La alimentación de los hijos es uno de los temas que más preocupan a los padres. Como adultos a su cargo, queremos que los niños tengan una ingesta saludable, que desarrollen una buena relación con la comida y que no les falte ningún nutriente. También, nos preocupa evitar la obesidad infantil y las manías al comer, pero no siempre sabemos cómo lograr estos objetivos. Afortunadamente, conocer la alimentación intuitiva en niños puede ayudarnos.
La premisa es sencilla: alimentarse es un acto natural y fisiológico. Por lo mismo, el organismo cuenta con las señales para ayudarnos a hacerlo apropiadamente. Es solo cuando nos interponemos en su camino que esta vía natural se trunca y caemos en ciertos errores y malos hábitos. Así, si deseas favorecer la alimentación de tu hijo, es importante que te permitas confiar en sus instintos y que le enseñes a hacer caso a las sensaciones de su cuerpo.
¿Qué es la alimentación intuitiva en niños?
El concepto de alimentación intuitiva fue propuesto en 1995 por las dietistas estadounidenses Evelyn Tribole y Elyse Resch. Este nos invita a alejarnos de las reglas rígidas e imposiciones externas a la hora de alimentarnos. Por el contrario, nos invita a tomar decisiones conscientes y respetuosas de acuerdo con las señales de nuestro cuerpo.
¿Esto qué significa? Que habremos de escucharnos para saber qué necesitamos en cada momento. ¿Realmente tengo hambre o solo estoy aburrido? ¿Quiero comer más o ya me siento saciado? ¿Qué alimentos me apetecen o me pide mi cuerpo en este momento? ¿Siento hambre ahora o es preferible esperar? Todas estas preguntas son muy sencillas y necesarias, pero pocas veces nos las cuestionamos.
Por el contrario, nos sometemos a unos horarios de comida rígidos y marcados desde fuera. Así, nos forzamos a tomar una determinada cantidad de alimentos, incluso si nos llenan demasiado o nos dejan con hambre. Y muchas veces utilizamos la comida para evadirnos de emociones complicadas. Lo peor, es que esto mismo hacemos con nuestros niños: les desconectamos de las señales de su organismo y hacemos del momento de comer algo forzado, impuesto o poco natural.
¿Qué beneficios tiene la alimentación intuitiva en niños?
Practicar una nutrición intuitiva con los más pequeños tiene múltiples ventajas para su salud y su desarrollo, tanto físico como emocional. Estos son algunos de los más relevantes.
1. Favorece una buena relación con la comida
La tarea principal que los padres deben abordar respecto de la alimentación no es tanto asegurarse de que sus hijos comen lo que deben comer. Al contrario, se debe promover una buena relación con la comida. Y es que es este último aspecto es el que les traerá facilidad y beneficios de por vida. En este sentido, hemos de ayudar a los niños a ver los alimentos como el combustible de su cuerpo, como algo que ingieren para cuidarse, sentirse bien y estar enérgicos y saludables.
Muchas veces, el momento de la comida se convierte para los niños en una tortura. Esto se da porque se les fuerza a alimentarse, reciben presiones y regaños o porque, incluso a edades muy tempranas, sienten preocupación por engordar o por cómo se ve su figura. En cambio, la alimentación intuitiva ayuda a evitar estas situaciones.
Concretamente, un estudio publicado en American Journal of Health Education encontró que la alimentación intuitiva está relacionada con una mayor capacidad para disfrutar de la comida y sentir placer en estos momentos de nutrición.
2. Previene la obesidad
Este enfoque nutricional también resulta útil para prevenir la obesidad infantil y contribuir a que los niños mantengan un peso saludable. Y es que les ayuda a escoger los alimentos más beneficiosos para su cuerpo y a nutrirse en función de lo que necesitan.
En el trabajo anteriormente mencionado, se vio que una alimentación intuitiva se asocia con un menor índice de masa corporal. Además, otras investigaciones sugieren que los programas que incluyen este tipo de nutrición facilitan la pérdida de peso y la elección saludable de alimentos. Incluso, pueden ayudar a mejorar la resistencia a la insulina y a prevenir la diabetes en niños y adolescentes.
