El perro boca abajo: postura de yoga para niños

La postura del perro boca abajo es una de las posturas de yoga más reconocidas que resulta muy accesible para los niños. Es fácil de identificar e invita al juego y a dar rienda suelta a la imaginación.

Niño realizando la postura del perro boca abajo.

La práctica del yoga tiene muchos beneficios para los niños, no solo desde el punto de vista físico, sino también emocional. Entre otras cosas, el yoga fomenta la creatividad infantil, favorece el autocontrol y potencia el conocimiento de uno mismo. En las siguientes líneas vamos a centrarnos concretamente en la postura del perro boca abajo y sus beneficios para los niños.

El perro boca abajo es una de las primeras posturas de yoga que aprenden los más pequeños. Esta postura tiene la capacidad de ser relajante y energizante y favorece que la sangre fluya, por lo que ayuda a centrar el enfoque.

Sin embargo, los niños no se dan cuenta de esto. En su lugar, ven esta postura como algo divertido, original y muy gráfico. En general, las posturas de animales llaman mucho la atención de los pequeños, porque les da pie a imaginar y a jugar.Mujer haciendo la postura del perro boca abajo.

¿Cómo hacer el perro boca abajo para niños?

El perro boca abajo no requiere modificación alguna cuando se les enseña a los niños. Sin embargo, da mucho juego a la hora de realizar dinámicas, evocar historias o plantear retos. Así pues, una forma de explicar la postura del perro boca abajo a los más pequeños es la siguiente:

  1. Comienza a cuatro patas.
  2. Mete los dedos de los pies, flexionándolos hacia abajo, como si te fueras a poner de puntillas.
  3. Estira las piernas y levanta las caderas hacia el techo.
  4. Deja la cabeza colgando entre los brazos, como si quisieras mirar entre los pies.
  5. Vuelve a flexionar las piernas y baja despacio para volver a apoyar las rodillas en el suelo.

No pasa nada si los niños no estiran del todo las piernas. En esta postura lo más importante es levantar la cadera y estirar la espalda.

Variación: el perro de tres patas

Una variación muy divertida del perro boca abajo es el perro de tres patas. En este sentido, se les puede explicar a los niños de la siguiente manera:

Desde la postura (paso 4 de la explicación anterior), eleva una pierna todo lo que puedas y aguanta ahí. Después, vuelve a la postura de perro boca abajo y colócate a cuatro patas de nuevo. Después, repite con la otra pierna.

Además, desde esta postura del perro de tres patas podemos enseñarles una postura más: el escorpión. Para hacer el escorpión solo hay que flexionar la pierna que hemos subido para hacer el perro de tres patas.

Claves para que los niños dominen el perro boca abajo

Como ya hemos comentado, la clave de esta postura es elevar la cadera y estirar la espalda. Así que no pasa nada si los niños flexionan las rodillas. En cuanto a la distancia entre manos y pies, tampoco hay que ser demasiado puristas. Según la edad de cada pequeño y de su fisionomía se colocarán como puedan.

A lo que sí que hay que prestar atención es a la colocación de las manos. Los dedos deben presionar el suelo con las yemas, prestando especial atención al pulgar y al índice, para quitar presión de las muñecas y distribuir mejor el peso en las manos. Para explicárselo a los niños, se les puede decir que se agarren al suelo con los dedos.

Otra de las claves para hacer bien la postura del perro boca abajo es la colocación de la cabeza. Para eso hay que dejarles espacio. Esto se hace abriendo el pecho y juntando las escápulas. Para indicárselo a los niños, es buena idea tocarles en la espalda para que noten qué tienen que mover.Niña haciendo la postura del perro boca abajo.
Una vez que han abierto la zona del pecho, la cabeza tiene espacio para caer. Como indicamos anteriormente, una buena forma de conseguir que los niños coloquen bien la cabeza es indicándoles que se miren entre los pies.

Sobre los beneficios del perro boca abajo para los niños

En definitiva, la postura del perro boca abajo ayuda a fortalecer los brazos y las piernas. Además, ayuda a incrementar la flexibilidad en general y a vigorizar todo el cuerpo.

Sin embargo, esta postura tiene otros beneficios todavía más interesantes para los niños. Por una parte, les ayuda a obtener una perspectiva diferente de las cosas desde esta posición invertida, lo que puede contribuir a alimentar su curiosidad.

Por otra parte, esta postura induce a la calma, puesto que requiere atención, lo cual puede ayudar a controlar rabietas y calmar los ánimos. ¿A qué esperas para ponerla en práctica en casa con tus niños?

Bibliografía

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