Los pequeños necesitan ir ampliando su vocabulario poco a poco. Por un lado, lo harán conforme vaya creciendo su conocimiento del mundo que los rodea. Por otro lado, a los niños les ayudará el uso de sinónimos y antónimos de palabras que ya conocen.
Los sinónimos y antónimos para niños los podemos trabajar a partir de los 5 años, cuando ya manejan un léxico de 3500 palabras, aproximadamente. Así, les ayudaremos a desarrollar sus aptitudes verbales.
Definición de sinónimos para niños
Llamaremos sinónimo a aquellas palabras que tienen un significado igual o muy similar, pero que se escriben de manera diferente. Es importante tener en cuenta que los sinónimos tienen diferentes grados y no todos se pueden usar en los mismos contextos.
Son palabras que solemos utilizar para no repetir una que ya hemos empleado. Un ejemplo de palabras sinónimas puede ser casa y residencia.
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Definición de antónimos para niños
Los antónimos son aquellas palabras que tienen un significado opuesto o contrario entre sí. Un ejemplo de este tipo de palabras puede ser feliz y triste. A veces, los antónimos se crean añadiendo un prefijo de oposición como es el caso de cómodo e incómodo.
Juegos con sinónimos y antónimos para niños
Jugar es, sin duda, la mejor manera de aprender. Por ello, aquí proponemos algunas ideas que pueden ayudar a que nuestros niños comprendan el significado y uso de palabras sinónimas y antónimas.
Identificar la emoción
Con este juego, además de trabajar los sinónimos y antónimos para niños, podremos trabajar las emociones. Para ello, crearemos tarjetas con nombres de emociones como alegría, felicidad, tristeza, rabia, etc., y pediremos al niño que escoja una tarjeta e identifique el tipo de emoción (positiva, negativa, agradable, desagradable…).
Después, deberá seleccionar todas las tarjetas que contengan una emoción similar. Si queremos, en este momento podremos añadir una pequeña explicación de lo que es un sinónimo, dependiendo de la edad del niño.
Una vez identificadas las emociones similares, podemos centrarnos en las contrarias a las de la tarjeta escogida por el niño y trabajar la noción de antónimos, si se desea.
Grupos de palabras
Para este juego solo tendremos que escribir en un círculo cuatro o cinco sinónimos y un antónimo. Pediremos al niño que lea todas las palabras y que marque la que no tenga un significado opuesto.
Crucigramas
En internet podemos encontrar fácilmente herramientas que nos permiten realizar nuestros propios crucigramas, así que los podremos adaptar a la edad y conocimientos de nuestros hijos. Si tenemos varios de edades similares, podemos incluso hacer un pequeño concurso.
Juego de imágenes
Para los pequeños que no dominen la lectoescritura, podemos centrarnos en trabajar estos conceptos con dibujos. Les diremos una palabra y tendrán que buscar una imagen que se asemeje lo más que se pueda a dicha palabra y otra que represente lo contrario. Dejaremos que sean ellos quienes expresen el sinónimo y el antónimo correspondiente, basándose en las imágenes que han elegido.
Juegos interactivos
En la red podemos encontrar muchos juegos interactivos que nos ayuden a trabajar el concepto que queramos. Son especialmente útiles para trabajar la gramática. Además, el uso del ratón y el teclado contribuye al desarrollo de la motricidad.
Eso sí, siempre debería haber un adulto presente mientras el niño maneja el ordenador, y nunca se debería exceder el tiempo aconsejado delante de una pantalla correspondiente a cada edad.
Ejercicios con sinónimos y antónimos para niños
Con niños más mayores (de entre nueve y diez años) podemos realizar ocasionalmente un ejercicio posterior a una lectura conjunta para fomentar el uso de sinónimos y antónimos, y el razonamiento verbal. Podemos proponerles a los niños que busquen sinónimos o antónimos en el texto, o bien que los piensen ellos mismos a partir de alguna de las palabras leídas.
De igual modo, podemos pedirles que sustituyan una palabra por otra para que experimenten y comprendan el uso de sinónimos totales y contextuales.
11 actividades complementarias con sinónimos y antónimos
Además de los juegos mencionados, podemos sumar otras actividades lúdicas que se podrían incorporar a las rutinas familiares de los fines de semana, similar a ver una película. Sin necesidad de hacer explícita ante los niños la intención de enseñarles a distinguir estos recursos del lenguaje, mediante el juego estaríamos afianzándoles de forma divertida este conocimiento. ¡A jugar y aprender!
1. Dominó
El clásico juego del dominó es un excelente recurso para aprender a reconocer sinónimos y antónimos. Construimos las fichas en láminas de cartón, y en cada extremo, colocamos palabras que tengan su correspondiente sinónimo o antónimo según el caso. Por ejemplo, para comenzar en veinte fichas tenemos:
1. Ave – Abrir – 2. Noche – Auto – 3. Tierra – Coche – 4. Día – Mojado – 5. Blanco – Triste – 6. Todo – Negro – 7. Detener – Subir – 8. Bajar – Pájaro – 9. Abrir – Acelerar – 10. Comer – Dormir – 11. Alimentar – Alegre – 12. Pared – Brisa – 13. Muro – Cielo – 14. Viento – Nada – 15. Mojado – Caminar – 16. Seco – Andar – 17. Feo – Hablar – 18. Música – Bonito – 19. Melodía – Charlar – 20. Seco – Despertar
Repartir diez entre dos jugadores o cinco entre cuatro. Y mientras se familiarizan con el juego, lo ideal es que los niños estén orientados por adultos.
