El Trastorno Específico del Lenguaje (TEL) o disfasia es una realidad para muchos niños y se considera como un trastorno grave y de larga duración. El mismo afecta a los menores desde su inicio en el desarrollo del lenguaje y se puede prolongar incluso hasta la adolescencia. Sin una buena intervención puede dejar secuelas cuando llega a ser adulto.
Normalmente, incide en la articulación de las palabras. Por eso, es muy importante hacer ejercicios en casa. Sigue leyendo para conocer más sobre esta problemática.
Conoce estos ejercicios para niños con TEL
Tendrás que hablar con un especialista para saber cuál es la gravedad del TEL de tu hijo y así poder encontrar los ejercicios más adecuados. Pero, igualmente, vamos a explicarte algunas de las actividades más importantes. Las mismas están relacionadas con el movimiento, la respiración y el ritmo necesarios para poder avanzar en este problema. ¡No pierdas detalle!
Respiración para el trastorno específico del lenguaje
Trabajar la respiración es fundamental para los niños con un trastorno específico del lenguaje. Son ejercicios sencillos y repetitivos que se pueden realizar al incorporar agradables sonidos. Se trata de inhalar y expirar por la nariz y la boca, así como practicar la retención del aire. También, se puede variar la velocidad.
Bolitas de papel
Este es un ejercicio sencillo que a los niños les gusta y les divierte. Es tan fácil como hacer bolitas de papel y soplar con unas pajitas para que se muevan o aspirarlas para que se queden pegadas en el otro extremo.
Pompas
Al igual que ocurre con las bolitas de papel, hacer pompas a los niños les encanta. Además, les ayudará a controlar la respiración y a trabajar la musculatura de la boca.
Vocales en el trastorno específico del lenguaje
En este caso, el ejercicio se centra en la respiración. Mientras el niño inhala y exhala, debe pronunciar las 5 letras vocales. También, se pueden hacer de manera exagerada a modo de juego. Lo que importa es decirlas y poder mantener un buen control del aire y de la velocidad a la hora de la pronunciación.
Sílabas
En este caso, el niño tiene que decir sílabas y usar consonantes de manera repetida. Por ejemplo, con la M, dirá: Ma, ma, ma, ma/me, me, me, me… Y así sucesivamente con todas las vocales y distintas consonantes. De esa manera, se ejercita la entonación y también el ritmo.
Ritmo para el trastorno específico del lenguaje
El ritmo es fundamental para los niños que tienen un trastorno específico del lenguaje. De esta manera, la articulación y la pronunciación de las palabras se hará de manera más correcta. Para hacerlo, se puede usar un tambor o simplemente dar pequeños golpes en una mesa de forma rítmica. Pide al niño que haga los sonidos de acuerdo con el tiempo y el ritmo que le marques.
Silencio
Para realizar este ejercicio tendremos que disponer de un espacio que esté totalmente en silencio. Después, debemos hacer un pequeño sonido para que el pequeño, con los ojos cerrados o vendados, pueda detectarlo y señalar en la dirección en la que suena. Luego, tendrás que preguntar qué ruido es el que ha escuchado. Así, podrá aprender a distinguir la intensidad de los sonidos, cuál es el objeto que lo produce, el ritmo y la duración del mismo.
Lengua
Los ejercicios con la lengua son muy importantes, ya que es el órgano que ayuda a articular todos los sonidos y las palabras. Consiste en hacer movimientos con ella, de acuerdo con las dificultades del niño.
Frases
Este ejercicio se basa en hacer frases completas. Por ejemplo, se pueden recitar poesías, trabalenguas, canciones o cuentos cortos. El menor repetirá las sílabas, las palabras o las frases que correspondan una y otra vez hasta que lo haga correctamente. Es necesario evitar que sea demasiado repetitivo o aburrido para que no aparezca la desmotivación. También, se pueden usar pequeños objetos para marcar el ritmo y la entonación.
Jugar para mejorar
Los ejercicios ayudan a los niños a superarse antes estas dificultades de acuerdo con la gravedad de los problemas del lenguaje que tengan. Es necesario saber que algunos de estos inconvenientes pueden ocurrir derivados de otras afecciones, como el autismo o problemas físicos que interfieren en el proceso de la articulación de las palabras. Al implementar estos juegos, poco a poco, seguramente el pequeño conseguirá mejorar.
Bibliografía
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- Monge Díez, R. (2008) Lenguaje comprensivo y expresivo: ejercicios prácticos. Editorial: Lebón