Taekwondo para niños, beneficios físicos, psicológicos y sociales

Una disciplina completa que representa una forma de vida y toda una filosofía. Descubre los grandes beneficios de que los niños practiquen esta arte marcial.
Taekwondo para niños, beneficios físicos, psicológicos y sociales
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 04 enero, 2022

Muchos padres tienen la idea de que el taekwondo es un deporte violento o que propicia la agresividad, pero nada más lejos de la realidad. Tampoco exige tener gran fuerza para practicarlo. En realidad esta disciplina requiere constancia, proporcionando a cambio grandes beneficios.

Como otros deportes, este arte marcial de origen coreano desarrolla las capacidades físicas del cuerpo. Pero además es una disciplina muy técnica, lo que ayudará a los niños a aprender a conocer y controlar su cuerpo. Es un entrenamiento muy completo, que también proporcionará beneficios sociales, psicológicos e importantes valores a los niños.

¿Qué es el taekwondo?

“Esta disciplina de origen marcial basa su filosofía en la Cortesía, Integridad, Perseverancia, Autocontrol y Espíritu Indomable”

El taekwondo es un deporte de combate milenario, un arte marcial. De origen coreano, destaca por la gran variedad de técnicas que incluye: de patada, mano, pie, codo, puño e incluso rodilla. Cuenta también con técnicas de defensa personal.

Pero además del nivel físico o técnico, el taekwondo representa toda una filosofía. Esta se basa en cinco principios: cortesía, integridad, perseverancia, autocontrol y espíritu indomable.

Es una de las artes marciales más conocidas y extendidas. Se estima que más de 30 millones de personas practican taekwondo, repartidas en más de 144 países. El taekwondo también se ha hecho hueco en las Olimpiadas. Comenzó como deporte de exhibición en Seúl, 1998, y en los Juegos de Sidney, en el 2000, se disputaron las primeras competiciones de combate.

Equipo necesario para practicar taekwondo

Para practicar este deporte es necesario, en primer lugar, un Dobok. Es el traje de práctica, compuesto por pantalón y chaqueta –el equivalente al kimono de otras artes marciales–. También será indispensable llevar un Ti, el cinturón que indica el grado o nivel del practicante.

Es recomendable que los niños practiquen algún deporte durante la infancia.

En combate se suele requerir el uso de guantes de polipropileno (pads) y botas protectoras de este mismo material. También suele ser obligatorio utilizar protectores, especialmente el bucal y el inguinal. Además, y dependiendo del nivel de los participantes, se puede llevar casco, peto protector, espinilleras y protectores de antebrazos.

Los beneficios del taekwondo

“El taekwondo aporta grandes beneficios físicos, pero también diversos valores y habilidades que ayudan a templar el carácter de los niños”

Este deporte se ha convertido para aquellos que lo practican en una forma de vida. Es un instrumento para alcanzar un equilibrio tanto físico como mental.

El taekwondo busca la realización del ser humano en todos los sentidos. En el caso de los niños, les ayudará a atravesar las etapas más complicadas, adquiriendo importantes valores personales y hábitos de vida saludables.

Beneficios físicos

  • Mejora la fuerza muscular, así como la resistencia cardiovascular.
  • Aumenta la elasticidad, agilidad y flexibilidad.
  • Ayuda a desarrollar las capacidades de coordinación y equilibrio.
  • Aporta control y conocimiento del propio cuerpo. Dado que esto se consigue a través de movimientos básicos pero de alto nivel técnico, los preparará para futuras actividades de mayor dificultad, en cualquier deporte.

Beneficios psicológicos y sociales

El taekwondo además ayuda a templar el carácter de los niños. Aquellos con altos niveles de energía se vuelven más tranquilos y conscientes de su cuerpo y entorno. O, poniendo otro ejemplo, los niños más tímidos e introvertidos ganarán confianza, autoestima e iniciativa.

  • Aporta gran concentración y disciplina. Al aportar cambios positivos a nivel atencional puede ser ideal para niños con TDAH y trastornos similares; además, el fomento de la disciplina y cumplimiento de las reglas puede ayudar a los niños a la hora de adquirir hábitos beneficiosos e incluso lograr un mejor rendimiento escolar.
  • Al lograr dominar su cuerpo, ganan autoestima y seguridad en sí mismos. Además, aprenderán a interactuar con su entorno de forma más eficaz.
  • Se fomentan importantes valores como la honestidad, lealtad, compañerismo, trabajo en equipo, respeto y humildad.
  • Es una oportunidad de aprendizaje cultural. A través del taekwondo tienen acceso al conocimiento de costumbres, tradiciones y formas de pensar distintas a las suyas. También les enseñará tolerancia y solidaridad.
  • El taekwondo en niños fomenta su capacidad de análisis. Y es que han de anticiparse a los pasos del adversario así como aprender, a nivel técnico, la ejecución de los movimientos. Esto puede extrapolarse y ser de utilidad en otras áreas de la vida.
  • Puede ayudar a los menores a integrarse, hacer amistades y desarrollar sus habilidades sociales.
El taekwondo es un deporte poco agresivo.

Algunos consejos sobre el taekwondo

Aunque esta disciplina se originó para el combate, no es un deporte agresivo. La formación básica del taekwondo es para defenderse, no para atacar. Es más, este deporte busca aportar paz y tolerancia a quienes lo practican, entre otros beneficios mencionados previamente. Es una ayuda ideal para canalizar la inagotable energía de los niños, especialmente si tienen trastornos como el TDAH.

La edad ideal para practicar este deporte se sitúa alrededor de los 4 años. Es mejor comenzar desde jóvenes, ya que aunque el taekwondo aporta grandes beneficios, también es muy técnico y “lento”. Los cambios no se aprecian de la noche a la mañana, y hace falta mucho esfuerzo, constancia y disciplina para dominar las bases e ir mejorando.

Por ello la presencia y ayuda de los padres será fundamental. Tendrán que recordar estos valores a sus hijos, sus responsabilidades y tareas, animarlos cuando crean que no avanzan y, sobre todo, apoyarlos. Lo más importante es que el niño sea feliz con lo que haga, con el entorno en el que se encuentra y que ayuda a crear, y que así ponga siempre todo su entusiasmo y esfuerzo en su día a día.


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