Es común que las embarazadas se pregunten si es posible colocarse implantes dentales durante la gestación. Este tratamiento permite recuperar la sonrisa cuando faltan piezas dentarias, pero ¿es seguro durante la gravidez?
Sigue leyendo y entérate de todo lo que debes saber respecto a esta intervención odontológica en el embarazo.
Los implantes dentales en las embarazadas
El implante dental es un procedimiento que permite reemplazar las piezas dentarias faltantes para devolver la función y la estética a la boca. La cirugía consiste en colocar un tornillo metálico en el interior del hueso maxilar que actúa como sostén de una corona o una prótesis dental.
Para la colocación del implante se debe realizar una cirugía que conlleve la inserción del aditamento de titanio en el espesor óseo. Luego, es necesario un tiempo de cicatrización, en el que el metal del tornillo se integra al hueso y permanece fijo. Cuando se logra la osteointegración, es posible colocar las coronas que devuelven la apariencia y la función a la sonrisa.
Dada la complejidad de la intervención, no es conveniente colocar implantes dentales en las embarazadas.
Esto no significa que todos los tratamientos odontológicos deban postergarse. En el caso de una infección o una caries activa que avanza y genera dolor, por ejemplo, el riesgo para la madre y el bebé son una realidad que debe revertirse con el abordaje inmediato.
Vale aclarar que en el caso de que la primera etapa del tratamiento se haya realizado antes del embarazo y los tornillos ya estén insertados, la colocación de la corona sí es posible, pues esta intervención es sencilla y superficial.
¿Por qué los implantes dentales en las embarazadas deben esperar?
Una vez que ha pasado el primer trimestre del embarazo, en el que se forman los órganos vitales del bebé, las embarazadas pueden comenzar con los tratamientos odontológicos que necesiten. Por ejemplo, los empastes, las endodoncias y las limpiezas pueden realizarse en esta etapa.
Pero, como adelantábamos, colocar implantes dentales en las embarazadas no es recomendable. A continuación, te contamos las razones por las que se prefiere postergar la intervención hasta el nacimiento del bebé.
1. Necesidad de radiografías y anestesia
A la hora de colocar los implantes en la boca, es necesario realizar varios estudios previos y durante la cirugía. La toma de radiografías que indiquen el espesor del hueso y la ubicación del tornillo en su interior son parte de la terapéutica.
Si bien es posible realizar radiografías durante el embarazo, es preferible evitarlas y no exponerse a los rayos X, salvo por causa de urgencia. Por su parte, La anestesia local también es segura durante el embarazo, pero en el caso de las cirugías de implantes, se suelen utilizar fármacos más potentes con vasoconstrictores para lograr un efecto prolongado. Por este motivo, su uso tampoco es recomendable durante la gestación.
2. Cambios hormonales del embarazo
Durante la gravidez, el cuerpo de la mujer embarazada experimenta varias modificaciones para llevar adelante la gestación. Los cambios hormonales propios de esta etapa influyen en las condiciones bucales. Es así que las nuevas condiciones orales pueden interferir en la integración del tornillo a la masa ósea. Por eso, colocar implantes dentales en las embarazadas aumenta el riesgo de fracaso del tratamiento.
Además, la inflamación gingival es muy común durante el embarazo. Se trata de un factor que dificultaría la intervención quirúrgica y la posterior cicatrización. Las cirugías orales durante la gestación solo se realizan en casos de urgencia, es decir, cuando las condiciones bucales pongan en peligro a la madre o al bebé.
3. Riesgo de complicaciones posquirúrgicas
La colocación de implantes dentales puede dar origen a la aparición de varias complicaciones posoperatorias. El dolor, las infecciones y la falla en la permanencia del tornillo en su lugar son situaciones que pueden aparecer luego de la cirugía. Además, las opciones de fármacos para tratar el dolor y las infecciones son limitadas durante la gestación.
Sufrir estas complicaciones puede poner en riesgo el embarazo. Las contracciones, los partos prematuros y la preeclampsia son situaciones que pueden desencadenarse por la presencia de estas afecciones posquirúrgicas.
4. Aumento del estrés
Los altos niveles de ansiedad durante la gestación pueden afectar el desarrollo del bebé. En consecuencia, someterse a una cirugía de implantes dentales puede dar origen a preocupaciones innecesarias en las embarazadas.
Programar una cirugía de implantes que no es urgente podría aumentar los niveles de estrés de la madre. Por este motivo, se aconseja realizar este tratamiento después del parto.
Implantes dentales después del parto
Es posible que a algunas embarazadas las decepcione el hecho de no poder colocarse implantes dentales durante esa etapa. De todos modos, existen soluciones temporarias que sí se pueden utilizar.
Para evitar complicaciones en la boca es importante actuar de manera preventiva. Se debe prestar especial atención a la higiene bucodental, llevar una dieta equilibrada y realizar revisiones odontológicas periódicas. También, se recomienda acudir al odontólogo en cada trimestre del embarazo y recordarle al profesional sobre el estado de gravidez. Las consultas periódicas permiten detectar y solucionar cualquier problema a tiempo y mantener la boca saludable.
Por otra parte, en el caso de que se necesite corregir la falta de algún diente ausente, el dentista podrá ofrecer opciones para usar durante la gestación y programar la colocación de los implantes dentales para después del embarazo.
Una vez que el bebé nazca y la mamá se haya recuperado, es posible comenzar con la rehabilitación final y colocarse los esperados implantes dentales. De esta manera, luego de tanta espera, la mamá podrá sonreír tranquila junto a su pequeño bebé.
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