Repetir curso, ¿cómo afecta a los niños?

Repetir curso es una situación que a los niños y adolescentes les disgusta. De hecho, tener que volver a cursar los mismos estudios suele verse como algo negativo. Sin embargo, puede tener algunas ventajas.
Repetir curso, ¿cómo afecta a los niños?
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 21 julio, 2020

¿Te han sugerido que tu hijo repita el año? Repetir curso, generalmente, resulta una mancha en el expediente de un estudiante que le perseguirá toda su vida. La decisión de cursar nuevamente el año escolar debe ser tomada por los profesores en conjunto con los padres. Sin embargo, en vista de que muchos padres tienen miedo de esa medida, debes analizar varios factores como, por ejemplo, cómo afectará al niño y cuáles son las ventajas.

Efectos negativos de repetir curso

Repetir curso puede generar efectos negativos en la autoestima y en las futuras oportunidades laborales. Al no avanzar de grado, el niño es separado de los que hasta entonces eran sus amigos. Esto significa tener nuevos compañeros con los que le puede ser difícil crear amistad, ya que tendrá la sensación de que es peor que ellos y que se ha quedado estancado.

En el aspecto académico, no siempre habrá mejoras. De hecho, se ha comprobado que la comprensión lectora puede resultar peor que antes.

Niña con malas notas a punto de repetir curso.

Ventajas de repetir el año escolar

Si tu hijo necesita repetir curso, es porque no ha adquirido el conocimiento necesario. Dicho conocimiento es la base para aprender las enseñanzas del sucesivo año. Sin ello, le será muy difícil comprender el siguiente curso y se sentirá perdido. Por tanto, la forma de reforzar esos contenidos es la repetición.

Cabe destacar que el pasar de grado a un niño de más de 8 años sin estar preparado no solo afecta a la parte académica pues, al no seguir las asignaturas al mismo nivel que sus compañeros, puede hacer que sea desplazado. También, conlleva que el pequeño se dé por vencido.

No obstante, el año de repetición permite analizar por qué el estudiante no ha captado las enseñanzas. Se debe buscar la ayuda necesaria para tratar los problemas tanto académicos como de otra índole. Si es necesario, habría que recurrir a la ayuda especializada. Por otro lado, si el niño necesita repetir el año por causa de una enfermedad o trauma emocional, puede ser beneficioso para él.

¿Cuándo no es conveniente repetir curso?

Las ventajas y consecuencias de repetir el grado no siempre son las mismas, pues dependen de la edad del niño. Por consiguiente, mientras el niño es más pequeño, las repercusiones negativas son mayores. Por ello, volver a cursar el grado para los niños de corta edad debería ser la última opción.

Cabe destacar que, si es posible, se le debe dar la oportunidad de ponerse al día durante el periodo de vacaciones. Si el problema persiste en el año posterior, puede que se trate de algo más que un problema académico.

Chica adolescente con un examen con mala nota en las manos.

¿Qué hacer si mi hijo repite curso?

Es importante tener presente que, si has estado de acuerdo con los profesores y tu hijo repetirá el curso, las dificultades de aprendizaje seguirán allí. Estas no desaparecen por sí solas, al igual que la falta de atención. Por ello, es vital que tomes ciertas medidas para mejorar la situación y evitar pasar por ella otra vez.

Es necesario que hables con el maestro de tu hijo acerca de los apoyos y servicios. Además, investiga sobre las leyes de retención en tercer grado. Es importante usar perspicacia y ver cuáles son los problemas por el cual el niño no ha podido obtener el conocimiento necesario.

Involucra al niño en la decisión y nunca lo culpes por lo sucedido ni le hagas parecer un fracasado. Sin embargo, si ya ha entrado en la adolescencia y el problema es la disciplina, debes hacérselo saber. Pídele que asuma sus responsabilidades y ayúdale a ver cómo afectará a su futuro. Además, busca diferentes formas de trabajar la motivación para el estudio.

Descubre si hay algún factor que afecte su rendimiento académico, como los problemas en casa o la presión de grupo en la escuela, así como una enfermedad o el cambio de domicilio, el divorcio de los padres o la muerte de uno de ellos. Trabaja con tu hijo para superar la situación y evitar que le afecte en el nuevo año escolar.

En conclusión, repetir curso puede tener ciertas ventajas para algunos niños. No obstante, antes de tomar tan importante decisión, se deben analizar diversos factores. Además, es preciso recurrir a un profesional experto en este ámbito, como los psicopedagogos, y tomar esta opción como último recurso.


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