La práctica de ejercicio físico, da igual en qué forma sea, es muy beneficiosa. Además de ser un hábito muy saludable, estimula el desarrollo de los más pequeños. Por eso, muchos padres deciden apuntar a sus hijos a algún deporte. El problema en muchas ocasiones llega a la hora de elegir uno en concreto. Cuál será mejor para el niño, si le gustará o si se le dará bien son algunas de las dudas que se pueden plantear.
Ante esto, lo primero suele ser consultar con quien lo va a practicar: tu hijo. Muchas veces será él o ella quien te pida directamente apuntarse a alguna clase deportiva que le interese. Una elección muy popular entre los niños suele ser el baloncesto, que junto con el fútbol destaca como deporte de equipo. Además de ser un deporte dinámico y divertido, tiene grandes beneficios en los niveles físico, cognitivo y social.
Mejoras físicas aparejadas a la práctica del baloncesto
Los niños son pura energía: necesitan correr, saltar y moverse continuamente. El baloncesto les permitirá canalizar y controlar toda esa vitalidad de un modo positivo. Se trata de un deporte muy completo, que además de fortalecer los músculos de todo el cuerpo estimula diversas habilidades y sistemas:
- Desarrolla el equilibrio y la coordinación. El baloncesto requiere estar atento a muchos factores. Además de las circunstancias personales, se debe vigilar continuamente el balón y al resto de jugadores. Con este deporte se estimula especialmente la coordinación ojo-mano y del torso superior.
- Ejercita la agilidad y los reflejos. Al tratarse de un deporte muy rápido y dinámico, necesitará estas habilidades para poder seguir el juego y el continuo movimiento del balón.
- Mejora la resistencia física. En el baloncesto no se puede parar. El balón se mueve de un lado a otro de la pista rápidamente, y los niños lo siguen al mismo ritmo. Con ello mejorará su resistencia, pero también la velocidad. Además estimulará el sistema cardiovascular y el desarrollo óseo y muscular.
- Con el baloncesto se liberan endorfinas, las llamadas “hormonas de la felicidad”. Por esto, tras practicar este deporte los niños –y adultos– se sienten mejor y más animados.
¿A qué edad conviene empezar?
Las capacidades físicas de los niños son importantes a la hora de decidir qué deportes practicarán, aunque no decisivas. Recordemos que con el ejercicio sus habilidades irán mejorando, por lo que podrán realizar actividades cada vez más difíciles y exigentes.
En el caso del baloncesto, está indicado a partir de los 5 años. Esta edad está recomendada considerando el deporte completo, pero cualquier edad es buena para empezar a practicar unos tiros. Lo único que variará en función de su edad será la altura del aro de la canasta, que puede llegar a situarse a 3 metros sobre el suelo.
“Además de ser un deporte dinámico y divertido, el baloncesto tiene grandes beneficios en los niveles físico, cognitivo y social”
Los beneficios a nivel cognitivo
Los niños que practican baloncesto desarrollan destrezas que les permiten esquivar a los contrarios, planificar jugadas y moverse por la cancha. Este deporte suele aumentar su capacidad de concentración y atención al entorno que los rodea.
El dinámico ritmo del juego también fomenta la rapidez en la toma de decisiones y su ejecución. Aprenderán a evaluar las situaciones y los problemas que pueden presentarse, además de a buscar la solución más conveniente en un breve lapso de tiempo. Es decir, el baloncesto estimula su creatividad y el pensamiento tanto abstracto como concreto.
Las ventajas en el ámbito emocional y social
Dado que es un deporte de equipo, el baloncesto fomenta la sociabilidad, convivencia y respeto entre compañeros. Es ideal para niños tímidos, ya que tendrán que aprender a relacionarse con el resto de jugadores para poder disfrutar de este deporte.
Esto además mejorará la autonomía de los niños. Se sentirán parte de un grupo, lo que los preparará para integrarse en las complejidades de la sociedad. También aprenderán importantes valores como la cooperación, el trabajo en equipo, el compañerismo o a restar importancia a la competitividad.
“El talento gana partidos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia ganan campeonatos”
–Michael Jordan–
Pero estas no son todas las ventajas del baloncesto. Lo más importante es que es un deporte muy dinámico y divertido, que suele gustar a la gran mayoría de niños. Casi sin que se den cuenta, alejará a tus hijos del sedentarismo y les enseñará hábitos saludables. Además les proporcionará seguridad en sí mismos y una mejor autoestima. Con tantos beneficios, no es de extrañar que este deporte esté entre los favoritos de padres e hijos.
Bibliografía
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- DiFiori, J. P., Güllich, A., Brenner, J. S., Côté, J., Hainline, B., Ryan, E., & Malina, R. M. (2018). The NBA and youth basketball: recommendations for promoting a healthy and positive experience. Sports Medicine, 48(9), 2053-2065. https://link.springer.com/article/10.1007/s40279-018-0950-0