ante ciertas enfermedades infecciosas. Esta susceptibilidad se vincula con las modificaciones en el sistema inmunitario que experimentan las gestantes como parte natural del embarazo.

Durante este periodo, el sistema inmunitario de la mujer se adapta para tolerar la presencia del feto, evitando así su rechazo como un cuerpo extraño. Sin embargo, esta adaptación también puede hacer que las embarazadas sean más propensas a infecciones y enfermedades transmitidas por alimentos.

La alteración puede afectar la capacidad del cuerpo para combatir ciertos patógenos, incrementando el riesgo de enfermedades para la madre y el feto.

Alimentos no permitidos para la mujer embarazada

En este contexto, es crucial que las mujeres embarazadas comprendan la importancia de una alimentación segura. Algunos alimentos pueden ser portadores de bacterias y toxinas que, si bien pueden no afectar significativamente a una persona sana, podrían representar un riesgo considerable durante el embarazo. Algunos de estos alimentos son los siguientes.

1. Leche no pasteurizada

La leche cruda de cualquier especie animal puede infectar a la embarazada. Al no ser sometida a temperaturas entre 70 a 90 grados centígrados, estas leches no eliminan las bacterias causantes de enfermedades patógenas que podrían contaminar el producto.

De acuerdo con la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), algunas bacterias peligrosas, como Campylobacter, Listeria, E. coli y Salmonella, son responsables de las intoxicaciones alimentarias provocadas por la leche sin pasteurizar. Por seguridad, la embarazada debe consumir leche industrialmente pasteurizada o esterilizada. Pero nunca cruda.

2. Quesos blandos

Los quesos blandos se elaboran con leche cruda. Por tanto, tienen un alto valor de agua en su composición, la cual puede funcionar como un caldo de cultivo para el desarrollo de bacterias patógenas. Al igual que la leche cruda, estos quesos pueden ser vehículos de intoxicaciones alimentarias.

El portal de FoodSafety de los Estados Unidos explica que los quesos a evitar en el embarazo son:

  • El brie.
  • El roquefort.
  • El queso feta.
  • El camembert.
  • El queso fresco.
  • El queso blanco.
  • El queso panela.
La única forma de consumirlos es que en la etiqueta diga: «Elaborado con leche pasteurizada»


3. Huevos crudos o poco cocidos

Hay que tener cuidado con algunas preparaciones que contienen huevo crudo o poco cocido. Sobre todo, porque pueden ser vehículo de Salmonella, una bacteria que causa intoxicación alimentaria.

De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), los síntomas más comunes de una salmonelosis incluyen diarrea, vómitos, náusea y cólicos intestinales. Esto puede causar contracciones en el útero y parto prematuro o muerte fetal.

Así que hay que evitar los huevos ligeramente revueltos, la mayonesa casera, la salsa holandesa, el helado casero, la masa cruda, el glaseado de pasteles, las salsas caseras para ensalada, los huevos benedictinos o huevos escalfados y batidos con huevo crudo.

El tiempo de cocción mínima para garantizar la cocción óptima de la yema y la clara es de 10 minutos a partir de agua hirviendo. También, se aconseja utilizar huevos pasteurizados.

4. Frutas y vegetales sin un lavado adecuado

Tanto las verduras como las frutas se exponen a distintos puntos de contaminación desde el momento en que se cosechan. En el procesamiento, el almacenamiento, el transporte o la manipulación en la venta minorista se exponen a bacterias patógenas y a parásitos.

Por ejemplo, el Toxoplasma, que podría estar presente en frutas y verduras sin lavar, es un parásito que atraviesa la placenta y causa pérdida de la visión del bebé y dificultad de aprendizaje en su etapa de niñez. Por eso, estos alimentos deben lavarse bien antes de manipularlos. Así lo explica el portal de la FDA.

5. Pescados y mariscos crudos

Los pescados y mariscos crudos, para que sean seguros en las embarazadas, deben cocinarse a 63 grados centígrados, ya que pueden tener listeria y otros agentes que ponen en riesgo la salud de la embarazada y la vida del bebé. Debes evitar el sushi, el cebiche, el sashimi, las ostras, las vieiras y las almejas crudas.

6. Productos del mar ahumados

El ahumado en frío es un procedimiento que no es seguro para las embarazadas. Las temperaturas de ahumado oscilan entre los 10 y 30 grados centígrados, las cuales no garantizan la destrucción de listeria y otras bacterias patógenas.

La única forma de comer los pescados ahumados es que se preparen cocidos, como en una cazuela, donde la temperatura interna puede alcanzar un mínimo de 74 grados centígrados. Los productos de este tipo se pueden comer cuando están enlatados, cuando no son perecederos o se cocinen a las temperaturas adecuadas.

7. Jugos no pasteurizados

Es mejor evitar los jugos no pasteurizados, incluyendo los frescos y recién exprimidos, que escapan de nuestro control en su preparación.

Si las frutas o verduras no han sido bien manipuladas ni sanitizadas, podrían causar brotes de infecciones alimentarias como la de E. coli, una bacteria patógena que causa riesgos en el embarazo, tal como lo describe el National Library of Medicine.

8. Jamón curado (no cocido)

La Academia Española de Nutrición y Dietética prohíbe el consumo de jamón curado, como el serrano y el ibérico, durante el embarazo. Esto se debe a que este tipo de derivado se hace con carne cruda y no hay aplicación de calor o pasteurización en su fabricación.

Por ese motivo, puede ser portador de Toxoplasma gondii, causante de la toxoplasmosis. La listeriosis también puede aparecer con el consumo de estos productos.

No obstante, algunos especialistas consideran que este tipo de jamones requieren como mínimo 18 meses de maduración o 24 meses en el caso del ibérico para que las embarazadas puedan comerlos. Además, deben cocinarse hasta que estén bien calientes y comerse de inmediato.

