5 ejercicios mindfulness para niños con TDAH

Los ejercicios mindfulness han demostrado ser muy beneficiosos, tanto para niños como para adultos. Entérate por qué te los recomendamos para tu niño con TDAH.
5 ejercicios mindfulness para niños con TDAH
Mara Amor López

Revisado y aprobado por la psicóloga Mara Amor López.

Escrito por Mara Amor López

Última actualización: 16 mayo, 2022

A pesar de que a los niños con TDAH les cuesta centrar su atención de manera sostenida y tienen dificultades a la hora de planificar, se ha demostrado que los ejercicios de mindfulness pueden ayudaros a mejorar sus síntomas.

Pues uno de los objetivos de esta técnica es enfocar nuestra mente sobre la respiración a fin de lograr a un estado de relajación. Y también, optimizar la capacidad para concentrarnos y para controlar las respuestas automáticas.

Muchos padres cuyos niños presentan la patología ya han implementado estos ejercicios en sus propias rutinas, pues los ayudan a mejorar la relación con sus hijos. Por eso, si eres madre de un niño con TDAH, aquí te dejamos algunos ejercicios para que incursiones en el mindfulness y corrobores sus beneficios. ¿A qué esperas para seguir leyendo?

Si tu niño tiene TDAH, no dejes de probar estos ejercicios de mindfulness

A continuación, vamos a ver algunos ejercicios de mindfulness que pueden ser muy útiles para aplicarlos en casa juntos a vuestros hijos, tengan o no TDAH. ¿Seguimos?

Niños practicando mindfulness en el aula.
Los beneficios del mindfulness son numerosos: mejora el estado de ánimo, potencia la atención, favorece a la relajación y al bienestar familiar.

1. Practicar la respiración con un peluche o muñeco

Para un niño con TDAH es bastante complicado concentrarse en la respiración, pero si recibe la ayuda de su “inseparable amigo”, seguro que le resultará más sencillo.

Para hacer este ejercicio de mindfulness le pediremos al pequeño que coja su peluche o muñeco favorito, que se tumbe en la cama o en el sofá boca arriba y que lo ponga encima de su barriga. Luego, le solicitaremos que tome aire por la nariz poco a poco y lo expulse por la boca suavemente.

Debe concentrarse en el movimiento de su muñeco y comprobar cómo sube y baja al compás de su respiración. Esto lo hará focalizar su atención sobre dicho proceso.

2. Manos imantadas

Este ejercicio les gusta mucho a los niños y podemos plantearlo como un juego entretenido.

Párate frente al niño y pídele que haga respiraciones profundas. Mientras tanto, tiene que estirar los brazos hacia adelante y mantener las palmas al frente. También, dile que se imagine que tiene un imán en sus manos que provoca que las palmas quieran juntarse.

A continuación, solicítale que aproxime lentamente sus manos, pero sin que lleguen a tocarse. Antes de tomar contacto, debe separarlas nuevamente, pero hasta una distancia corta, pues “los imanes” no las dejan alejarse mucho.

Incentiva al pequeño a repetir esto unas 7 veces y observa cómo focaliza su atención en la actividad.

3. ¡Nos vamos de safari!

Este ejercicio de mindfulness es muy divertido y además, ayuda a motivar a los infantes para practicar la plena atención.

Para ponerlo en práctica, es necesario contar con un entorno natural, ya sea la montaña, el mar, un lago o el campo. Una vez allí, pídele al pequeño que registre el mayor número de sonidos posibles: el canto de los pájaros, el sonido de las ranas, el viento, el ruido de insectos, entre otros. Esto le ayudará a centrar su atención y a disfrutar de la propuesta original.

4. Reconozco mis emociones

En este ejercicio hay que preguntarle al niño cómo se siente, pues busca detectar su estado emocional.

Antes de empezar es necesario explicarle que las emociones son como el tiempo: variables. Unas veces está soleado, otras nublado, lluvioso, ventoso o tranquilo. Incluso, remarcarle que así como no se puede cambiar el tiempo, tampoco se puede cambiar los sentimientos, pero sí la forma de expresarlos.

Con la repetición de esta técnica, ayudarás al pequeño a identificar poco a poco sus emociones y a aprender a canalizarlas de manera sana.

5. Un paseo mindfulness

Esta actividad es muy buena para los niños con TDAH, ya que los mantienen activos y a su vez, entrenan su atención.

Para implementar el ejercicio hay que buscar un lugar fuera de casa, pero que se conozca muy bien. La tarea consistirá detectar pequeños detalles sobre los que antes no se había puesto atención. Por ejemplo, los sonidos, los aromas, los ruidos o las sensaciones.

Practicar mindfulness en familia es beneficioso para todos.
Dedica un momento del día para practicar estos ejercicios con tus hijos y notarás los cambios positivos en la dinámica familiar.

Sobre los ejercicios mindfulness para niños con TDAH podemos decir…

La mejor manera de enseñarle a los niños estos ejercicios de mindfulness es a través de la práctica, sobre todo para obtener resultados positivos para sus vidas.

Podéis buscar un momento del día para dedicárselo a la meditación en familia, ya que los adultos también se benefician con este hábito. Además, los hará pasar ratos compartidos de calidad. ¿Qué esperas para empezar a notar los resultados?


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  • Moreno, L., Casillas Lara, M. L., Magistrati Jimenez, E., & Molina Gómez, B. Mindfulness en niños: Experiencia en psicoterapia grupal. En internet: https://melkartcongresos.com/uploads/0004/PO-18.pdf
  • Snel, E. (2013). Tranquilos y atentos como una rana: La meditación para niños... con sus padres. Editorial Kairós.
  • Pérez, J. R., Cuervo, N. M., Medina, D. A. R., Sánchez, D. P. B., & Torres, I. A. (2021). Mindfulness infantil: efectos psicofisiológicos, cognitivos y psicosociales. Revista de Psicología de la Universidad Autónoma del Estado de México10(19), 86-106. En internet: https://revistapsicologia.uaemex.mx/article/view/16053

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