3. Ayuda a prevenir trastornos de la conducta alimentaria
Otro de los puntos favorables de este modelo de nutrición es que protege a los menores frente al desarrollo de trastornos de la conducta alimentaria (TCA). Al alejarse de las restricciones, las culpas y las imposiciones, evita que los niños se involucren en conductas dietéticas y que sufran de ansiedades. Incluso, puede ser un elemento importante en la recuperación de un TCA y en la prevención de recaídas.
¿Cómo aplicar la alimentación intuitiva en niños?
Ahora que ya conoces los grandes beneficios de la nutrición intuitiva, queremos proponerte algunas pautas para que comiences a implementarla con tus hijos. Recuerda que cuanto antes apliques este enfoque, más sencillo será para ellos absorber sus principios.
Enséñales a escuchar las señales de su cuerpo
Desde que nacen, los pequeños están muy conectados con sus sensaciones corporales y saben fácilmente cuándo tienen hambre y cuándo están saciados. Escucha y respeta esas señales y enseña a tu hijo a hacer lo mismo. Esto implica no obligar a comer ni forzar a terminarse un plato si se está lleno. Aunque tomes unas rutinas y cantidades como base, sé flexible para adaptarlas a las señales y necesidades del niño.
Presenta todos los alimentos de forma neutra
Muchas veces, los mismos padres satanizamos algunos alimentos y santificamos a otros. Por ejemplo, cuando prohibimos comer dulces o los ofrecemos como premio a cambio de tomar verduras. Esto solo hace que los dulces se antojen más y los alimentos saludables se perciban como poco apetecibles o como una imposición.
Para evitar esto, puedes ofrecer con equilibrio todo tipo de alimentos en las comidas regulares y permitir que el niño los manipule. De ese modo, aprenderá a autorregularse fácilmente.
No fuerces al niño a comer
Es normal que los menores rechacen ciertos alimentos, especialmente si estos son nuevos para ellos. Pero, aunque deban tomarlos, forzarles a hacerlo no es la mejor opción, porque creará tensión, presión y estrés. Por eso, es preferible buscar otros métodos, como presentar las comidas de forma más llamativa y apetecible, o exponerlos repetidamente a un alimento para que se familiaricen con él a su ritmo.
Haz de las comidas un momento relajado y agradable
Es muy importante que el momento de la comida sea un espacio seguro, relajado y agradable para los niños. Por ello, evita discusiones en ese momento y dedícalo a conversar animadamente con tus hijos. Además, apaga el televisor y deja a un lado el móvil y otros dispositivos electrónicos.
Desvincula los alimentos de las emociones
Por último, trata de no crear una asociación entre la comida y las emociones. Esto significa que no debemos enseñar a los niños a sobrellevar las emociones negativas con una comida de su agrado. Muchas veces, les ofrecemos esos alimentos «prohibidos» cuando están enfermos, tristes o irritados, como una forma de consolarles, pero esta no es una buena estrategia.
Es preferible mostrarles otras técnicas para regularse emocionalmente y ofrecerles consuelo con un abrazo, una charla o una actividad divertida. Los alimentos no deberían convertirse en su vía de escape para la incomodidad.
La clave es la salud
Si quieres practicar la alimentación intuitiva con los niños, recuerda poner el foco en la salud y no en la imagen corporal. Evita repetir mensajes acerca de qué alimentos engordan o adelgazan y transmíteles qué beneficios tiene cada producto para su cuerpo y su bienestar. Anímales también a realizar deportes, a respirar o a practicar meditación.
Cuando un niño aprende a amar su cuerpo por ser el vehículo de su alma, es más proclive a cuidarlo y a tratarlo bien. En esta sociedad obsesionada con los estándares de belleza, las dietas y las restricciones, aprender a alimentarse con conciencia y respeto por el cuerpo es una excelente herramienta de protección para su salud mental.
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