Cuando los niños llegan a este mundo saben reconocer a su madre por la voz y el olor. La magia de la vida además aporta sabiduría para que ese vínculo se convierta en algo inquebrantable, y es que no hay nada más fuerte que el amor de una madre por un hijo. Si eres madre, bien sabes de lo que hablamos.
Son muchas las madres que cuando se quedan embarazadas piensan que no va mucho con ellas, o no se creen realmente que están embarazadas o que van a ser madres hasta que el vientre ya tiene un tamaño considerable o cuando notan las patadas. Incluso hay mujeres que no se creen que son madres hasta que tienen a sus bebés en brazos por primera vez.
Pero en ese momento todo cambia. La madre sabe que será madre para toda su vida y sabe también, que se ha enamorado, pero de verdad. El amor de una madre es el más profundo que pueda existir en la vida y no hay ningún otro que se pueda comparar.
Los brazos de una madre
¿Cuántas veces los niños pequeños van en busca de su madre para buscar seguridad y confort? Todos los seremos humanos para estar felices y disfrutar de la vida necesitamos sentirnos seguros y protegidos. Por eso nos gusta vivir en casa con buenos sistemas de vigilancia en algunos casos, puertas blindadas… y también nos gusta sentirnos seguros emocionalmente.
En la vida de los adultos, son otros adultos los que nos proporcionan ese confort y esa seguridad emocional que tanto necesitamos… pero para poder estar bien plenamente, primero debemos estar bien y seguros con nosotros mismos. Los bebés y los niños pequeños encuentran ese confort y esa seguridad en los brazos de una madre.
Los brazos de una madre son la fuente de ternura más grande que existe y por eso los niños la buscan para sentirla. Gracias a esta ternura innata que les sale a todas las madres, los niños se abrazan a ellas para poder dormirse tranquilamente. ¿Cuántos niños buscan los brazos de sus madres para poder calmarse y relajarse? Todos.
Pero no solo los niños lo saben
¿Cuántas veces has ido a abrazar a tu madre para sentirte mejor siendo adulto? Si tienes una buena relación con tu madre es más que probable que hayas querido abrazarla solo para sentir de nuevo ese amor incondicional que solo ella te puede transmitir. Ni tu pareja, ni tus amistades… solo tu madre puede darte ese amor y será el mismo amor que tú ofrecerás a tus hijos.
Una vez que seas madre, y solo cuando sepas qué es amar incondicionalmente a tus hijos, podrás sentir todo ese amor puro e incondicional que tu madre ha sentido por ti desde el momento en que naciste. Será el mismo amor que darás a tus hijos. Y te darás cuenta, que tu madre te quiere de una forma que no se puede ni describir con palabras.
Lo mismo ocurre con los hombres, cuando se convierten en padres también pueden descubrir el amor que sus madres le han tenido desde el momento de su nacimiento, y entenderán la unión tan fuerte que existe entre padres e hijos.
Los niños pequeños buscan la ternura de los brazos de una madre, pero también la protección y la seguridad de los brazos de un padre. Porque los seres humanos para poder desarrollarnos emocionalmente de forma estable y saludable necesitamos ambas cosas:
1. Amor incondicional. Saber que nuestros padres nos aman por encima de todas las cosas y que estarán a nuestro lado tanto para lo bueno como para lo malo. Los padres son la guía, el apoyo, la orientación y el todo.
2. La seguridad y protección. Los padres son seguridad, protección, refugio y hogar. Todo lo que un niño necesita para sentirse bien consigo mismo y también con los demás.
¿Qué opinas? ¿Piensas que los brazos de tu madre son los más tiernos del mundo? ¿Crees que el amor incondicional de una madre no se puede comparar con nada en este mundo?
Bibliografía
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