Mi hijo no quiere trabajar ni estudiar, ¿qué debo hacer?

Los jóvenes que no quieren trabajar ni estudiar entran en un círculo peligroso. Poco a poco, sienten que no pueden afrontar solos la vida y bajan los brazos a los desafíos.
Mi hijo no quiere trabajar ni estudiar, ¿qué debo hacer?
Sara González Juárez

Revisado y aprobado por la psicóloga Sara González Juárez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 15 marzo, 2023

«Mi hijo no quiere trabajar ni estudiar». ¿cuántas veces se escucha esta frase en el entorno familiar? Por desgracia, se trata de una queja cada vez más común, una que tiene múltiples causas y diferentes consecuencias .

En los países de habla inglesa se hace referencia a esta generación como NEET ( no dedicados a la educación, el empleo o la formación ), mientras que en los países hispanohablantes como nini (ni estudia ni trabaja).

El fenómeno de los hijos que no quieren trabajar o estudiar es muy complejo, y con frecuencia genera frustración en los padres. Como no podría ser de otra manera, también da pie a acaloradas discusiones en familia . Hoy reflexionamos al respecto y te damos algunas ideas sobre lo que puedes hacer.

¿Por qué mi hijo no quiere trabajar ni estudiar?

Adolescentes que no quieren trabajar
El problema de los adolescentes que no desean trabajar tiene innumerables causas, tantas como consecuencias.

El fenómeno de hijos que no trabajan ni estudian es muy complejo. Tal y como advierten a los expertos , detrás de él se ocultan problemas sociales que surgen a la población joven y que tienen que ver con la estructura de la propia sociedad. En el proceso también incide la crianza y las dinámicas familiares . Veamos una selección de cuatro causas detrás de que mi hijo no quiere trabajar ni estudiar.



1. Sobreprotección de los padres

En la práctica, muchos padres que se quejan de que sus hijos no quieran trabajar ni estudiar tienen parte de la culpa al sobreprotegerlos durante la crianza . Las secuelas detrás de la sobreprotección paterna se cuentan por decenas, y estas permanecerán a lo largo de la vida adulta.

Por ejemplo, se ha sugerido que este estilo de crianza incrementa los casos de ansiedad entre los adolescentes. Los investigadores también han encontrado que puede generar baja autoeficacia en los hijos, un problema que tiene una repercusión directa en su independencia general.

Pero esto no es todo. Un trabajo publicado en Stress que los hijos de padres sobreprotectores tienen dificultades para regular de manera eficaz las respuestas fisiológicas al estrés . Otro estudio reciente publicado en Developmental Cognitive Neuroscience actualizado que el estilo de crianza deriva en alteraciones funcionales y estructurales en las regiones cerebrales involucradas en la regulación de las respuestas a la amenaza.

Como puedes ver, la investigación al respecto es muy amplia; y todas ellas apuntan a problemas de carácter psicosocial que impactan en la vida adulta. En síntesis, este tipo de educación da como resultado jóvenes que tienen problemas para afrontar y solucionar problemas por sí mismos .

2. Problemas para encontrar empleo o tener acceso al estudio

La sociedad es otro factor que influye mucho en esta generación de jóvenes que no quieren ni trabajar ni estudiar. Vivimos en un mundo competitivo, que no da oportunidades a quienes entran en el entorno laboral .

A los jóvenes les resulta difícil encontrar un buen empleo , incluso después de largos años de estudios. Con ello, terminan pensando que no vale la pena esforzarse por conseguir un título porque no hay oportunidades.

Si para una persona con estudios es más fácil encontrar un trabajo bien remunerado, aún más lo es para quienes no están titulados . Por todo ello, la conclusión es: ¿para qué esforzarse si de todas maneras la sociedad no me acepta? Esta es una de las principales causas señaladas por las investigaciones que se han centrado en la generación NEET.

3. Privación socioeconómica a largo plazo o multigeneracional

Una causa relacionada con la anterior tiene que ver con las privaciones de carácter social y económico, las cuales la mayor parte del tiempo son multigeneracionales. Los expertos lo han catalogado como un desencadenante primario, ya que para nadie es un secreto que la movilidad social es uno de los mayores obstáculos de las generaciones actuales .

Los hijos heredan la situación económica de sus padres, y esto puede contrastar con las aspiraciones que tienen con respecto a sus logros sociales. La frustración es una consecuencia directa , la cual puede llevar a un estado de impotencia en el que se asume que, dado que las probabilidades de ascenso social son muy limitadas, no tiene caso el intentarlo.

La falta de ingresos económicos durante la infancia puede afectar la consecución de empleos en el futuro. Un artículo publicado en Asuntos de familia señala que los niños educados en familias con bajos ingresos estudian y trabajan menos, y son menos saludables.

4. Formar parte de una minoría o un grupo discriminado

Se han realizado estudios que han sugerido que las diversidades étnicas juegan un papel al momento de formar parte de la generación NEET. Cada país tiene sus propias diversidades de este tipo, aunque en general los grupos que tradicionalmente han sido discriminados pueden manifestar cierta cohibición al trabajo o al estudio.



