Cómo hacer salsa de tomate casera

La salsa de tomate casera es fácil de elaborar y puede suponer un excelente complemento para la dieta de los niños. Esta cuenta con varios beneficios para su salud y sirve para completar la recomendación de al menos cinco raciones de frutas y verduras cada día.

Te vamos a enseñar a prepararla en poco tiempo para que puedas disfrutar al máximo de ella. Antes de comenzar, es importante comentar que muchas de las salsas de tomate industriales concentran gran cantidad de aditivos o de azúcares añadidos en su interior. Estos elementos se consideran negativos cuando se consumen de forma frecuente y en grandes cantidades.

Receta de la salsa de tomate casera

Ingredientes

• 2 kilos de tomate pera
• 1 zanahoria grande
• 6 dientes de ajo
• Hojas de albahaca o de perejil

Paso a paso

1. Precalienta el horno a 200 grados. Mientras tanto, lava los tomates en agua fría y corta en 4 partes, para reservarlos después.
2. Pela y lava la zanahoria, para luego trocearla.
3. Introduce ambos vegetales en una fuente para horno junto con los dientes de ajo y con la albahaca al gusto.
4. Remueve todo bien y cocina en el electrodoméstico durante una hora y media.
5. Una vez que la mezcla se seque y los tomates estén lo suficientemente cocinados, retira la fuente del horno e introduce todo el contenido en un recipiente grande, que sea apto para la batidora de mano.
6. Tritura bien hasta conseguir una pasta suave. En el caso de que se requiera más ligera, siempre cabe la opción de incorporar un poco de agua o de pasarla por un tamiz o un colador.
7. Por último, distribuye en frascos pequeños y lleva al congelador para una mejor conservación.

¿Por qué elaborar esta receta?

El tomate aporta muchos beneficios para los niños cuando se incluye en el contexto de una pauta variada y equilibrada. Se trata de un alimento que concentra en su interior una dosis elevada de fitoquímicos con capacidad antioxidante. Estos elementos pueden ayudar a prevenir el desarrollo de patologías complejas, como las de tipo cardiovascular. Así lo evidencia una investigación publicada en la revista Atherosclerosis.

Por otra parte, este alimento es una fuente de vitamina C. Hablamos de un nutriente capaz de estimular la función inmune, tal y como lo afirma un estudio publicado en Nutrients. Mantener los niveles en rangos adecuados reducirá la incidencia de las enfermedades de tipo infeccioso y ayudará a un mejor control de los síntomas en caso de que lleguen a desarrollarse.

Prepara salsa de tomate casera

Como has podido comprobar, es muy fácil preparar salsa de tomate casera en pocos pasos y con apenas 4 o 5 ingredientes. El resultado es excelente para combinar con carnes, pescados, platos de vegetales o pastas, entre otros. Además, es capaz de aportar una cantidad significativa de nutrientes esenciales y de fitoquímicos con actividad antioxidante. Ambos serán necesarios para mantener un buen estado de salud con el paso de los años.

Para terminar, recuerda que también es posible guardar la salsa de tomate fuera del congelador, pero en este caso hay que seguir una serie de procesos higiénicos previos. Habrá que dividirla en tarros de cristal correctamente esterilizados y, luego, cocinarlos al baño María para generar un vacío. En este punto sí se puede mantener por unos meses en un lugar fresco y seco, alejado de la luz del sol. Pero ten en cuenta que es clave asegurarse de que se escucha un cloc al abrirlos para su consumo.