El juego de la escalera para ayudar a los niños a reconocer sus emociones

El juego de la escalera es una herramienta eficaz para conseguir que los niños aprendan a reconocer las emociones que están sintiendo en determinadas situaciones.
El juego de la escalera para ayudar a los niños a reconocer sus emociones
Mara Amor López

Escrito y verificado por la psicóloga Mara Amor López.

Última actualización: 21 septiembre, 2020

El juego de la escalera es una técnica muy eficaz para ayudar a los niños a reconocer las emociones que están sintiendo ante una determinada situación. Los pequeños, ante algo que hacen y no les sale como esperan, se frustran y se bloquean, o si se les quita un juguete, se enfadan y gritan o pegan. Esto es porque no son capaces de controlar las emociones que están sintiendo.

En muchas ocasiones, un niño que parece violento lo es porque no sabe manejar sus emociones y acaba expresándolas a través de comportamientos negativos. Por eso es tan importante la inteligencia emocional, ya que esta puede definir cómo se comporta el niño.

¿Cómo preparar el juego de la escalera de las emociones?

Esta técnica está basada en el tren de las emociones del psicopedagogo José Javier Sobrino González. Está indicada tanto para niños pequeños como para niños más grandes. Este juego es idóneo para los que no tienen todavía control sobre sus emociones y está muy unido a la inteligencia emocional.

¿Qué necesitamos para poner en práctica el juego de la escalera? 4 hojas de papel o cartulinas de tamaño folio del color que más te guste y un rotulador o un lápiz.

Madre e hija usando el juego de la escalera para reconocer emociones.

¿Ahora qué hacemos? Vamos a escribir en cada uno de los papeles lo siguiente:

  1. ¿Qué pasa?
  2. ¿Qué pienso?
  3. ¿Qué siento?
  4. ¿Qué hago?
  5. Resultado.

Pasos a seguir con el juego de la escalera

A continuación, vamos a ver, paso a paso, cómo hay que trabajar este juego.

  • Colocamos las hojas en el suelo en forma de escalera. El primer peldaño será el papel en el que hemos puesto “¿Qué pasa?”, y el último será la hoja que pone “Resultado”. Esta técnica podemos usarla cuando nuestro hijo haya reaccionado de una forma negativa ante una situación. Lo que tenemos que hacer es ponerle en el primer peldaño y que conteste a la pregunta “¿Qué ha pasado?”.
  • Después, pasará al siguiente y tendrá que contestar a la pregunta “¿Qué pienso?”.
  • El tercer escalón es el que le forzará a ahondar en sus emociones. “¿Qué siento?”.
  • En el siguiente, tendrá que analizar sus acciones. “¿Qué hago o he hecho?”.
  • Y en el peldaño de los resultados tendrá que reflexionar acerca de los beneficios que ha obtenido reaccionando como lo ha hecho y si ha conseguido algo con eso. Tras esto, el pequeño tendrá que repetir el proceso, pero ahora contestará a las preguntas pensando en cómo serían las respuestas si hubiera reaccionado de una forma más calmada.

¿Por qué ayuda a los niños el juego de la escalera de las emociones?

La vida es una constante construcción de elecciones y estas vienen determinadas por las emociones. Elegimos qué camino tomar dependiendo de la emoción que estemos sintiendo. Una situación no es la que causa una emoción u otra, sino la forma en la que la interpretamos.

“La perturbación emocional no es creada por las situaciones, sino por las interpretaciones que hacemos de esas situaciones”.

-Albert Ellis-

Los padres tienen que ayudar a sus hijos a tomar la decisión más adecuada y esta técnica puede ser de gran utilidad para esto. Vamos a ver un ejemplo:

Situación

Tu hijo está jugando con un amigo o su hermano y, en un momento dado, el juguete que tiene el otro también lo quiere él, pero este no se lo deja, el niño tiene dos opciones:

  1. Enfadarse, gritar y dar una patada a los juguetes de alrededor, por lo que tú te enfadas y lo castigas.
  2. Entender que ahora mismo el juguete lo tiene su amigo o hermano y que cuando termine de jugar se lo dejará.

La mayor parte de los niños van a reaccionar como la opción 1, así que, una vez que pase el enfado, hay que explicarle que actuando de esa manera no consigue nada. En ese momento, hay que poner en marcha el juego de la escalera para que se dé cuenta de que la opción 1 no es buena y que es mejor la opción 2.

¿Cómo ponerlo en práctica?

Primero, tu hijo tiene que responder a las preguntas de acuerdo a lo que ha ocurrido. Aquí vamos a suponer que ha reaccionado de acuerdo a la opción 1.

  1. ¿Qué pasa? “Mi amigo o hermano no quiere dejarme el juguete“.
  2. ¿Qué piensas? “Que es mío y lo quiero ya para jugar”.
  3. ¿Cómo te sientes? “Muy enfadado”.
  4. ¿Qué has hecho? He gritado y le he dado una patada a los juguetes que teníamos para jugar”.
  5. ¿Y qué has conseguido con eso? “Mis padres se han enfadado y me han castigado sin jugar”. ¿Y te sientes ahora mejor? No”.
    Hermanos enfadados porque sientes celos.

Después de que el niño conteste a las preguntas sobre la forma en la que ha reaccionado, hay que explicarle cómo serían las respuestas si hubiera reaccionado como en la opción 2, es decir, de una forma más racional.

  1. ¿Qué pasa? “Mi amigo o hermano no quiere dejarme el juguete”.
  2. ¿Qué piensas? “Él está jugando ahora con ese juguete y mientras yo puedo jugar con otro. Cuando termine, lo cogeré yo”.
  3. ¿Cómo te sientes? “Un poco triste”.
  4. ¿Qué has hecho? “Jugar con otro juguete mientras que mi amigo o hermano termina de jugar con el que yo quiero”.
  5. ¿Y qué has conseguido con eso? “Me siento mejor; ya no estoy enfadado, porque después podré jugar”.

Esto es solamente un ejemplo, pero puedes utilizarlo con cualquier situación en la que tu hijo tenga una reacción negativa. Esta técnica también es válida para llevarla a cabo con adolescentes.

En resumen, el juego de la escalera es una herramienta sencilla y muy efectiva para que los niños se den cuenta de lo que están sintiendo y el porqué de sus reacciones. De esta forma, poco a poco, irán manejando las situaciones y dándose cuenta de que reaccionar de forma negativa no les aportará ningún beneficio.

Así que, cada vez que tu pequeño no tenga autocontrol de sus emociones y, por tanto, esto derive en una conducta inadecuada, emplea está técnica, pues te será de gran utilidad. ¿A qué esperas para ponerla en práctica?


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