7 juegos para enseñar el abecedario a los niños

¿Buscas la forma más divertida de enseñar a los niños el abecedario? Los juegos son la mejor opción, pero no te conformes con uno: experimenta con todas nuestras propuestas, porque cada niño es un mundo.
7 juegos para enseñar el abecedario a los niños
Elena Castro

Escrito y verificado por la filóloga Elena Castro.

Última actualización: 08 abril, 2024

Los primeros pasos del aprendizaje y los juegos siempre van de la mano. Aprender debe ser divertido y captar la atención de los niños es clave. Por eso, hemos recopilado los mejores juegos para enseñar el abecedario a los niños.

1. Letras de madera para enseñar el abecedario

Cuando los niños aprenden el abecedario, son muy pequeños y necesitan investigar y explorar su entorno y todo lo que los rodea. Utilizar este hecho a tu favor es una gran ventaja, ya que se interesarán desde el primer momento. Algo tan sencillo como las letras de madera será el punto de partida.

Juego 1: coloca las letras

Deja que los niños las cojan, muevan y giren. Ahora, dibuja en un papel, por ejemplo, el abecedario o su nombre en mayúsculas, para que reconozca las letras fácilmente. Tendrá que encontrar las letras con la misma forma y colocarlas sobre las que están dibujadas. Es muy similar al juego de meter las formas geométricas por el hueco correcto.



Juegos para enseñar el abecedario a los niños.

Juego 2: dibuja las letras

¿Cuántas veces has dibujado las manos de tus hijos sobre un papel y se han quedado boquiabiertos cuando las han quitado y veían que seguían dibujadas? ¿Por qué no hacer lo mismo con las letras? Pueden formar palabras simples, como los nombres de la familia o gato o casa. Así, poco a poco, aprenderán también lo que significan esas palabras.

Juego 3: una letra y un dibujo

Para este juego se pueden utilizar animales u objetos cotidianos que los niños puedan reconocer con facilidad. Cuanto más familiarizados estén tus hijos con las palabras y más fáciles sean de pronunciar, mejor.

Como la representación gráfica es muy importante, el objetivo será que cada letra esté asociada con su representación. Por ejemplo, la a puede ser una abeja amarilla; la g, un gato gris; o la f, una fuente con flores alrededor. Si intentas utilizar varios dibujos de palabras que empiezan con esos sonidos, les será mucho más fácil recordar el abecedario.

2. Código secreto para enseñar el abecedario

La dinámica de este juego es muy sencilla y ayudará a los niños a recordar el orden de las letras. Para ello, no necesitas más que un papel y un lápiz. Escribe en la parte superior el abecedario y asigna un número a cada letra (A 1, B 2, C 3…).

Toma los números como referencia y escribe una palabra o una frase corta solo con los números correspondientes. Los niños tendrán que ejercitar la capacidad de relación entre número y letra, el pensamiento abstracto y la escritura. Además, pueden ir un paso más allá: deja que hagan sus propios mensajes secretos para ver si se pueden comunicar como auténticos espías.

Otros juegos para enseñar el abecedario

Hay decenas de juegos para enseñar el abecedario, ya que la creatividad no tiene límites. Ya hemos visto algunos de ellos, aunque ahora nos vamos a centrar en otros juegos para los más pequeños. Porque ¿cómo se puede enseñar el abecedario a los niños niños que todavía no escriben?

Juegos para enseñar el abecedario a los niños.

3. “Yo meto en la maleta…”

Este juego, reseñado en un estudio sobre gamificación en educación primaria, consiste en que cada niño va citando una letra del abecedario, pero a la vez antes de decir la que le corresponde, repite la que han dicho sus compañeros.

Es decir, el primero dice A, el segundo dice A, B, el tercero dice A; B. C… y así sucesivamente. La ronda termina cuando ya ha sido dicho todo el abecedario.

4. Abecedario viviente

Para esta actividad, presentada en una propuesta gamificada para fomentar la motivación de los alumnos en la educación infantil se prepara un mural con animales y se colocan en una cartelera imágenes que correspondan a tres hábitats: terrestre, acuático y aéreo.

Luego se ordenan en el suelo las letras del abecedario.

La actividad se inicia así: se le nombra al niño una letra y se le mencionan las cualidades de uno de los tres hábitats.

Acto seguido, se dirige al mural donde están expuestos los animales distribuidos en sus hábitats correspondientes, para buscar uno con las características descritas.

Cuando lo encuentre, lo marcará con la letra del abecedario por la que empieza su nombre.

5. Pasapalabra

La actividad diseñada a partir de la tesis Juegos y juguetes para enseñar ciencias, amerita preparar unas cartas con preguntas o adivinanzas que tendrán en las letras del Abecedario el ingrediente principal.

Por ejemplo, una carta dirá:

Comienza con la letra Ll.

Viene del cielo, del cielo viene,
a unos disgusta y a otros mantiene.

La respuesta es Lluvia.

Otro ejemplo:

Comienza con la letra A

Ni lo puedes ver, ni puedes vivir sin él.

La respuesta es Aire

Otro ejemplo para finalizar y demostrarte lo divertido que puede llegar a ser este juego:

Comienza con la letra B

Con ella vives, con ella hablas, con ella rezas y hasta bostezas.

La respuesta es Boca

Como ves, la idea es tener preguntas y respuestas por cada letra del abecedario.

6. Canciones

La opción más sencilla (y efectiva) es mediante canciones. La memoria musical es increíble, ya que recordamos la letra, el ritmo y la melodía de una canción incluso cuando pasa mucho tiempo o creemos que la hemos olvidado.

¿Por qué no utilizarlo a nuestro favor? Los niños se divertirán a la vez que aprenden a recitar las letras del abecedario. Otra variante de las canciones es que, si tienen un abecedario delante, sigan las letras con el dedo al mismo tiempo que las cantan. Así empezarán a relacionar el sonido con la grafía.



7. Mímica y leer los labios

Otros juegos alternativos, como la mímica, ayudan a que los niños relacionen la forma de las letras con su nombre. Esto se puede hacer de múltiples maneras para que ejerciten la expresión corporal y el pensamiento abstracto:

  • Pueden hacer la forma de las letras con los dedos de las manos o con el cuerpo y que otro las adivine.
  • Dibujar con el dedo las letras en el aire o sobre un papel para que las reconozca otra persona.

Además, el juego de leer los labios los ayuda a vocalizar mejor las letras cuando hablan. Y, como tienen que exagerar la forma de los labios y la posición de la boca, es un gran ejercicio de pronunciación.

Los Abecedarios, un recurso lúdico y estético

Los abecedarios, dice la investigadora Marta Sanjuán, tal vez sean los libros infantiles ilustrados más antiguos.

Están diseñados para cumplir cuatro funciones: ayudar a interiorizar el alfabeto, reconocer el formato tipográfico de las letras, convertir algo arbitrario en un significado y “hacer que el niño adivine el nombre que corresponde a la imagen visual y establezca el paralelismo con la parte verbal”.

En cuanto a su función: inician a los niños en la lectura, instruyen en diversos contenidos siendo las primeras y más básicas formas de enciclopedia, se asocian “al juego rítmico y fonético de las retahílas infantiles” y desarrollan la relación lúdico-gráfica.

Tienes ahora muchas más razones para buscar un abecedario bellamente ilustrado.


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