La vida es un sabio ciclo que se repite una y otra vez. Todos comenzamos siendo bebés indefensos que deben ser cuidados por sus padres para nutrirse física y emocionalmente. Y conforme va pasando el tiempo, los bebés se convierten en adolescentes y los adultos van ganando años. Hasta que llega el inevitable momento en el que te vuelves “padre” de tus padres.
La juventud es un divino tesoro, pero no dura para siempre. Y a pesar la mayoría de las personas hemos crecido ejerciendo el papel de hijos y sintiendo día a día el amor incondicional que nos brinda nuestra familia, es algo que no es eterno. Pues el paso de los años es implacable y en un punto del camino debemos hacernos responsables de mamá y papá.
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Ser “padre” de tus padres es una muestra de cariño y lealtad
Cuando un ciclo comienza a cerrarse, otro comienza a florecer. Y es inevitable que llegue un momento en la vida en el que todo lo que parecía inquebrantable comienza a ceder. Y aunque envejecer es un proceso natural, no deja de sorprender cuando los brazos fuertes de papá comienzan a tornarse débiles o el hermoso cabello de mamá empieza a teñirse de blanco.
Es una realidad que a muchas personas les cuesta trabajo aceptar, pero que requiere de autodeterminación y fortaleza. Porque esas personas que antes nos educaron y enseñaron a caminar con sus pasos firmes, ahora pueden necesitar de nuestra ayuda para moverse. Y esos mismos que décadas atrás nos ayudaban a comer, ahora requieren de pequeños bocaditos para poder hacerlo.
5 consejos para afrontar el momento en el que te vuelves “padre” de tus padres
A ningún hijo le agrada la idea de saber que los años siguen pasando y con ellos el peso inclemente del tiempo sobre los hombros de sus papás. No obstante, cuando se acerca la oportunidad de darles nuestro auxilio es importante aprender a aceptar la realidad. Pues en este momento de vulnerabilidad en sus vidas es donde necesitan del apoyo de los hijos en los que invirtieron gran parte de su existencia.
Estas son algunas recomendaciones de gran ayuda.
1. Llénate de paciencia, empatía y tolerancia
La vida es un camino lleno de sorpresas y así como en el pasado tus padres tuvieron que llenarse de paciencia para criarte con amor, ahora tú debes hacer lo mismo con ellos para cuidarlos con afecto.
Y es que a medida que llega la vejez, tanto mamá como papá pueden tardar más tiempo en realizar actividades básicas, volverse testarudos o perder sus pertenencias. Por lo que aprender a tener empatía y ser tolerantes con ellos es indispensable.
2. Establece límites claros de convivencia
En algunas ocasiones, cuando las personas llegan a la tercera edad, suelen tener un cambio drástico de personalidad que las aleja de quienes eran antes. Lo cual puede hacer que los abuelos se tornen muy demandantes o exigir cuidados especiales.
Aunque está bien ceder ante algunos de esos reclamos, cuando está en la medida de lo posible, también es necesario aprender a poner límites saludables y utilizar el diálogo como herramienta para llegar a consensos.
3. Retribuye a tus padres todo el amor brindado
Cuando llega la vejez a la vida de nuestros padres es la oportunidad perfecta para devolverles todo el amor y la dedicación que nos brindaron a lo largo de su vida. Así que no sientas las nuevas obligaciones como un peso, sino como una ocasión para retribuir todos los sacrificios realizados.
Así que, si tu mamá siempre estuvo presente en cada momento de tu existencia, ayúdala y acompáñala ahora a ella a afrontar todos los cambios que vienen naturalmente con los años. Nunca la abandones y demuéstrale que tu cariño es leal y estará a su lado hasta el final de los días.
4. Aprende a controlar las emociones de manera inteligente
La inteligencia emocional es una herramienta que nos permite cuidar de nuestros sentimientos y de los demás en situaciones de estrés. Por tal motivo, cuando sientas que el ambiente con tus padres mayores se torna pesado, es importante aprender a mantener la calma. Reconocer las emociones, intentar controlarlas y no dejar que afecten nuestro día a día es clave.
5. Emplea la creatividad como una herramienta
A medida que nuestros papás comienzan a perder sus facultades físicas y mentales es vital hacer uso de la creatividad en las actividades cotidianas para despertar el interés y traer a la mente mágicos recuerdos del pasado. Por ejemplo, los estímulos audiovisuales como la música, las fotografías o los vídeos son perfectos para gestionar la pérdida de la memoria.
Cuando debas convertirte en el “padre” de tus padres acéptalo con cariño
Querámoslo o no, llega un punto de la vida en el que pasamos de ser cuidados a ser cuidadores. En donde debemos comenzar a ayudar a nuestros padres a caminar, a subir las escaleras, a bañarse, a comer y a realizar cosas básicas que antes hacían mejor que nosotros mismos.
Y aunque puede parecer muy difícil al principio comenzar a despedirnos de su antiguo ser, es una oportunidad de la vida para devolverles todo el cariño que nos brindaron durante años. Así que hazles saber que sin importar el esfuerzo estarás a su lado hasta el final.
Bibliografía
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