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Te gusta bailar pero estás embarazada. ¿Qué te detiene?

4 minutos
¿Sabías que la actividad física y el embarazo son compatibles? Si te gusta el baile, descubre cómo puedes adaptarte durante tus meses de embarazo.
Te gusta bailar pero estás embarazada. ¿Qué te detiene?
Escrito por Equipo Editorial
Última actualización: 15 julio, 2021

Cuando estamos embarazadas podemos tener miedo hasta de respirar, sin embargo, no es preciso limitarnos demasiado. Por ejemplo, si eres de las que disfruta bailar, ¿por qué no asegurarte de si es seguro hacerlo?

Como sabemos, el ejercicio moderado puede ser beneficioso durante la gestación. En algunos casos el especialista indica reposo, y en otros son nuestras emociones las que juegan en contra. De alguna manera estamos condicionadas a nuestra situación particular.

Todos los embarazos son diferentes, pero a veces las ganas de bailar son las mismas. El placer de movernos al ritmo de la música no debería estar contraindicado en términos generales. ¿Qué opinan los expertos? ¿Es seguro dar rienda suelta a este deseo?

Bailar durante el embarazo, ¿es posible?

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En la mayoría de los casos no se necesitan excusas para arrancar a bailar. Sin embargo, algunas ocasiones son ideales para el baile, todo depende de que sea el tipo de música adecuado y de nuestro estado de ánimo.

Durante el embarazo se pueden presentar muchas situaciones que nos provoque mover un pie. Sin embargo a veces, nos limitamos por temor a dañar al bebé o afectar nuestra propia salud. Se puede entender que exista prudencia pero no en todos los casos puede ser recomendable.

Ningún lenguaje puede expresar el poder, la belleza y el heroísmo del amor de una madre

-Edwin H. Chapin-

Los especialistas insisten en lo siguiente: el embarazo no es una enfermedad. Con seguridad muchas madres opinan igual y nos pueden contar su propia experiencia. En tal sentido, para afirmar que sí se puede bailar estando embarazadas, debemos tomar en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • La suavidad de los movimientos que se requiere en estos casos, van de la mano con el equilibrio. No solo se trata de que el ritmo sea suave, sino de que no exista la posibilidad de un tropiezo o caída. Los giros bruscos y flexiones, requieren mucha precaución
  • Saltos y rebotes no son nada convenientes durante la gestación, en especial durante el primer trimestre. En esta etapa el riesgo de desprendimiento de la placenta es muy alto. En el último trimestre, también es inconveniente debido al volumen del útero
  • Al igual que el ejercicio, el baile no puede ser muy intenso. Además de evitar desequilibrio, saltos y botes, también debemos medir el tiempo y la intensidad del baile.
  • Los principales ejercicios recomendados en el embarazo son el nado y la caminata. Se estima que unos 30 minutos diarios de actividad física son beneficiosos para madre e hijo. Si, en cambio, dedicamos este tiempo a un baile seguro, quizá obtengamos el mismo provecho.
  • Algunos tipos de baile pueden mejorar la resistencia en el parto. Además, la actividad es necesaria para evitar problemas cardiovasculares y la diabetes. Contribuye al mantenimiento del peso y definitivamente reduce el estrés.

Hay atajos para la felicidad, y el baile es uno de ellos

-Vicki Baum-

Recomendaciones para bailar en esta etapa

El ritmo que elegimos es muy importante, pues conducirá la sesión con más precisión. La danza árabe es bastante recomendable, pues sus movimientos son suaves y no requiere que separemos mucho los pies del suelo.

Al comenzar el baile, conviene hacerlo lentamente, evitando que la temperatura de nuestro cuerpo se eleve de manera brusca. De igual manera, al bailar es preciso cuidar la postura, para evitar lesiones en la espalda debido al peso del embarazo.

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Aunque el ritmo nos conduzca sin piedad, tratemos de estar conscientes de qué movimientos evitar. Por ejemplo, si conocemos alguna coreografía en particular, tratemos de ejecutar un movimiento diferente si no conviene. Lo principal es evitar caídas peligrosas, moverse con cautela es la clave.

Los expertos recomiendan que incluyamos una rutina de calentamiento, para que los músculos no se esfuercen. Además, no olvides mantenerte hidratada antes, durante y después de bailar. Recuerda que vamos a transpirar así no lo queramos, por eso, es muy importante reponer el líquido perdido.

Antes de tomar la iniciativa de ponerte a bailar, debes escuchar la opinión de tu médico. Si tu embarazo se encuentra lo suficientemente bien, puedes intentarlo, de lo contrario no te apresures. Asimismo, detén el proceso si presentas síntomas extraños. Interrumpe el ejercicio y consulta a tu médico si sientes mareos, flujo o sangrado anormal, falta de aliento, dolor abdominal y de pecho, contracciones o ausencia de movimiento fetal.

 

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.