La intuición en los niños: ¿cómo los padres ayudan a desarrollarla?

La intuición en los niños es muy importante. Ella puede prevenirlos de posibles peligros, orientarlos en actividades que les gustan y ayudarlos a desarrollar su carácter a través de la toma de decisiones. El rol de los padres es fundamental en el desarrollo de esta capacidad.
La intuición en los niños: ¿cómo los padres ayudan a desarrollarla?
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 06 abril, 2021

La intuición en los niños es una herramienta muy útil pero poco utilizada por los padres para desarrollar positivamente el carácter de sus hijos. Esta necesita ser perfeccionada a través de ejercicios y acciones de los adultos que rodean al menor. Así, el proceso de aprendizaje aumenta su efectividad.

Se puede definir a la intuición como la capacidad de saber algo con mucha certeza pero sin razonamiento consciente. Para algunos se da cuando el corazón tiene conocimiento antes que el cerebro.

Ofrecerles más espacio y tiempo a los niños les da la oportunidad de crear y pensar con una baja carga de estrés. Esto contribuye al desarrollo del sentido de la intuición.

¿Cómo desarrollar la intuición en los niños?

Las siguientes acciones contribuyen al desarrollo de la intuición en los niños:

Promover la autoconfianza

Los padres siempre son ejemplo para sus hijos. Por eso, demostrar una alta autoestima y autoconfianza delante de ellos es fundamental.

Ordenar sus prioridades

A través de la observación del comportamiento del niño mientras interactúa de forma libre, se pueden identificar aquellas actividades que promueven el aprendizaje por las que tiene mayor afinidad. Una vez identificadas y reordenadas, deben potenciarse.

Impulsar la creatividad

La creatividad y la intuición van de la mano. Actividades culturales como el dibujo, la escritura y la lectura potencian la creatividad.

Las conversaciones que se producen ayudan a la liberación de la mente del niño. Con ello, se amplía la capacidad de pensamiento libre y el pequeño descubre fácilmente cómo interpretar lo que el corazón le indica.

Propiciar ambientes ideales

Los niños desarrollan con más facilidad su intuición en un ambiente armonioso y libre de estrés. Hay que recordar que la intuición se basa en escuchar la voz interior.

Los hogares calmos y con pocas distracciones propician el espacio ideal para pensar. Controlar el uso de elementos distractores como dispositivos electrónicos es esencial para que el niño invierta su tiempo y energía en otras actividades creativas que contribuyen al desarrollo de la intuición.

La creatividad y la intuición van de la mano.

Incentivar el juego

Jugar es una actividad imprescindible durante la infancia. En la actualidad los juegos convencionales han sido sustituidos en buena medida por los dispositivos electrónicos.

Los niños dejan de lado muchas veces las actividades al aire libre y, en su lugar, prefieren estar manejando un ordenador, una tableta o un móvil.

Sin embargo, jugando se le da rienda suelta a la imaginación, creatividad y, por ende, se favorece la intuición. En el juego tienen lugar conexiones de valor en el cerebro del infante. Estas mejoran el desempeño en capacidades como la resolución de problemas, la comprensión y el proceder por la intuición.

“Se puede definir a la intuición como la capacidad de saber algo con mucha certeza pero sin razonamiento consciente”

Demostrar confianza

Que el niño tenga confianza en sí mismo se puede lograr demostrando que sus padres confían en él. Como siempre, hay que orientar al chico a la toma de decisiones; además, en el proceso hay que generarle confianza en su intuición para decidir.

Factores que debilitan la intuición en los niños

Ser intuitivo es grandioso. No obstante, una vez que se ha desarrollado la intuición, existe la posibilidad de perderla poco a poco al sentir afinidad por la lógica y la racionalidad.

Algunas prácticas comunes de los padres con sus hijos influyen en su pérdida de la intuición. A continuación, mencionamos las tres más comunes:

Muestras de afecto por obligación

Es habitual que algunos padres obliguen a sus hijos a dar demostraciones de afecto a personas con las que no sienten afinidad.

Los besos y abrazos obligados son una frecuente petición a los chiquillos para que aprendan a ser amables. O por lo menos eso es lo que piensan sus progenitores.

Para aprender a ser educados y amables no hace falta abrazar ni besar a nadie; es recomendable permitir que los niños decidan a quién le entregan de esa forma su afecto.

Con esta práctica se reprime el instinto del pequeño sobre las personas que lo rodean. Es prudente darle confianza para que decidan con quiénes se sienten cómodos y con quiénes no.

La intuición en los niños les ayuda a prevenirse ante el peligro y los orienta hacia aquellas cosas que les agradan.

Decirles que nunca tienen la razón

Hacerles creer que la posibilidad de tener la razón es nula les debilita poco a poco el poder intuitivo innato que poseen. Siempre los padres deben ser orientadores, pero es importante que promuevan el liderazgo y la toma de decisiones en sus hijos.

No dejarles tiempo libre

La intuición en los niños los ayuda a prevenirse ante el peligro y los orienta hacia aquellas cosas que les agradan. Hay que asignarles responsabilidades e incrementarlas paulatinamente conforme a la edad.

Es importante, además, dejarles tiempo para que hagan las cosas que les gustan. Una agenda atestada de tareas subordina su instinto y hace que el niño sucumba cada vez más a los convencionalismos sociales. Así, poco a poco deja de creer en su intuición y la pierde.


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