Enseñar a tu hijo a ir al baño en solo 3 días parece imposible, mas no lo es. Llegó el ansiado momento de olvidar los pañales, pero no hay de qué temer. Este proceso no tiene por qué convertirse en una lucha compleja, desigual e interminable.
Retirar rápidamente los pañales para que nuestros niños puedan ir al baño no es un sueño, sino una realidad que requiere de una buena técnica. Por supuesto, puede que en este corto, rápido y efectivo camino percibamos unas pocas ‘resistencias’ lógicas.
Ya estás avisada: si el niño muy de vez en cuando se hace pipí no deberá alarmarte. Además el pequeño necesitará de tu apoyo constante para lograr superar esta etapa que no es nada sencilla para él. Y, fundamentalmente, requerirá de una serie de ‘competencias’ complementarias para poder decirle adiós a los pañales.
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Despedir el pañal e ir al baño, día a día
Bajarse y subirse los pantalones, tirar de la cadena, lavarse y secarse las manos deben incorporarse tempranamente a la rutina diaria del pequeño.
¿Sientes que tu hijo está preparado física y mentalmente para enfrentar este momento? ¿Cómo acompañarlo a lograrlo sin perecer en el intento? Asegúrate de no perder tiempo durante el desarrollo del menor para inculcar estas destrezas que te garantizarán el éxito a la hora de enseñar a tu hijo a ir al baño.
Presta atención a los detalles que te brindaremos a continuación. Compartiremos el día a día de este proceso con el que los bebés pueden ir al baño en 3 días.
Pero antes, algunas señales de que ya puede ir al baño
Entre las características de los niños de dos años es que los músculos esfinterianos comienzan a estar bajo control voluntario y el niño diferencia entre el movimiento vesical y el rectal.
“Quiere quedarse solo en el baño. Se enorgullece cuando evacua en el orinal. Llora cuando se ensucia o moja. Generalmente los niños a los 2 años de edad comienzan a tener percepción de los deseos de hacer “pis” o “caca”, pero el momento justo es muy variable”.
Cuando el niño camine y hable referirá ganas de hacer “pis” o “popo” y habrá madurado adecuadamente. Le molestará el pañal sucio, permanecerá seco hasta por dos horas, y se bajará y subirá el pantaloncito. En otras palabras, ha ganado en autonomía e independencia y la muestra tomando decisiones sobre su cuerpo y sus necesidades.
Ten todo preparado para enseñar a tu hijo a ir al baño
El inodoro tal como lo usamos los más grandes de la casa puede atemorizar al niño, por ello, tenle desde antes de cumplir los dos años un asiento para él y una bacinilla.
Esta última, que esté en su cuarto o en la sala de juegos, de manera de ir familiarizándose con su presencia y uso. De vez en cuando vierte las heces del pañal en la bacinilla, así irá relacionando una cosa con la otra.
No lo fuerces a sentarse en ella e indúcelo poco a poco. Los más grandes son su modelo, así que permitan que en algunos casos los pueda ver para aprender. Por otro lado, invítalo a sentarse cuando creas que puede tener ganas usando términos que identifiquen la respectiva necesidad y establece rutinas.
La ropa diaria ha de ser cómoda, fácil de bajar y subir para que pueda hacerlo solo si lo necesita y decide.
Cómo ayudarlo en el uso de la bacinilla y el inodoro
En primer lugar el niño debe establecer una relación directa entre la bacinilla y el desecho de las heces por el inodoro. Sea que haya hecho en el pañal o directo en la bacinila, hazle que observe cómo van al inodoro y cómo el agua se las lleva.
Cuando esté sentadito, no lo dejes solo, y haz todo lo necesario para que esté tranquilo y relajado.
Muy importante: muéstrale cómo limpiarse, cómo el papel ha de cubrir su mano y, las niñas en particular, de adelante hacia atrás para evitar contacto de la vagina con restos de heces.
Actostúmbralo a lavarse las manos después de ir al baño.
Primer día para enseñar a tu hijo a ir al baño
En cuanto se despierte tu hijo, explícale su ingreso en una nueva etapa y sus implicaciones. Dile que no usará más pañal, sino que estará desnudo de la cintura para abajo. Por ello, para hacer sus necesidades sin ensuciar la casa tendrá que utilizar la bacinilla.
Mantente atenta todo el día a su actividad y pídele que te avise cada vez que sienta ganas de evacuar. Muéstrale incluso cómo los miembros de la casa hacen sus necesidades fisiológicas en el baño.
Evita exasperarte en caso de que el plan falle y celebra cada pequeño avance del bebé. No es un mal recurso apelar a botanas saladas o a snacks con altos contenidos de agua. Estos obligarán a todos los miembros del hogar a asistir seguido al baño.
Es fundamental que el pequeño vea cuando van al baño, así se familiarizará con todo el ‘ritual’ que supone el abandono del pañal.
Cuando al menos llegue a depositar unas pocas gotas de pipí en el orinal, felicítalo y recurre al “baile de la bacinilla”. Claro que es un gran avance, pues según expertos, tras acudir once veces a la bacinilla, el niño comenzará a utilizarla solo.
Llegado el momento de ir a dormir la siesta o por la noche, dile a tu bebé que es momento de ir al baño. Jamás se lo consultes, dado que esta pregunta siempre suele encontrar respuestas negativas de su parte.
Llegó el fin de este primer día duro. Puedes tomar dos caminos para la noche. Una alternativa consiste en colocarle el pañal justo antes de que se quede dormido. La otra es, si crees que permanecerá seco durante esas horas, dejarlo descansar desnudo.
Segundo día
En este caso el plan de acción será el mismo que el llevado a cabo durante la jornada anterior. Ahora bien, es posible salir de paseo este segundo día, claro, luego de que el niño orine en su bacinilla. El paseo preferentemente debe ser por la tarde y es recomendable que no se extienda por más de una hora.
De este modo, el pequeño asociará esa salida a la calle como un efecto directo de ir al baño. Del mismo modo, es un buen entrenamiento del pequeño para que sepa que previo a salir de casa debe hacer sus necesidades.
No olvides que, para esta salida familiar, resulta conveniente que el niño no vista pañales. Resulta fundamental saber si es posible llegar a casa sin haber tenido que lamentar algún accidente.
Los especialistas recomiendan no salir lejos de casa ni usar el coche. Asimismo, es fundamental ser precavida en esta misión. Es conveniente llevar contigo la bacinilla e incluso, una muda de ropa por si no eres afortunada en el intento a la primera.
¡Tercer y último día!
Simplemente continúa el programa del segundo día. Este último día del reto de enseñar a tu hijo a ir al baño es posible salir de paseo una hora en la mañana y otra en la tarde. Recuérdale que vaya al baño antes de salir y vístelo con pantalones sueltos sin nada debajo. Tampoco te olvides de llevar los implementos fundamentales para los casos de emergencias.
Recuerda en todo momento que la paciencia y el respeto constituyen la clave del éxito para llegar a la meta. Solo así lograrás resultados sin herir, avergonzar, frustrar ni agotar al niño.
Recuerda no perder la calma y seguir intentándolo. Quizás resulte más práctico implementar el plan durante un fin de semana, para enfocar todas nuestras energías en esta misión. No sientas miedo y no desistas, la determinación lo es todo en esta pequeña batalla que permitirá a tu hijo ir al baño en tan solo 3 días.
Aunque, obviamente, tras estos tres primeros días sin pañal el pequeño necesitará tiempo para adaptarse y dominar esta nueva situación.
Imágenes cortesía de wikihow.com
Bibliografía
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