En tiempos de crisis, la paciencia activa es más importante que nunca, aunque siempre se debe tener presente. Por eso, es necesario que se adopte dentro de las rutinas propias.
Ante una situación difícil con niños, mantener la calma es siempre una prioridad. Por eso, antes de caer en actitudes que en nada ayudan, como la crítica constante o la intolerancia, es necesario parar, pensar, reflexionar y analizar nuestro comportamiento.
La paciencia activa
Podemos considerar la paciencia activa como lo contrario de la paciencia pasiva. En este segundo caso, priman elementos como la conformidad y la resignación. Es decir, aceptamos lo que viene y nos resignamos a ello, siendo esta una actitud más bien negativa y no deseable.
Mientras tanto, con la paciencia activa se mantiene siempre una actitud proactiva y fuerte. Es decir, la persona que la ejercita envuelve su espera con una capa de confianza, de positividad y de buen entendimiento.
Por eso, a la hora de afrontar cualquier actividad, la paciencia activa es primordial. De nada sirve hacer una rutina de ejercicios, por ejemplo, alimentarse bien o practicar manualidades para “matar el tiempo” mientras se espera un evento si la actitud no es la correcta. Es decir, todo es peor sin esa capa positiva y proactiva que nos hace pacientes en un sentido ampliamente confiable.
Para tratar este tema, nos basaremos en las teorías de Daniel Pareja Rivas, que es docente y autor del libro Yo amo, tú amas, él ama. En esta obra habla largo y tendido de la paciencia en el mundo actual.
Las claves de la paciencia activa
Mantener la calma en procesos de espera tensa siempre es muy importante. De lo contrario, más allá de la resignación, también puede aparecer la alteración y el padecimiento.
Sucede mucho en los niños que, cuando desean algo con muchas fuerzas, lo quieren de forma inmediata. De la misma manera, a veces, los padres pierden la calma cuando sus hijos no hacen bien una actividad o tardan en aprender alguna cosa, como puede ser el montar en bicicleta o incluso caminar.
El autocontrol
Una primera clave a considerar para ser paciente activo es mantener el autocontrol. No se trata de no saltar o brincar, es decir, requiere mantener la calma y sentirse tranquilo, sin excesos.
La paciencia a corto plazo
Hay que manejar sabiamente la paciencia a corto plazo. Por eso, todos los días es bueno hacer un esfuerzo, especialmente en el entorno familiar y, sobre todo, si se tienen hijos. Rebajar la impulsividad mejora las relaciones humanas.
La paciencia a largo plazo
Una vez controlado el primer impulso, llega el momento de trabajar la paciencia a largo plazo. Es fundamental que se aplique, pues, ante situaciones complejas, como puede ser un embarazo problemático.
Todos los miembros de la familia, especialmente la madre, como es lógico, deben mantener la calma, refrenar la impulsividad y no caer en la adversidad y la desesperación. Todo se acaba y hay luz al final del túnel, pese a los momentos difíciles en los que todo parece oscuro y sin solución.
La actividad cotidiana, una de las claves de la paciencia activa
Un detalle importante es romper con la actividad cotidiana actual, ya que suele tender mucho a la inmediatez de los resultados, por lo que no ayuda a desarrollar la paciencia de forma adecuada.
Esta necesidad de resultados a corto plazo y la inmediatez en que vivimos en la actualidad provoca que los tiempos de espera se perciban como algo negativo y contraproducente.
Se dice que el mundo del clic, gracias a las nuevas tecnologías, provoca que vivamos en una realidad en la que cuesta decir que no, pensando con elevado cortoplacismo e incapacidad para la espera. Evitémoslo.
La esperanza
La paciencia activa también necesita de esperanza. Para ello, es interesante enseñar a niños y adultos la necesidad de amar y valorar los momentos de espera.
Es necesario que todos disfruten del viaje hasta que logren el objetivo, con esperanza de conseguirlo, no con resignación y conformidad por no alcanzarlo. El premio será todo el camino, no solo el resultado.
Así que, si necesitas esperanzas para mantener tu paciencia activa, mira a tu alrededor. Personas que luchan día a día para salir adelante, en todas las edades, países y clases sociales, ofrecen lecciones interesantes.
Aprovecha todas las oportunidades que te da la vida para practicar la paciencia activa. Tarde o temprano, verás que tu mundo va cambiando, mejorando y volviéndose más cómodo, más tranquilo y más justo.