La pérdida de peso durante la lactancia

Una alimentación equilibrada, saludable, nutritiva y con suficiente energía, es la más adecuada para adelgazar de forma paulatina en la lactancia.
La pérdida de peso durante la lactancia

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 22 febrero, 2023

La recuperación del peso que se tenía antes del embarazo suele preocupar a muchas mujeres. Por este motivo, es habitual consultar acerca de la pérdida de peso durante la lactancia.   

Sin embargo, los expertos avisan que adelgazar de forma rápida puede ser perjudicial en este momento de la vida. Por lo tanto, no es aconsejable tomar medicamentos o suplementos ni tampoco hacer dietas drásticas (a no ser que lo aconseje el médico).

Si deseas conocer más acerca de cómo se relacionan la lactancia materna y la pérdida de peso y algunos consejos de alimentación para que esto suceda, te animamos a seguir leyendo el artículo.

La pérdida de peso en la lactancia y el postparto

Durante el embarazo se produce un aumento de peso, tal y como señalan los expertos de MedlinePlus. Este cambia mucho de una mujer a otra; ya que depende de su punto de partida (edad, peso inicial, gestación gemelar, etc.).

Este alimento adicional que necesitan las futuras madres se explica por al aumento del tamaño del útero, del tejido mamario o del volumen de sangre, como bien corrobora un estudio publicado por la Universidad de Cantabria. En el último trimestre, se dedica a obtener reservas de energía y nutrientes para el momento de la lactancia.

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Una parte de este peso se pierde después de dar a luz. Para el resto de kilos, se aconseja poner objetivos a largo plazo. Hay que tener en cuenta que la mayoría de mujeres recupera su estado antes de la gestación en un período de 6 a 12 meses.

Como se observa en esta publicación de Nutrición Hospitalaria, entre los múltiples beneficios que ofrece la lactancia materna se cita de forma específica la recuperación del peso previo al embarazo.



La pérdida de peso en el periodo de lactancia

Una parte del aumento del peso en el embarazo es debido a la reserva de energía y nutrientes para la futura alimentación del bebé. Durante este período, la producción de leche representa un gasto energético adicional de unas 400 o 500 calorías al día. Así lo señalan los especialistas de la Academia Americana de Nutrición y Dietética.

También destacan que una parte de este extra energético proviene de la dieta. El resto lo suministran las reservas acumuladas en el embarazo. De este modo, es posible bajar entre 1 kilo y 1 kilo y medio al mes (de manera aproximada). 

Por lo tanto, la pérdida de peso en la lactancia es algo que ocurre de forma natural y no es necesario hacer dietas especiales para lograrlo. Al contrario, como indican desde la Asociación Española de Pediatría, la alimentación de las madres lactantes debe aportar, al menos, 1.800 calorías diarias (aunque esto también depende de la estatura y el peso de la mujer). Lo que está claro es que sin las calorías necesarias no se asegura el adecuado aporte de nutrientes para amamantar al bebé y mantener la salud materna.

De no ser así, pueden aparecer efectos negativos como cansancio y disminución de la cantidad de leche producida. No obstante, hay que tener en cuenta que cada mujer es diferente y no todos los cuerpos reaccionan igual. De hecho, como ya te hemos comentado, existen otros factores (como el peso antes del embarazo, la dieta durante la lactancia o el descanso), que van a influir en el proceso de adelgazamiento.

¿Cómo debe ser la dieta durante la lactancia?

Antes de empezar a pensar en cómo comer para lograr el peso de antes del embarazo, es importante resaltar que, en este momento, lo prioritario son la salud y el bienestar de la madre y el bebé.

madre amamantando a su bebe

Existen algunas recomendaciones que se pueden hacer de forma general para asegurar que la dieta es adecuada, tal y como señalan los especialistas de la Biblioteca Nacional de Medicina:

  • Aumentar la ingesta calórica: en este período, las mujeres que dan el pecho necesitan comer más que antes de quedar embarazadas. Una parte de esta energía se requiere para producir la leche. Se calcula que son necesarias unas 500 calorías más al día, según la Fundación Española de Nutrición (FEN). Por lo tanto, las ingestas aproximadas están alrededor de las 2.200 a las 2.700 calorías por día, según el grado de actividad física.
  • Comer alimentos saludables: la alimentación tiene que basarse en productos sanos y nutritivos: frutas, verduras, legumbres, aceite de oliva, granos integrales, huevos, pescado, etc.
  • Evitar las bebidas refrescantes, los jugos de frutas, la bollería o la comida rápida (aparte de los alimentos no recomendados durante la lactancia materna).
  • Repartir las tomas a lo largo de 4 o 5 comidas diarias. No es recomendable saltarse ninguna de ellas para garantizar el aporte de energía y evitar la aparición de fatiga.
  • Asegurar una hidratación correcta.
  • Hacer actividad física, en la medida de lo posible, y descansar las horas suficientes.

Si una vez pasados los primeros meses, la pérdida de peso en la lactancia no es la esperada o no se produce, lo más recomendable es acudir a un especialista para buscar un plan adecuado.

Si bien no es un tema prioritario en este momento, algunas mujeres presentan dificultades para adelgazar. Y, como se observa en esta revisión de estudios Cochrane, esto puede repercutir en un mayor riesgo de padecer obesidad en el futuro.



Claves sobre la lactancia y la pérdida de peso

No hay dudas de que los beneficios de la lactancia materna son múltiples, tanto para la madre como para el bebé. Entre ellos, se encuentra la posibilidad de recuperar (de manera paulatina) el peso ganado en el embarazo.  

Sin embargo, hay que recordar que una dieta insuficiente puede ser perjudicial. El cuerpo utiliza una parte de las reservas para la producción de leche; por lo que es posible adelgazar sin «estar a dieta». Además, ante cualquier duda, lo mejor es acudir a un especialista para que realice una guía alimentaria adecuada a los intereses propios. 

Las mujeres gestantes ganan peso a lo largo de 9 meses, por lo que no conviene forzar a que este desaparezca en poco tiempo.


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