¿Se puede comer mozzarella en el embarazo?

El principal peligro del consumo de mozzarella y otros quesos en el embarazo es la presencia en su interior de bacterias que puedan resultar perjudiciales.
¿Se puede comer mozzarella en el embarazo?
Saúl Sánchez Arias

Escrito y verificado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias.

Última actualización: 10 octubre, 2022

La mozzarella es uno de los mejores quesos que se pueden consumir. Presenta en su composición proteínas de alto valor biológico y un contenido en lípidos inferior al de otros lácteos. Sin embargo, no todos los tipos de mozzarella se pueden comer en el embarazo. Te vamos a contar todo lo que tienes que saber.

Algunos quesos pueden desarrollar bacterias nocivas para la salud, como puede ser la listeria. Esta puede ser muy perjudicial en el caso de las mujeres embarazadas, ya que podría poner en riesgo la integridad del feto. Por ello, hay que tomar una serie de precauciones al respecto.

Si te gustan los quesos y la mozzarella en concreto, descubre más acera de la posibilidad de consumirla durante el embarazo y algunos consejos para hacerlo de forma segura.

Los quesos y la mozzarella en el embarazo

El queso en todas sus variedades es un alimento nutritivo que se puede introducir en una dieta saludable siempre que se quiera consumir y que no se tenga alergia a la leche.

Durante el embarazo también es posible consumir quesos en general (y mozzarella en particular) por el aporte de nutrientes que tiene y por ser muy versátil y sabroso. Solo deberán tomarse en cuenta algunas precauciones que veremos más adelante.

La mozzarella destaca por su contenido en proteínas. Estos nutrientes son esenciales para asegurar el desarrollo y la reparación de los tejidos, tal y como afirma un estudio publicado en la revista Annals of Nutrition & Metabolism . Además, las que se encuentran en los lácteos son de alto valor biológico, es decir, contienen todos los aminoácidos esenciales.

Su ingesta contribuirá a que el feto evolucione de forma favorable, asegurando, así, su crecimiento. Si se generase un déficit en el aporte proteico, podrían experimentarse problemas de salud tanto para la madre como para el bebé.

Por otra parte, la mozzarella cuenta con un contenido significativo en ácidos grasos de tipo saturado. Aunque se pensó que estos podrían resultar nocivos para la salud cardiovascular, en la actualidad se ha demostrado su salubridad siempre que provengan de alimentos saludables y se introduzcan con moderación.

También cabe destacar la presencia de calcio en el alimento, que resulta clave para asegurar el buen desarrollo de la masa ósea, tal y como evidencia una investigación publicada en Nutrients.

Por último se trata de uno de los quesos con un menor contenido de sodio lo que puede ser beneficioso en caso de tener que controlar este mineral durante la gestación y para no pasarse con su ingesta.


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¿Tiene algún riesgo el consumo de mozarella durante el embarazo?

Uno de los principales problemas de los alimentos en la gestación es el riesgo de contraer una intoxicación alimentaria. Estas pueden ser debidas a diferentes patógenos con consecuencias variadas según cada caso.

En referencia a los quesos hablamos de la listeria. Este germen puede encontrarse en la carne, los lácteos no pasteurizados y algunos vegetales (verduras de hoja verde, apio o melón).

Al consumir alimentos contaminados se puede desarrollar una infección grave conocida como listeriosis. Las embarazadas son un grupo vulnerable y las consecuencias pueden llegar a ser graves (parto prematuro, abortos espontáneos o enfermedades serias en el recién nacido).

La aplicación de temperatura es una de las formas de eliminar las bacterias que pueda contener un alimento. En el caso del queso cuando se usa leche cruda o sin pasteurizar la listeria tiene más oportunidades de estar presente, multiplicarse y causar una infección.

Por lo tanto, la clave para determinar si se puede consumir mozzarella o no durante el embarazo es el tipo de leche usada en su producción. En el caso de que no haya superado el tratamiento térmico, ha de evitarse su consumo.

Mozzarella en rodajas.

Esta información aparece siempre en el etiquetado aclarando si se ha usado leche cruda o pasteurizada en la elaboración. Muchas de las mozzarellas industriales de venta en supermercados se producen con leche pasteurizada.

Fuera de los grandes circuitos de distribución o en ferias artesanales es posible tener que pedir la información si esta no consta en la etiqueta o el producto se vende a granel. Aunque se trata de quesos que gozan de la misma calidad, durante el embarazo es mejor ser prudentes si no se puede garantizar la información sobre su proceso de elaboración.

¿Cómo consumir mozzarella en el embarazo?

Uno de los aspectos positivos de la mozzarella es que se puede consumir de varias formas diferentes durante el embarazo. Una vez que se comprueba en el etiquetado que la leche ha sido sometida a un proceso de pasteurización, es posible añadirla a todo tipo de platos.

Se trata de un queso con un sabor muy suave y una elevada gomosidad y elasticidad. Existen incluso variedades en el mercado dependiendo de su contenido en lactosa, por lo que se pueden encontrar productos aptos para intolerantes.

Estas son algunas ideas para introducirla en el día a día:

  • Cortada en cubos o rodajas finas se añade a ensaladas junto con otras hortalizas, legumbres, fruta, etc.
  • En tostadas y bocadillos.
  • Con pasta y arroces.
  • Junto con una pieza de fruta, unos crakers de pan o frutos secos para un desayuno o tentempié.
  • Con verduras gratinadas al horno.

Si bien es un queso apto para consumir durante el embarazo no conviene abusar de ella. Una ración de 40 o 50 gramos diarios es una buena medida orientativa. Esta puede combinarse con otros quesos permitidos como cheddar, cottage, feta o ricotta.

Para una mayor seguridad el queso debe conservarse en la nevera y respetar las fechas de consumo indicadas. Si la mozzarella huele mal o tiene un color diferente al habitual es mejor descartarla.



Ensalada de tomate y mozzarella.

Quesos que se deben evitar en el embarazo

En términos generales, es recomendable que toda mujer embarazada evite cualquier queso hecho con leche cruda o no pasteurizada. Como hemos visto, estos productos pueden contener gérmenes perjudiciales, los cuales causan infecciones que afectan al feto y a la madre. Dentro de los quesos que se deben evitar destacan los siguientes:

  • Parmesano. Este tipo de queso de larga maduración contiene muy poca agua en el producto final, por lo que algunos expertos consideran que no es tan perjudicial. En cualquier caso una buena opción es consumirlo en platos que requieran cocción.
  • Quesos blancos madurados con moho: brie y camebert.
  • Roquefort, gorgonzola y otros quesos azules.
  • Quesos frescos y de Burgos.

Por su parte, es posible hacer una excepción con los quesos blancos madurados. La única forma de consumir estos productos es que se hayan cocinado previamente a altas temperaturas.

Se puede consumir mozzarella en el embarazo

Como has visto, es posible consumir de forma segura mozzarella en el embarazo, eso sí, siempre y cuando se preste atención a su etiquetado nutricional. Se trata de un alimento capaz de generar beneficios a nivel de salud, tanto para la madre como para el feto.

Te recomendamos que combines este queso con el consumo de otros productos lácteos elaborados a partir de leche pasteurizada. Los yogures, por ejemplo, son maravillosos para prevenir problemas digestivos y para incrementar la biodiversidad de la microbiota. También el kéfir ha demostrado aportar muchos nutrientes beneficiosos.


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