5 mitos sobre las causas de autismo

Hasta los momentos no se conoce con exactitud la causa del autismo. Te explicaremos en este artículo los principales mitos acerca de esta condición.

El autismo es un trastorno que se caracteriza por tres básicos déficits: el verbal, el comunicativo y el afectivo. Se encuentra acompañado de conductas obsesivas que persisten toda la vida. Las causas del autismo no están muy claras, pero los mitos al respecto son muy variados.

En la antigüedad se le consideraba un trastorno raro, por lo que muchas veces llamaban enfermos a quienes lo sufrían. En la actualidad su incidencia ha aumentado considerablemente, lo que ha dado lugar a muchos mitos. Para explicar las posibles causas de este trastorno, ha surgido una serie de especulaciones que han sido desmontadas por la ciencia.

Además de pretender explicar los supuestos motivos de la aparición del trastorno, también suponen características que no son ciertas. Por ejemplo, se ha dicho que los niños autistas son superdotados, que sufren retardo mental, o que lo causó la vacuna de la gripe.

Nada más lejos de la verdad. Este problema no se pasa con el tiempo, ni se debe a una forma de crianza en particular. Aunque quedan muchos vacíos en la explicación del autismo, las especulaciones han sucumbido en el plano científico.

¿Cuáles son los mitos sobre el autismo?

Como hemos dicho, científicamente se han podido aclarar muchas dudas acerca de esta condición. En lo adelante, destacamos los principales mitos y su aclaratoria según los expertos.

Mito 1: Las personas con autismo son incapaces de sentir afecto

Las personas con autismo sienten al igual que una persona sin esta condición, ríen, lloran, se enfadan, acarician, dan besos, quieren jugar. Muchas veces, debido a su forma de pensamiento distinto y a sus problemas sensoriales, les cuesta un poco expresar sus emociones. Sin embargo, su incapacidad para expresarse no les impide sentir emociones.

Mito 2: El autismo se debe a la vacunación infantil

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Entre 2000 y 2001,  se obtuvieron datos que no sustentan la vinculación entre la vacunación y el autismo. Se realizaron tres revisiones por parte de algunos expertos en la materia. Estos concluyeron de forma única que los datos disponibles niegan tal afirmación. Un gran estudio realizado en 2002 tampoco  detectó ninguna asociación con este trastorno.

Mito 3: El autismo es consecuencia de la falta de afecto

Algunas teorías han intentado relacionar la falta de afecto de los padres con el desarrollo del trastorno. Se creía que en hogares donde los niños no recibían amor, podía desencadenarse un caso de autismo. En tal sentido, era visto como un trauma en el niño, por lo cual muchos padres fueron acusados de provocarlo.

Todo niño necesita de sus padres, ya que son de mucha ayuda en el día a día con su cariño, comprensión, constancia y estabilidad familiar. Sin embargo, no se ha demostrado que la carencia afectiva pueda provocar este padecimiento.

Mito 4: Son niños agresivos que terminan enfermándose a sí mismos

Las personas con este trastorno a veces se frustran porque intentan aferrarse a una rutina en la cual puedan sentir más seguridad. Necesitan más ayuda que los otros niños, mucha comprensión y una terapia que les oriente a lo largo de su crecimiento. Este tipo de trastorno es muy diferente de la hiperactividad u otros relacionados.

En tal sentido, definirlos como niños agresivos que se provocan a sí mismos esta condición, es muy exagerado. En el caso de que aparezcan conductas desafiantes, éstas son controlables y desaparecen con una adecuada intervención.

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Mito 5: No hay causa genética en el autismo

En la actualidad tiene cada vez más fuerza el hecho de que los factores genéticos juegan un papel muy importante. Hay que tener en cuenta que el autismo puede ser hereditario.

Los estudios han demostrado que en el caso de gemelos en la misma bolsa, hay una gran posibilidad de que uno tenga autismo si el otro lo tiene. Existe al menos un 90% de probabilidades de que esto suceda según la ciencia. Además, hay un 20% más de posibilidad de tener un segundo hijo con autismo, que en familias donde no existe el trastorno.

 

 

Bibliografía

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