2. Selección
Con la anterior o una nueva lista de palabras, hacer dos columnas que le permitan al niño seleccionar el sinónimo que corresponda, con una línea o color. Por ejemplo:
Bajar, Pájaro, Abrir, Acelerar, Comer, Dormir, Alimentar, Alegre, Pared, Brisa, le corresponden Viento, Ayunar, Detener, Subir, Despertar, Muro, Triste
3. Elección
Una variante de esta actividad es presentarle al niño la nube de palabras, bien de sinónimos o bien, de antónimos. Luego, dictarle una palabra para que encuentre el sinónimo o antónimo correspondiente.
4. La bolsa de las palabras
Tal como se lee, se trata de hacernos de una bolsa que día a día vamos llenando con palabras recortadas de revistas o periódicos. Al encontrar una sonora y hermosa, ¡Zas! a la bolsa. Claro que nos hemos asegurado de que estas palabras tienen sinónimos o antónimos.
El juego consiste en que, reunidos en una tarde cualquiera, comenzamos a sacar palabras de la bolsa. Y el que acierte con el sinónimo o antónimo, suma puntos, que se traducirán en algún delicioso premio.
5. La ronda de los sinónimos y los antónimos
Esta actividad es especial en la casa con los primos o en el salón de clases. Una vez que están todos sentados en ronda, a uno de los niños se le asigna una palabra a la que le debe encontrar un sinónimo o antónimo.
Al responder, y siguiendo la dirección de las agujas del reloj, le ofrecerá al que tiene al lado una nueva palabra a la que le debe encontrar de igual manera un sinómino o un antónimo.
Pierde o sale de la ronda el que no logra encontrar la palabra apropiada o teniendo posibilidades de un sinónimo o antónimo, no logra responder en el tiempo establecido para ello. Un cronómetro hace las cosas más emocionantes.
6. Encuentra los sinónimos
Ofrecer dos listas de palabras, en las que habrá algunas que harán parejas de sinónimos. La idea es que hayan muchas más que no, para que tenga un interesante nivel de dificultad.
7. Descubre los antónimos
La actividad anterior se complementa o hace más divertida con listas de palabras que contengan sinónimos y antónimos, de modo que al número se une la necesidad de fijar los conceptos y así poder elegir de manera correcta y precisa.
8. La invitada sorpresa
Esta actividad se desarrolla de la siguiente manera. En una nube de sinónimos, colar un término desconocido, que invitaría a ir al diccionario. Por ejemplo, proponemos: banco, silla, poltrona, banqueta, silleta, taburete, mecedora, asiento… pero de reojo introducimos: jamuga.
¿No la conoces? Entonces, ya sabes qué hacer.
9. La rueda de los sinónimos y antónimos
Esta actividad consiste en sentar a los niños en ronda y a cada uno entregarles palabras seleccionadas. En el centro, poner a girar una botella. Cuando se detenga apuntando a uno de los niños, pedirle que tome una de las palabras que tiene en su mano y le construya el sinónimo o el antónimo según el caso. Por ejemplo, el niño saca la palabra paraguas, la cual tiene como opciones de sinónimo: sombrilla, parasol, o quitasol.
10. Los detectives
En una habitación estarán ocultas las pistas del extraño caso del táper con galletas extraviado. La frase para armar conduce a un premio: En el táper azul que está en la cocina hay galletas. Los detectives diccionario en mano deben hilar los sinónimos que reconstruyan la frase y le dan sentido.
Las pistas serán sinónimos, del tipo: (fiambrera, tartera, tarrina, lonchera) – (añil, azur, índigo, cobalto, garzo, zarco) – (fogón, hogar, horno) – (bizcochos, barquillos, pastas, obleas).
¡Claro está, asegúrate de tener una tarrina añil repleta de pastas en el hogar!
En todas estas actividades, es importante que maestros o padres escojan las palabras acordes a la edad y al nivel de escolarización. Para así cuidar que los niños no terminen sintiéndose desilusionados por no poder responder. Lo importante es que la dificultad sea divertida y que invite a la aventura del conocer, descubrir y descifrar.
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11. Finalmente, invitémosles a cantar con poemas y juegos de palabras
Son muchos los poemas que contienen sinónimos y antónimos, acá te presentamos dos de los poetas españoles Rafael Alberti y Federico García Lorca, que pueden ayudar a ilustrar su uso por medio de la literatura:
Ejercicio de antónimos
Se equivocó la paloma
Se equivocó la paloma.
Se equivocaba.
Por ir al Norte, fue al Sur.
Creyó que el trigo era agua.
Se equivocaba.
Creyó que el mar era el cielo;
que la noche la mañana.
Se equivocaba.
Que las estrellas eran rocío;
que la calor, la nevada.
Se equivocaba.
Que tu falda era tu blusa;
que tu corazón su casa.
Se equivocaba.
(Ella se durmió en la orilla.
Tú, en la cumbre de una rama.)
Rafael Alberti
Ejercicio de sinónimo
Noche
Cirio, candil,
farol y luciérnaga.
La constelación
de la saeta.
Ventanitas de oro
tiemblan,
y en la aurora se mecen
cruces superpuestas.
Cirio, candil,
farol y luciérnaga.
Federico García Lorca
Conclusión
Conocer la lengua implica saber el uso y el significado de las palabras. Por ello, es importante que los niños aprendan desde pequeños a utilizar sinónimos y antónimos. Esto les ayudará a afrontar con más soltura el momento de expresarse, pues sentirán que cuentan con los recursos suficientes para desenvolverse en contextos muy diversos.
Bibliografía
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