Los niños suelen ver al mundo desde la curiosidad y la exploración. Generalmente, se preguntan por cosas que los adultos naturalizamos y damos por sabidas. Sin embargo, compartir con ellos es una excelente oportunidad para mirar todo con ojos de asombro, para enriquecerse con sus ideas y también para fomentar la reflexión en los pequeños como un hábito. Veamos cómo hacerlo y cuáles son sus beneficios.
¿Para qué queremos fomentar la reflexión en niños?
Sin dudas que fomentar la reflexión en niños tiene grandes beneficios, pero sobre todo les damos lugar para que se conviertan en agentes y protagonistas de su propio aprendizaje.
Por otro lado, también es muy importante fortalecer la relación entre los distintos agentes que intervienen en la educación de los menores. Es decir, que no puede ser una responsabilidad exclusiva de la familia o de la escuela. Mientras más articulado esté este trabajo, mejor será para ellos. Estos son algunos de los numerosos beneficios de fomentar la reflexión en los chicos.
- Les permite generar un pensamiento crítico.
- Contribuye a desarrollar la empatía y a entender las situaciones desde múltiples puntos de vista.
- Les ayuda a establecer relaciones entre diferentes situaciones.
- Colabora en el desarrollo de la imaginación.
- Ayuda en el control de los impulsos: si les enseñamos a reflexionar, tendrán más herramientas para hacerlo antes de actuar.
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5 claves para fomentar la reflexión en los niños
Es muy importante que la reflexión se convierta en algo cotidiano en el hogar, aunque sea por unos minutos a diario. No tiene que ser algo muy armado u organizado, pero si constante. También, podemos valernos de distintos elementos que ayuden a estimular esa reflexión, como por ejemplo, emplear algún cuento o una canción como disparadores. Además, es clave dejar de separar la inteligencia de la inteligencia emocional.
En este sentido, también se trata de conocer a los niños e identificar cuál es la estrategia de aprendizaje más adecuada para ellos. Algunos tendrán mejores destrezas para pensar cuando se emplea algún soporte visual, mientras que otros prefieren hacerlo a través de la música. Asimismo, siempre es recomendable tener en cuenta su edad.
A continuación, veremos algunas de las claves para fomentar la reflexión en los niños:
1. Ayudarlo a relacionar situaciones
Cuando el pequeño pregunta o cuenta algo sobre algún episodio, es bueno ayudarlo a que pueda relacionarlo con otras situaciones. Para ello, podemos invitarlo a que use ejemplos cuando explique algo.
2. Enseñarle el significado de las palabras
Cuando el menor utiliza determinadas palabras u objetos, puedes pedirle que te explique si sabe lo que significa y para qué se usa. Por ejemplo, si dice la palabra “vehículo”, puedes preguntarle ¿para qué se usa? De esta manera, lo ayudas a pensar en las múltiples situaciones para las que se puede emplear, como ser, ir de viaje a lo de la abuela, llegar al trabajo o llevar a las mascotas al veterinario, entre otras.
3. Orientarlo con preguntas
Orientar con preguntas al niño le permitirá pensar en distintos escenarios y emociones. Por ejemplo, la reflexión en los chicos también puede ir de la mano con el desarrollo de la empatía. Entonces, algunas preguntas que podemos hacerle son las siguientes: ¿qué sentirías si te ocurriera a ti?, ¿por qué crees que esa persona actúa de esa manera?, ¿crees que podrías hacer algo al respecto?, o ¿qué harías en su lugar?
4. Proponerle distintas actividades
El desarrollo de la creatividad les permite a los niños encontrar múltiples caminos y formas para llegar a distintos resultados. También les enseña que más allá de las cuatro paredes del hogar hay otro mundo. Y que mientras más lo conocen, más se enriquecen.
Entonces, podemos proponer diferentes actividades, como por ejemplo participar de juegos, hacer manualidades, bailar, cantar o realizar algún deporte. Esto les permitirá conocer otras cosas y no dar nada por sabido o conocido.
5. Plantear espacios de diálogo
Plantear espacios de diálogo y de debate en familia también ayuda a los niños desarrollar la capacidad de reflexión. De acuerdo con la edad, podemos proponer algún tema sobre el que cada uno debe manifestar su opinión o lo que cree al respecto. Además, se deberán plantear los aspectos a favor y en contra. Estos pueden ser temas de actualidad, alguno que circula en redes sociales o más generales, como cuál es la música que más le gusta.
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Enseñar que existen múltiples respuestas
Cuando fomentamos la reflexión en los niños, lo que hacemos es mostrarles las múltiples caras de la realidad. De este modo, aprenden que existen muchas formas de ser y de vivir y que no todos nos encontramos en las mismas condiciones. De esta manera, logran comprender que no hay una verdad absoluta y que existen múltiples formas de entender una situación o de abordar un problema. De todas formas, siempre es importante orientarlos sobre los valores y el respeto.
También, fomentamos la autonomía del pensamiento para que no sean como soldados o robots que repiten lo que hacen los otros o, incluso, sus progenitores. Así, aprenden a que son capaces de pensar por sí mismos.
Bibliografía
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- Razeto, A. (2016). El involucramiento de las familias en la educación de los niños: Cuatro reflexiones para fortalecer la relación entre familias y escuelas. Páginas de educación, 9(2), 184-201.
- Bedoya, M. N. (1990). El juego como recurso didáctico:: una reflexión educativa. Tabanque: Revista Pedagógica, (6), 113-122.