¡Consulta con el médico sobre este tipo de producto!



9. Carnes de res y aves de corral poco cocidas

Para algunas personas es un hábito comer la carne de res o pollo casi cruda. Sin embargo, esto debe descartarse durante el embarazo. Como hemos visto, los alimentos y carnes crudas de cualquier tipo pueden ser trasmisoras de los gérmenes y parásitos que dañan la salud de la madre y del bebé. Entre ellas, la Salmonella, E. coli, Campylobacter, Listeria monocytogenes y Toxoplasma. 

Es por ello que los organismos de salud recomiendan una temperatura interna mínima segura de cocción para cada tipo de carne. Por ejemplo, para el pollo es de 74 grados centígrados, mientras que para una chuleta de res se exige 63 grados centígrados y para la carne molida 71 grados.

10. Masa cruda

La masa cruda puede causar enfermedades en el embarazo, ya que se prepara con huevo y harinas crudas, que son un posible vehículo de las bacterias Salmonella y E. coli. Por eso, se aconseja que esté bien cocida antes de consumirla.

11. Los pescados que contienen mercurio

El mercurio es un contaminante que se encuentra en peces grandes, como el tiburón, el atún rojo, el blanquillo del golfo de México, el lucio, la caballa y el pez espada. El consumo de estos peces está prohibido en el embarazo, pues el bebé puede sufrir de daños cerebrales, problemas de visión y audición.

12. Brotes crudos

Los brotes, como los de alfalfa, el rábano, el frijol mungo y el trébol, que se usan con frecuencia en las ensaladas, también deben evitarse en la dieta de la embarazada. Existe una alta probabilidad de que estos pequeños brotes estén contaminados con Salmonella debido a las condiciones húmedas en las que crecen.

Además, es casi imposible eliminar esta bacteria con el lavado de los brotes. No obstante, la FDA recomienda cocinarlos antes de consumirlos para destruir la bacteria en caso de contaminación.



13. Paté refrigerado

La American Pregnancy Association nos recuerda que las pastas de carne para untar, incluyendo el paté refrigerado, pueden estar contaminados con la bacteria Listeria. Por lo tanto, se aconsejan enlatados, en frascos o bolsas selladas, los cuales deben permanecer almacenados en refrigeración antes de destaparlos.

14. Sándwiches «listos para comer»

Este tipo de sándwiches pueden estar contaminados con algunos microorganismos perjudiciales. Sobre todo, si contienen verduras, huevos, embutidos o carnes, de las que desconocemos la temperatura de cocción. Es preferible, entonces, prepararlos en casa.

15. Alimentos ultraprocesados

Los alimentos ultraprocesados deben evitarse durante el embarazo, ya que contienen aditivos, azúcares, sodio, grasas trans y calorías que perjudican una alimentación saludable. Por lo tanto, entorpecen el buen control de peso en el embarazo y el aporte de nutrientes necesarios para el crecimiento del bebé.

Entre estos se encuentran las gaseosas, los caramelos y golosinas, bebidas en polvo azucaradas, bollería y pastelería, papas fritas comerciales, pizzas congeladas, aderezos comerciales, fiambres, cereales para desayunos, entre otros.

16. Bebidas energéticas

La Academia Estadounidense de Nutrición y Dietética recomienda evitar las bebidas energéticas por su elevado valor en cafeína para el embarazo y por la cantidad de ingredientes y aditivos en su formulación.

Por ejemplo, algunas de estas bebidas tienen gingseng, carnitina, inositol y otros compuestos estimulantes que no han sido analizados ni aprobados para la etapa de embarazo.

17. Infusiones a base de hierbas

Una gran variedad de hierbas están contraindicadas en el embarazo porque pueden provocar parto prematuro, al aumentar las contracciones uterinas o producir toxicidad en el bebé. Así lo indica una revisión publicada en la revista Journal of Medicine and Life

Algunas de estas son el regaliz, el perejil, la salvia, el tomillo, el hinojo, la cola de caballo, el anís, el enebro, la lavanda, la libélula, el enebro y el ajenjo. Por eso, debes consultar con el médico antes de usar alguna infusión para aliviar algunos malestares.

18. Vísceras

Las vísceras, como el hígado o riñones, son un tipo de carne que proporcionan buenas cantidades de nutrientes claves para el embarazo. Pero también tienen altos valores de vitamina A, que, cuando se consume en exceso, causan toxicidad durante el primer trimestre de embarazo. Así lo dio a conocer un trabajo divulgado en la revista Nutrients .

19. Alcohol

El Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido es enfático en no recomendar las bebidas alcohólicas durante el embarazo. El etanol atraviesa la placenta y reduce el peso del bebé, provoca parto prematuro o un mayor riesgo de aborto.

Además, y de acuerdo con la American Addictions Centers (AAC), su exposición prolongada puede ocasionar el trastorno del espectro alcohólico fetal (FASD) que afecta el desarrollo físico, mental y emocional del bebé.

Evita estos alimentos para un embarazo más seguro

No olvides que en una alimentación saludable para ti y tu bebé no debe existir ningún riesgo de consumo. Por lo tanto, no consumas los alimentos que aparecen en esta lista. Salvo que, una vez consultado con tu médico, considere algunas condiciones de pasteurización, cocción, refrigeración, desinfección y manipulación.

Debes evitar los alimentos crudos, como leche y quesos elaborados con leche no pasteurizada, jugos no pasteurizados, pescados y mariscos crudos y ahumados, carnes poco cocidas, brotes, vísceras, ultraprocesados, embutidos curados, paté refrigerado, masa cruda, pescados ricos en mercurio, bebidas energéticas e infusiones de hierbas y alcohol.


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