Ser madre no ofrece un sueldo, pero recompensa

La mejor recompensa de ser madre es la felicidad que esto proporciona. Ciertamente habrán momentos difíciles, pero las buenas experiencias los opacarán por completo. Reflexionamos al respecto a continuación.

Ser madre no ofrece un sueldo a final de mes. De hecho, no faltan mujeres que sienten cierta infravaloración por parte de sus parejas al no reconocer la alta carga de trabajo y de responsabilidades que cumplen al final del día. Sin embargo, hay algo que es seguro: pocas cosas ofrecen una recompensa mayor que la de criar a un hijo.

Somos conscientes de que en la actualidad son cada vez más los papás y por tanto “amos de casa” que cumplen la labor de crianza y de cuidado de un hogar. Ya sea porque así lo han elegido o porque es la mujer quien tiene un salario mayor, ya son muchos los hombres que eligen dejar de trabajar para dedicarse en exclusiva a esta labor que casi siempre ha tenido titularidad femenina.

Sin embargo, a pesar del dato es más común que sea la mamá la que en un 60% de los casos opte o bien por la reducción de su jornada laboral o bien por postergar unos años su retorno a su profesión. No es por tanto una decisión fácil, pero sí sentida y cumplida con cariño, aunque en ocasiones, eso sí, se vivan días de completo agotamiento.

Ahora bien… ¿te has preguntado alguna vez qué salario ganarías si tu labor de mamá (o papá) fuera retribuida en la totalidad de horas trabajadas? Por curioso que te parezca, un hombre quiso hacer el cálculo y el resultado es asombroso. En “Eres Mamá” te hablamos de ello.

Si las mamás tuviéramos sueldo a final de mes…

fuerte 3Piensa durante un momento en cada una de las tareas que realizas al cabo del día con tu bebé o con tus hijos más mayores. Estamos seguros de que en ese rápido repaso que has realizado te has dejado cerca de 8 actividades más. Esto es así por una razón muy sencilla: no nos damos cuenta de todo lo que llegamos a hacer, de lo que somos capaces de conseguir y la forma en que cada una de esas cosas se normalizan hasta el punto de no darles importancia.

Sin embargo, reflexiona ahora sobre todas las categorías profesionales que llegas a desempeñar en un día:

  • Niñera
  • Servicio de limpieza
  • Recadera
  • Chófer
  • Psicopedagoga
  • Enfermera
  • Cocinera
  • Nutricionista (preocupada siempre por ofrecer la mejor alimentación al niño)
  • Lavandera y planchadora
  • Contadora de cuentos
  • Dinamizadora de momentos aburridos
  • Monitora en excursiones al campo o al parque
  • Personal Shopper
  • Cuidadora de las mascotas
  • Veladora de los buenos sueños
  • Profesora

Todas estas tareas se llevan a cabo 7 días por semana, los 365 días del año y durante 24 horas al día. No hay vacaciones, ni días de permiso… Entonces, si pudiéramos cobrar un salario por ello ¿cuál sería? Steven Nelms es padre de familia y un hombre muy sensibilizado con las tareas que cada día cumple su pareja. Tanto es así, que no dudó en hacer ese recuento para dar una cifra exacta: 73.960 dólares al año (unos 67. 950 euros).

Su informe se convirtió en viral, y se publicó bajo el lema “WE ARE GLORY“, haciendo así un pequeño homenaje a su esposa.

madre que baña a sus hijos y que no gana un sueldo

No hay salario porque ganamos la mejor recompensa del mundo

Tanto las madres como los padres que deciden quedarse en casa para criar a uno o a varios hijos, no sienten que están perdiendo dinero, ni desperdiciando una época de sus vidas. Al contrario, gran parte de ellos tienen la seguridad de que están viviendo el mejor momento y que cada instante dedicado a sus pequeños, les recompensa de forma muy significativa.

Todos somos conscientes de que nuestra sociedad no ofrece facilidades para la conciliación, que los horarios de trabajo no son respetuosos ni lógicos para poder criar a un hijo como uno desearía. Por ello, si la situación personal de una familia da para que uno de los dos pueda -si así lo quiere- quedarse en casa, es una respuesta que satisface porque con ello se pueden conseguir varias cosas.

La primera es que los niños se críen con la cercanía constante de un padre o una madre en esos primeros años esenciales para el desarrollo psicológico y emocional de los pequeños. La segunda es poder construir un vínculo más intenso y saludable con los hijos.


A su vez, y no menos importante, quienes dan el paso hacia esta opción deben recibir un mayor reconocimiento. Solo una madre o un padre que dedica las 24 horas del día a la crianza, sabe lo que cuesta mantener la mente despejada, el cansancio guardado en un bolsillo y la falta de sueño escondida en un pequeño cajón.
Quien lo da todo a cambio de la sonrisa y el bienestar de un hijo merece sin duda nuestro mayor respeto, porque pocas tareas pueden ser más importantes a la vez que maravillosas.

Bibliografía

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  • Marrone, M., Diamond, N., Juri, L., & Bleichmar, H. (2001). La teoría del apego: un enfoque actual. Madrid: Psimática.
  • Moneta, M. (2003). El Apego. Aspectos clínicos y psicobiológicos de la díada madre-hijo. Santiago: Cuatro Vientos
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