La lana en la ropa de bebé es la más indicada para mantenerlos secos, calientes y felices. No obstante, no todos los tipos son amigables para su piel tan delicada y sensible. Este material presenta muchas propiedades beneficiosas para los más pequeños, pero no todas ellas son iguales. Al momento de elegir, debes considerar diferentes aspectos que te contaremos en este artículo.
La piel del bebé
La piel de los bebés es muy delicada y frágil, por lo que puede padecer reacciones alérgicas con los diferentes materiales que tienen las prendas de vestir. Por otra parte, también se debe prestar atención a los cuidados de la ropa que se teje con lana. De hecho, muchas de ellas pueden enjuagarse en las lavadoras, mientras que otras solo es posible a mano para no encogerlas o deformarlas.
Un estudio de British Journal of Dermatology concluye que la lana merino superfina puede ser una excelente opción terapéutica de la enfermedad atópica infantil.
Quizás te interese: Cuidado de la piel de los bebés
¿La lana irrita la piel de los bebés?
Existen muchas creencias sobre que la lana genera comezón e irritación en la piel del bebé. Sin embargo, la ropa de bebé confeccionada con determinados tipos de este material no generan reacciones alérgicas. La lana que se elija debe ser esponjosa, suave, sin pelusas ni hilos y tener un grosor delicado, de medio a fino. Esta son algunas de las apropiadas:
Lana merino
Las fibras de lana merino poseen una capa en su exterior que las hace más suave, parecidas a la seda. Esta característica también hace que sea más cómoda. Los atributos naturales hacen que sea delicada y agradable para la piel del bebé, incluso en quienes padecen afecciones en la superficie cutánea o eccemas por atopía.
Además, este tipo de lana contribuye a mantener al niño en una temperatura agradable debido a su capacidad de regulación. Es decir, las fibras de la lana absorben la humedad provocada por la transpiración y se elimina en el entorno. Este producto proviene de un tipo de oveja que es originaria del norte de África. Por ende, es un material natural y que pesa poco debido a la elasticidad y a la delgadez de sus fibras. A su vez, actúa como aislante térmico de manera muy eficaz, por lo que da calor en invierno y mantiene fresco al pequeño en el verano.
Lana de algodón
Este tipo de lana es la que se recomienda con mayor énfasis para bebés o niños con afecciones alérgicas en la piel. Este material absorbe mucho mejor la transpiración y es más suave que el algodón común. Además, debido a la ausencia de blanqueadoras y pesticidas, es hipoalergénica para las pieles delicadas. Sin embargo, si bien el algodón orgánico, que no utiliza químicos en su producción y elaboración, es ideal, también es mucho más caro.
Una de las desventajas de este producto es su menor capacidad de generar calidez respecto a otras lanas. Por lo tanto, se aconseja utilizarlas en primavera y obviarlas en las épocas más frías. Por otra parte, algunas lanas de algodón se venden en el mercado mezcladas con fibras de bambú, lo que las hace más sedosas y le añade propiedades antialérgicas, antiestáticas y antitranspirables.
Lee también: 10 enfermedades de la piel más comunes en bebés
Lana de alpaca
Si bien no es tan comercializada en las diferentes partes del mundo, sus propiedades se asemejan a las de la lana de merino. Es hipoalergénica, muy liviana y capaz de regular la temperatura del cuerpo del bebé. Incluso, es más cálida y transpirable que la lana ordinaria, lo que la hace muy eficaz en las prendas de vestir de invierno. A diferencia de otros tipos, la lana de alpaca no se desgasta con el uso y, además, repele el agua y es ignífuga.
¿La lana calienta demasiado a los bebés?
Hasta los 18 meses del nacimiento, los bebés no tienen la capacidad de regular su propia temperatura de manera eficiente y correcta. De hecho, esto está relacionado con el tamaño de la superficie cutánea en comparación con su peso corporal. En general, los más pequeños (en especial si son prematuros o están enfermos) tienden a disipar el calor del cuerpo más rápido si no se encuentran abrigados. Por esto, deben permanecer más calientes que los adultos. Se recomienda el uso de un gorro de lana para mantener un ambiente cálido, ya que los recién nacidos pierden demasiado calor a través de su cabeza.
Las prendas de vestir de lana y los bebés
Las prendas de vestir de lana pueden contribuir a mantener a los bebés cómodos y abrigados, además de regular su temperatura corporal sin enfriarse o calentarse demasiado. Es decir, ciertos tipos de lanas poseen propiedades de termorregulación y brindan suavidad a la piel de los más pequeños. Por esto, se recomiendan las lanas de merino, de alpaca o de algodón, que son las que cumplen con todas las propiedades beneficiosas.
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Lang N, Bromiker R, Arad I. The effect of wool vs. cotton head covering and length of stay with the mother following delivery on infant temperature. Int J Nurs Stud. 2004 Nov;41(8):843-6. doi: 10.1016/j.ijnurstu.2004.03.010. PMID: 15476757. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/15476757/
- Su JC, Dailey R, Zallmann M, Leins E, Taresch L, Donath S, Heah SS, Lowe AJ. Determining Effects of Superfine Sheep wool in INfantile Eczema (DESSINE): a randomized paediatric crossover study. Br J Dermatol. 2017 Jul;177(1):125-133. doi: 10.1111/bjd.15376. Epub 2017 Jun 12. PMID: 28182252. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28182252/