¡El verdadero poder del ejemplo! Aprende a promover cambios positivos en tus hijos sin que lo noten

Tal como lo decían las abuelas, la educación comienza desde el hogar. Y detrás de todo pequeño con grandes valores y modales se encuentra una buena madre o padre que lo crío con amor y dedicación. Por lo tanto, predica con tu ejemplo para corregir la conducta de tus hijos. Puesto que no hay nada más poderoso en la infancia que aquellas enseñanzas que se brindan consciente o inconscientemente en el día a día.

Los padres somos los principales modelos para seguir de nuestros hijos y, debido a eso, es indispensable brindarles un buen ejemplo que puedan replicar. Y es que en un hogar en donde abunde el irrespeto, la deshonestidad y la violencia no se puede pretender criar a un futuro adulto responsable, sincero y con inteligencia emocional.

Si quieres ser una guía para tus pequeños predica con tu ejemplo

Convertirse en madre o en padre es una grata experiencia que cambia por completo la vida. Y es que no solo es una decisión que viene cargada de grandes alegrías y momentos de felicidad; sino que también conlleva una gran responsabilidad con una pequeña criatura que no pidió venir al mundo y merece todos los cuidados a su alcance.

Y a pesar de que a ningún papá primerizo se le entrega un manual de instrucciones para ejercer su papel y muchas veces la crianza de los hijos está guiada por la intuición y la experiencia propia, ellos están en la obligación de dar lo mejor de sí mismos. Comprendiendo que ya no están solos en el mundo y ahora a su lado camina una personita que necesita de su entrega y responsabilidad.

Al reconocer que está en sus manos el fomento de la inteligencia emocional y salud física de sus niños, es importante que todos los padres se instruyan con información oportuna sobre métodos de crianza. Por ejemplo, las valiosas lecciones de la crianza positiva y la teoría del apego; teniendo presente que con su ejemplo les dan vida a sus palabras.

Predica con tu ejemplo y sé coherente con tus acciones

Durante su infancia, los niños no son capaces de discernir muy bien entre el bien y el mal. Por lo que sus padres juegan un papel fundamental no solo corrigiendo malos comportamientos y estableciendo límites de convivencia; sino también a través de sus acciones. Debido a esto, los papás deben ser coherentes entre lo que les dicen a sus hijos y lo que hacen en su cotidianidad.

Estos son tres consejos para educar a los hijos a través del ejemplo.

1. Sé coherente con tus exigencias

Los padres debemos demostrarles a los hijos a través del ejemplo que existen algunos comportamientos que son inaceptables. Por ejemplo, no se le puede exigir a un pequeño que no diga groserías cuando en su hogar abundan. O pedirle que sea más empático y respetuoso cuando ese no ha sido el ejemplo que le han brindado sus padres.

Así que si deseas conservar tu autoridad moral y no confundir a los pequeños con malas acciones, procura ser coherente con lo que les exiges. Educar a un hijo puede ser una gran oportunidad de crecimiento personal y dejar atrás patrones dañinos. Por lo que si quieres educar a una persona de bien, intenta también ser una.

2. Habla menos y haz más

Las palabras se las lleva el viento cuando no hay acciones concretas que las validen. Y resulta más efectivo brindar un buen ejemplo que los niños puedan imitar que mil reflexiones sobre el comportamiento. En consecuencia, deja a un lado los sermones y permite que sean tus acciones quienes les regalen grandes lecciones a tus hijos.

3. Aprende a aceptar los errores

Tener humildad y saber reconocer las equivocaciones es una de las mayores enseñanzas que podemos comunicarles a los pequeños. Así que si como padre sobrepasaste un límite de convivencia por cualquier motivo, acepta tu error y pide perdón.

No ignores la situación ni pases por alto los sentimientos de los demás, ya que será una actitud que tu hijo puede replicar en el futuro.

Para corregir la conducta de tus hijos predica con tu ejemplo

No es coherente acudir a métodos complejos de educación cuando en el día a día se les transmiten a los niños lecciones erróneas. Por consiguiente, predica con tu ejemplo si deseas corregir positivamente los malos comportamientos de tus hijos.

Recuerda que, durante sus primeros años, los niños aprenden mucho por medio de la imitación de sus figuras de apego. Así que procura ser esa guía que tus pequeños necesitan para mejorar como persona.