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La razón es muy simple: proporcionalmente sufren más rechazo, acoso y exclusión social . Al momento de iniciar una carrera universitaria o conseguir un empleo se debe interactuar con nuevas personas en nuevos espacios. Dado que no se quieren arriesgar a experimentar un posible episodio de discriminación, pueden sentirse cohibidos de intentarlo.

5. Otras razones por las que mi hijo no quiere trabajar ni estudiar

Por supuesto, existen muchas otras causas de que mi hijo no quiera estudiar o trabajar. No podemos dejar de mencionar las siguientes:

  • Falta de interés hacia el trabajo o el estudio. Puede deberse, entre muchas otras cosas, a que no tienen una necesidad urgente por uno u otro.
  • Baja cualificación . Por ejemplo, una comprensión lectora reducida o falta de habilidades para los trabajos mejor remunerados.
  • Episodios de adicción . Bajo esta categoría se engloban fenómenos muy diversos, desde la adicción a los videojuegos hasta la dependencia a drogas recreativas.
  • Factores geográficos . Vivir lejos de centros educativos o laborales es otra de las causas nada desdeñables.
  • Recesiones económicas . Las cuales tiene un imparto directo en proyecto de vida que los jóvenes tienen para su adultez temprana.
  • Expectativas erróneas con respecto al trabajo o el estudio . Esta causa puede aplicarse para aquellos jóvenes que han comenzado a trabajar o estudiar y luego lo han abandonado.

«Los jóvenes nini sienten que cualquier esfuerzo es una pérdida de tiempo».

¿Qué hacer si mi hijo no quiere estudiar ni trabajar?

Hijos que no trabajan y no estudian
Los problemas de comunicación se interponen al momento de resolver problemas de este tipo.

La preocupación de los padres con hijos que no quieren ni trabajar ni estudiar es completamente válida . En efecto, la afectación a su adultez, las dinámicas familiares, las atribuciones económicas y casi todas las variables de índole familiar.

¿Cómo se puede ayudar a estos jóvenes? El primer paso es conocer por qué sucede este fenómeno. Ya hemos visto que es muy complejo, de manera que se deben valorar los factores mencionados y otros pertinentes según el caso. Los siguientes consejos pueden resultar útiles para los padres

Fija límites razonables

El hecho de establecer límites concretos ayuda a los jóvenes a saber lidiar con la frustración, a la vez que les enseñan a reconocer hasta dónde pueden llegar. Los límites deben ser claros, no hay que exigir de más ni tampoco de menos.

Por esta razón, no es conveniente dar total libertad a los jóvenes con respecto al estudio o al empleo. Esto es, se le debe dar la oportunidad de elegir uno u otro; pero no el rechazar ambas alternativas. Por supuesto, debe darse un tiempo prudencial para que tomen la decisión, también para que valoren las opciones. Si ha pasado mucho tiempo, conviene imponer disciplina al respecto.

Ten una conversación clara al respecto

Muchos de los padres que tienen un hijo que no quiere estudiar ni trabajar nunca han hablado de manera profusa con ellos. Quizá lo han hecho a través de cortas interpelaciones, también a través de discusiones. Sin embargo, son muy pocos quienes se han sentado y han intentado descubrir las razones detrás de esta decisión.

Ya hemos visto que las causas de este comportamiento son múltiples. Así, lo más conveniente es que tengas un diálogo sincero con tu hijo con respecto a su inacción. Hazle saber que estás preocupado y que su decisión tiene consecuencias en el presente y en el futuro, tanto para él como para la familia.

Considera optar por programas sociales

Dado el impacto que tienen los NEET y los nini en la sociedad, en la actualidad existen una multitud de programas destinados a hacerles frente. Programas de capacitación profesional, becas, grupos de trabajo y talleres son solo algunas formas ideadas por organizaciones y gobiernos para paliar el problema.

Investiga sobre qué tipo de programas tienes a disposición cerca de donde vives, y qué tan bien se ajustan a la realidad de tu hijo. Estos le proporcionarán herramientas y facilidades para que la elección por el trabajo y el estudio sea una posibilidad real.

Busca ayuda profesional

Si el problema radica en algún tipo de impedimento de carácter psicosocial, puedes considerar la participación de un profesional. Por ejemplo, si tu hijo ha padecido o padece de discriminación, si tiene ansiedad social, baja autoestima o sufre de algún tipo de adicción. Un psicólogo puede hacer frente a este y otro tipo de situaciones que obstaculizan el que tu hijo se decida por alguna de las opciones.

De más está decir que como padre te debes involucrar en todo el proceso. Es normal desarrollar frustración y sentimientos de ira o impotencia. Sin embargo, conviene hacer frente a estos y gestionar el problema como un adulto. Al final, se debe buscar el bienestar de ambos; y esto pasa por solucionar la raíz del problema.


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