Antes de los 5 años, los niños forman una relación afectiva con una figura que sea sensible y receptiva, esto es lo que conocemos como apego emocional. Esta figura permite un desarrollo adecuado en lo que respecta al ámbito social y emocional. La principal persona con la cual se forja ese nexo es la madre porque los bebes se apegan a una persona que les pueda proporcionar seguridad y bienestar.
En lo adelante, este vínculo generará habilidades para que el niño sea seguro y capaz de crear relaciones interpersonales. Al pasar del tiempo se desarrollaran experiencias que determinarán cómo será la relación con los demás. Esto se puede presentar en el seno familiar y grupo de compañeros adecuando los recursos que se le han proporcionando para ser feliz.
¿En qué consiste el apego emocional?
En la psicología llaman apego emocional al vínculo afectivo que se establece entre un niño y sus padres desde los primeros años de su vida. Esto, además de protección y seguridad, les ayuda a desarrollar su personalidad y capacidad de formar lazos. Igualmente, inicia un proceso de convivencia con otras en su entorno, algo necesario para poder aprender, trabajar, amar y crear su propia familia.
Todo dependerá de la figura de afecto, es decir, de la persona con el niño establece el vínculo. Por eso, cuando no se produce de la manera correcta no tendrá los mismos resultados.
Según el psicólogo John Bowlby, el niño es capaz de alimentar la relación con su figura de apego. Esto con el propósito de sentirse seguro y poder seguir aprendiendo de ella. Señala que para que se dé el proceso del apego positivo hay tres elementos esenciales:
- Sintonía. Es la conexión entre los padres y su hijo, comprensión sin necesidad de hablar
- A través de la sintonía es posible que las familias equilibren sus estados corporales, mentales y emocionales.
- La integración entre la relación de los niños con los adultos, forman un vínculo interpersonal y consigo mismo.
¿Por qué es importante tener apego emocional con la familia?
Como padres es importante que nos abramos emocionalmente con nuestros hijos. Ellos al ver que estamos expresando nuestros sentimientos no tendrán que sentirse intimidados. Las ventajas sobre este tema es que los hijos pueden mostrar cercanía en su relación con los demás. Se muestran más comprensivos en momentos difíciles y sobre todo con mucha seguridad.
Pasar el tiempo posible con nuestros hijos es indispensable, esto les mostrará que son prioridad. Además, comprenderán que ser parte de la familia implicará compartir en los momentos buenos y malos. También es importante buscar la manera de disciplinar de forma positiva, para que el niño aprenda sin traumas.
El apego es una relación de afecto profunda e importante para el desarrollo de un niño. Permite la relación con el entorno por muchas razones. Al igual que sentimos la necesidad de comer o respirar, tanto niños como adultos también necesitan apego con otras personas. Es importante que los amen y protejan para sentir seguridad, confianza y autoestima. Esto será de gran influencia en su comportamiento en el futuro.
Formas en las que se presenta el apego emocional
Las formas de apego que se mostrarán a continuación demuestran que el desarrollo emocional puede ser bueno o malo. Dependiendo de las características del apego, el niño puede ser muy seguro o tener resultados negativos en su personalidad.
- Un niño seguro. Esta forma muestra que si el vínculo ya sea padres o cuidador, reacciona de una manera apropiada según las necesidades del niño, dará como resultado la preferencia buscando proximidad. Esto lo puede llevar a protestar por la ausencia de la persona por la cual siente apego. Pero puede ser consolado por personas que pueden estar en el círculo familiar cuando la seguridad es propia.
- Un niño ansioso. Es un resultado muy común, porque algunos padres al proteger excesivamente al niño lo afectan. No permitirle asumir retos que le puedan otorgar independencia, les impide desarrollar seguridad. Es posible que no se sienta capaz de enfrentar riesgos en la ausencia de los padres.
- Un niño desorganizado. Este comportamiento es muy negativo, incluso es una forma de abuso infantil que se produce al no tener apego emocional. Sucede como producto de la necesidad de apego con la persona deseada. Esto sucede cuando se produce el maltrato y tiene como consecuencia un niño confundido. Con frecuencia se observan comportamientos contradictorios e inseguridad al relacionarse con las personas de su entorno.
Bibliografía
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