Bao es una pequeña película de animación que muestra, de una forma original, las consecuencias que puede tener el hecho de dejar de atender y criar a los hijos, porque estos abandonan definitivamente el hogar. Este corto, que trata sobre el síndrome del nido vacío, ha ganado el Premio Óscar al Mejor Cortometraje Animado en 2019.
Curiosamente, Bao es el primer corto de Pixar dirigido por una mujer. Su creadora, Domee Shi, se ha encargado de plasmar a la perfección, en tan solo 3 minutos, los sentimientos que una madre tiene cuando su hijo decide emprender su camino de manera independiente.
“Lo importante de una familia no es vivir juntos, sino estar unidos”.
-Anónimo-
Bao: un corto sobre el síndrome del nido vacío
Bao está protagonizado por una mujer de origen chino-canadiense que se siente sola y desanimada. Al comienzo del cortometraje se puede ver cómo la mujer cocina baos, una especia de bollos de pan al vapor rellenos, para comer junto a su marido.
Pero, para su sorpresa, al intentar morder uno de ello, este cobra vida y empieza a llorar. Desde entonces, alimenta y cuida al pequeño pan al vapor como si de un hijo se tratara. Este, poco a poco, va creciendo y demandando más libertad y autonomía. Sin embargo, la madre es excesivamente sobreprotectora con él, hasta el punto de no dejarle jugar al fútbol con otros niños.
Así, cuando llega la etapa de la adolescencia y la juventud, este se vuelve rebelde y decide no pasar tanto tiempo con su madre. Esto a ella le sienta fatal. Pero el mayor problema llega cuando su hijo le presenta a su novia y le anuncia sus planes de irse a vivir juntos, abandonado el hogar familiar.
Dicha situación desborda a la mujer quien, en un ataque de tensión, nervios e ira, decide comerse al pan al vapor, es decir, a su propio hijo. Enseguida, se arrepiente de lo sucedido y llora desconsolada.
Tras esto, se puede observar cómo la madre se encuentra muy triste en su cuarto. Es, entonces, cuando aparece en la habitación su verdadero hijo, que no es un bao, sino una persona. Así, ambos se reconcilian, manifestando el cariño que se tienen.
Finalmente, podemos ver a todos los miembros de la familia reunidos, incluida la novia del hijo, haciendo panes al vapor. Esta última escena muestra la cara de satisfacción y felicidad de una madre que ha superado el síndrome del nido vacío.
Algunas reflexiones sobre este corto de animación
Este maravilloso cortometraje de animación nos permite reflexionar sobre lo importante que es, para una madre, prepararse para la partida de un hijo. Para ello, lo primero que hay que hacer es aceptar que esto, en algún momento, va a suceder.
Ten en cuenta que los niños crecen y se convierten en jóvenes y adultos que necesitan crear su propio proyecto o plan de vida. Pero no tenemos que ver esto como algo triste y desolador, sino como una etapa más de la maternidad.
Si una madre, durante años, dedica parte de su tiempo a educar y a criar a su hijo de la mejor forma posible, seguramente se cree un fuerte vínculo afectivo entre ambos. Estos lazos de unión permanecen para siempre, incluso cuando los hijos deciden abandonar el núcleo familiar.
“Tarde o temprano se marchan, siendo el viaje de ida largo. Livianos de equipaje viajarán, y solamente llevarán los valores y el amor que pudiste darles, mientras fueron tuyos. Solo hasta entonces la vida misma te dirá si tu legado y enseñanza han sido buenos. Solo recuerda que tarde o temprano se marchan”.
-Joel Tumax Rubin-