Todos hemos dicho cosas a lo largo de nuestra vida de las que nos arrepentimos profundamente. Como las frases hirientes de los adolescentes que se declaran a la ligera sin pensar en todo el significado que guardan sus palabras. Por tal motivo, aprender cómo reaccionar cuando los hijos dicen cosas que no sienten es fundamental para no dañar el gran vínculo que existe entre ambos.
Es fácil dejarse llevar por los sentimientos cuando los hijos nos dicen frases que pueden llegar a ser muy dolorosas de tomarse con seriedad. Y, aunque cada persona reacciona de manera diferente ante este tipo de provocaciones, es importante tener en cuenta que son expresiones que se dicen sin pensar en ellas y no corresponden para nada con la realidad.
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¿Qué tanta verdad hay detrás de las frases hirientes de los adolescentes?
“Eres el peor papá del mundo”, “ojalá no fuera tu hijo” o “no quiero volver a hablarte”. Tres frases que los jóvenes suelen decir a sus padres al dejarse llevar por la poca inteligencia emocional y responsabilidad afectiva. Porque las palabras tienen un gran poder para sanar o destruir, y aunque sabemos en el fondo que no son ciertas, no se puede evitar sentir un poco de malestar.
Sin embargo, a pesar de que estas expresiones pueden llegar a causar dolor en el fondo del corazón, es importante aprender a no tomarlas personalmente. Porque, al final del día, es muy probable que los adolescentes se sientan muy mal por lo que dijeron y se arrepientan por reaccionar de dicha manera.
La rabia, el estrés y la irritabilidad son emociones que pueden hacer salir de las casillas a muchas personas. En especial a jóvenes que aún siguen aprendiendo a manejarlas de manera inteligente. Por lo tanto, es crucial comprender las circunstancias en las que fueron expresadas y entender que no son fruto de una reflexión profunda.
3 claves para reaccionar a las frases hirientes de los adolescentes
El hecho de que seamos conscientes de que la mayoría de las frases hirientes de los adolescentes provienen del cúmulo de emociones que explotan en su interior, no significa que debamos pasarlas por alto. Como padres somos las principales guías de nuestros hijos y es necesario empatizar, acompañar y reflexionar junto a ellos para ver más allá de las palabras necias.
Estos son algunos consejos de gran ayuda.
1. Indaga en la emoción que invade a tus hijos
Es crucial aprender a reflexionar sobre el mensaje que transmiten los adolescentes, pero también sobre las emociones que los están invadiendo en el momento. Ya que no es lo mismo expresar “eres la peor madre que un hijo puede tener” que “no te soporto porque estoy cansado de tu sobreprotección”. Puesto que, aunque ambas pueden resultar hirientes, transmiten mensajes diferentes.
Esto significa que antes de dar una respuesta a tu hijo, sé consciente del cúmulo de sentimientos que se rebosaron en un momento determinado. Porque estas frases suelen hablar más de la emoción que están experimentando que de sus padres. A menos de que tengas razones de peso para considerar que realmente estás fallando en tus responsabilidades paternales. En cuyo caso lo más recomendado es aprender de los errores y no volverlos a cometer.
2. Promueve la inteligencia emocional y establece límites
Si notas que tus hijos adolescentes suelen contestar con frases hirientes cada vez que se les corrige es indispensable enseñarles de inteligencia emocional. Porque, así como son capaces de decirle a sus familiares palabras a la ligera, también podrán hacerlo con sus amigos o personas a su alrededor.
Debido a esto, resulta crucial ayudarles a interiorizar tácticas que les permitan controlar sus emociones en momentos de tensión para no herirse a sí mismos ni a los demás. Así que siempre promueve el respeto en tu hogar a través del ejemplo. Lo que significa tratar a tus hijos siempre con amor y consideración, estableciendo límites de convivencia y no cayendo ante las provocaciones.
3. Fomenta otras formas de canalizar las emociones
Aunque las frases que se dicen a la ligera no deben tomarse a pecho, tampoco significa que deban permitirse las faltas de respeto en el hogar. Por tal motivo, enséñales a tus hijos otras formas de canalizar lo que están sintiendo. Por ejemplo, aprender a reconocer cuando la ira o la rabia comienza a invadirlos y respirar profundo durante cinco segundos para calmarse.
Es importante que los hijos aprendan que todas las palabras que emiten tienen un gran significado. Así que siempre deben pensar antes de hablar. En vez de decir “te odio, no quiero volverte a hablar jamás”, pueden decir algo como “en estos momentos me siento con mucha rabia y prefiero que conversemos después”. Y, a pesar de que no sea una tarea sencilla, el autocontrol es clave.
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Para evitar las frases hirientes de los adolescentes erradica el rencor de tu hogar
La adolescencia es una etapa de cambios en donde se pone a prueba el amor y la paciencia que sentimos por nuestros hijos. Por tal motivo, elimina el rencor de tu hogar, ya que es una emoción que no tiene sentido que afecte nuestro corazón y menos la relación familiar. Las frases dichas sin pensar pueden llegar a lastimar, pero no vale la pena quedarse con ellas.
Recuerda que durante sus años de adolescencia los hijos necesitan de la compañía y el apoyo de sus padres; más no de su resentimiento o apatía. Así que cuando tu hijo te pida perdón por todo lo dicho, acepta su disculpa y dialoga a su lado para que comprenda el poder que guardan las palabras. De esta manera, aprenderá a través del ejemplo a regular sus emociones y a mejorar como persona.
Bibliografía
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