¿Pueden trabajar los hijos en el negocio familiar?

¿Pueden trabajar los hijos en la empresa familiar? A continuación, veremos algunos elementos para conocer mejor todos estos aspectos ligados al trabajo de los hijos en el negocio familiar.

¿Pueden trabajar los hijos en el negocio familiar?

Muchas veces ocurre que en las empresas familiares se presenta un conflicto entre padres e hijos. Los padres desean dar continuidad a la empresa contratando a sus hijos y estos tienen otros planes, no les interesa o simplemente no tienen las aptitudes para trabajar en el cargo.

En otras ocasiones, también ocurre todo lo contrario: padres e hijos que trabajan juntos armónicamente para sacar adelante su negocio. De hecho, una de las relaciones de trabajo familiar más habitual sigue siendo la de padres e hijos. Pero ¿se puede trabajar con los hijos en el negocio familiar? ¿Es legal contratar a un hijo?

La incorporación de los hijos al negocio familiar

Entre los momentos más importantes de una empresa familiar está la incorporación de los hijos al negocio. Antiguamente, esta era una obligación para los hijos, que empezaban a trabajar a temprana edad. Actualmente, las cosas han cambiado mucho.

Por una parte, en la actualidad, la incorporación del hijo al ámbito laboral se hace más tarde y, por otro lado, no existe la obligación para los hijos de trabajar en la empresa de sus padres.

¿Pueden trabajar los hijos en el negocio familiar?
Los hijos tienen mayor libertad para encontrar su propia vocación y realizarse profesionalmente. Es por eso que, cuando un hijo decide trabajar en el negocio familiar hoy, lo hace mucho más motivado y vive esa incorporación como una oportunidad de desarrollo personal.

¿Qué esperan padres e hijos al trabajar juntos en el negocio familiar?

Cuando los padres invitan a sus hijos a trabajar con ellos, en realidad están buscando un acercamiento y una identificación con sus hijos. Buscan, además, respeto y aceptación de la autoridad paterna, aprecio, admiración. Quieren que sus hijos les admiren, se sientan orgullosos de sus logros y que continúen el legado de la empresa familiar.

Los hijos, al trabajar con sus padres en el negocio familiar, buscan principalmente apoyo para su crecimiento personal y que sus padres se sientan orgullosos de ellos. Pero, a pesar del cariño y la admiración, la relación muchas veces no es fácil. Y, sin embargo, lo que más desean la mayoría de los padres que tienen un negocio familiar es que sus hijos vengan a trabajar con ellos.

Más allá de estas consideraciones, el trabajo conjunto de padres e hijos en la empresa familiar suele ser muy positivo. Por supuesto que el trabajo deberá enmarcarse siempre en el respeto mutuo y la confianza, tratando de separar, en la medida de lo posible, las relaciones familiares y sus posibles tensiones de la relación laboral. Una buena comunicación es indispensable.

El ingreso a la empresa de un hijo con ideas frescas y una nueva visión del negocio puede ser muy provechoso. Pero desde el punto de vista legal, ¿cuál es la mejor modalidad para contratar a un hijo?

El contrato de formación y aprendizaje de los hijos para trabajar

Un trabajador autónomo dueño de un negocio familiar puede contratar a sus hijos con la modalidad de contrato de formación. Con esta figura, podrá beneficiarse de una reducción del 100 % en las obligaciones de la seguridad social. Esta reducción estará vigente durante toda la duración del contrato, que puede ser de hasta tres años.¿Pueden trabajar los hijos en el negocio familiar?

La Ley 43/2006 establece que un autónomo puede contratar a su hijo como trabajador por cuenta ajena si es menor de 30 años, independientemente de si convive con él o no, con derecho a una reducción del 100 % de las cuotas a la Seguridad Social.

Además de tener entre 16 y 30 años, para que los hijos puedan trabajar con un contrato de formación no deben tener estudios oficiales relacionados con el cargo que van a desempeñar, entre otros requisitos.

Hay algunas excepciones en el caso de contratar a un hijo por cuenta ajena, es cuando el empresario demuestra que no existe convivencia ni dependencia económica. Otra es que tenga más de 30 años o manifieste dificultades para acceder al mercado de trabajo, por ejemplo, parálisis cerebral, enfermedad o discapacidad intelectual.
Pero si el hijo no tiene ningún problema para insertarse en algún trabajo y tiene más de treinta años, debe darse de alta como autónomo colaborador.

La figura del autónomo colaborador

Si un padre quiere contratar a su hijo para trabajar en el negocio familiar, también puede hacerlo incorporándolo a la plantilla como ‘familiar colaborador de un autónomo’. Así lo establece el artículo 1.1 del Estatuto del Trabajador. Para ser considerado autónomo, el padre que va a realizar la contratación debe cumplir ciertos requisitos.

El primer requisito para esta contratación es que realice de forma habitual una actividad profesional o económica que le genere lucro y que lo haga de forma personal y directa, por cuenta propia.

Por su parte, el hijo debe ser mayor de 16 años, convivir con su padre, estar a su cargo y trabajar para él. Con esta modalidad, se aplica una bonificación del 50 % de las cuotas a la Seguridad Social por un periodo de 18 meses. Otros requisitos son compartir el centro de trabajo, no estar dado de alta como trabajador por cuenta ajena y estar desempleado e inscrito en la oficina de empleo.

Bibliografía

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