El acoso escolar se da cada vez con más frecuencia en los colegios e institutos. Los padres, muchas veces, se sienten agobiados ante esta situación porque es algo difícil de enfrentar. De hecho, ver cómo sus hijos sufren con esa intimidación es algo muy traumático para todos. Entonces, para evitar que la autoestima y la seguridad de los niños corra peligro, es importante tomar cartas en el asunto. Pero, ¿qué sucede cuando el niño no quiere defenderse?
Todos los humanos somos distintos y por este motivo, hay niños que son agredidos por otros pero les cuesta defenderse o no quieren hacerlo. Es labor de los padres enseñarles a hacerlo, pero sin utilizar la violencia.
En la infancia pueden darse muchas situaciones capaces de dañar a los niños, como las burlas, las quita de juguetes, los golpes o el hecho de no querer jugar con ellos. Estas escenas son inevitables, por eso es necesario enseñarles a hacerles frente y solucionarlas de una forma saludable. Sin ponerse al nivel del que les agrede ni dejarse lastimar. Te contamos más a continuación.
Por qué un niño no quiere defenderse
Un niño puede no querer defenderse por varias razones, bien por que no sabe, porque no se siente capaz de hacerle frente a sus agresores o porque no dispone de las herramientas suficientes para lograrlo.
Lo mejor es enseñar a los niños habilidades para comunicarse de una forma tranquila y con calma. No debemos enseñarles a que respondan de forma agresiva, ya que la violencia solo provoca más violencia.
Es fundamental preparar a los niños para hacer frente a estas situaciones y terminar con ellas lo antes posible.
Por eso, si descubres que tu hijo está víctima de acoso en el colegio, muéstrale tu apoyo y trata de ayudarlo sin perder la paciencia. Es muy normal sentirse enfadado con esta situación, pero es importante mantener el eje y dejarle claro al pequeño que no está solo en esto.
Cómo enseñarle a defenderse de una manera adecuada
Como hemos mencionado, lo principal es enseñarle a nuestro hijo a defenderse sin recurrir a la violencia. Si le decimos, “si te empujan, tu empújale también”, le damos a entender que ante ciertas circunstancias la conducta agresiva está justificada. Pero esto no es así.
A continuación, te damos algunas claves para educar a tu hijo en este aspecto.
Mejora su autoestima
Intenta siempre hacer florecer la autoestima del pequeño para que se valore y se sienta seguro de sí mismo. Tu apoyo y refuerzo positivo ante los aciertos van a ser buenos conductores para desarrollarla.
Educa para mejorar la asertividad
Enseñar a los niños a comunicarse con asertividades fundamental. Esto les permitirá hacerse valer y plantarle cara a quien le agreda a través del diálogo.
Para eso puedes practicar en casa, por si le da miedo o no sabe cómo hacerlo. Ponlo en situación y ayúdalo a practicar.
Otra de las cosas importantes que hay que enseñarle a los niños es a decir “no”, para que sean capaces de poner límites cuando no quieren hacer algo o no les interesa. Además, si algo les disgusta tienen que saber transmitirlo con sinceridad, respeto y asertividad.
Promueve la evasión de las ofensas
La mayoría de los casos de acoso o bullying comienzan con una palabra ofensiva o cualquier otra ofensa. Esta suele ser la manera que tienen los agresores de provocar y de herir a los chicos más débiles.
Por esta razón, hay que enseñarles a los niños a evadir esas ofensas de una forma eficaz y darles recursos para el resto de sus vidas.
Estas herramientas pueden ser las siguientes:
- Responder a la ofensa como si esta no tuviera importancia: si no le interesa lo que escucha, con su cabeza en alto, coge y se va a otro sitio.
- Ignorar los comentarios ofensivos: no olvidemos el dicho de “ofende más el que puede que el que quiere”. Explícale a tu pequeño que irse del sitio de la agresión no es una señal de cobardía, sino una herramienta para hacer frente a esas burlas.
Inculca el control emocional
Una de las estrategias que llevan acabo los acosadores es molestar a las víctimas hasta hacerles perder la paciencia. Incluso, hasta que se enfaden o lloren. Esto los hace sentir más fuertes y poderosos.
El problema es que si el niño cede y se muestra vulnerable, se convierte en la víctima perfecta y es posible que sea molestado frecuentemente. Está claro que controlar las emociones en una situación así es complicado, pero requiere de práctica para poder dominarlo.
Por lo tanto, es muy importante enseñarles a los niños estrategias de autocontrol ante esas situaciones. Por ejemplo, respirar para relajarse mientras se retira, contar hasta 10, no poner cara de molesto o de enfado, entre otras.
Refuerza el apoyo del entorno
Para los niños es muy difícil hacer frente a esta situación cuando están solos, ya que se sienten desprotegidos, débiles e inseguros. Pero, la cosa cambia si cuentan con el apoyo de otros compañeros o de su grupo de amigos.
Así que, si tu hijo sufre este tipo de acoso debes animarle a que se lo cuente a sus pares de confianza para que le ayuden.
Es importante hacerle ver que el pedir ayuda no quiere decir que sea un cobarde, sino que es una muestra su gran madurez para resolver el problema por sus propios medios. Además, si cuenta con los amigos, se sentirá más fuerte para hacer frente al conflicto antes de hablar con los profesores.
Escúchale y no le culpes
Otra de las cosas que tenemos que tener en cuenta es prestar atención y escuchar a tus hijos cuando te cuentan algo. Si te comparten situaciones cotidianas del colegio y hay algún conflicto que no se ha resuelto de forma adecuada, debes mostrarle la manera correcta de hacerlo. Es importante proporcionarle las estrategias y las formas de hacerlo sin llegar a la violencia.
Sobre qué hacer cuando un niño no quiere defenderse
Ahora ya sabes que cuando un niño no quiere defenderse es posible incentivarlo a hacerlo de forma sana y sin violencia.
El diálogo, la asertividad, las habilidades sociales y otros recursos que le enseñemos serán fundamentales para el resto de su vida.
Bibliografía
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