Aumento de peso en el embarazo
El aumento de peso durante el embarazo es un fenómeno común y evidente: los bebés crecen constantemente y, con ello, el peso de la madre. De hecho, al contrario de lo que se suele creer, en condiciones normales es escaso el crecimiento del tejido adiposo de la madre respecto al crecimiento del bebé.
En los nueves meses que puede durar un embarazo, la ganancia de peso no debería exceder los 18 kilogramos en madres delgadas (según su índice de masa corporal) antes del embarazo. Por desgracia, existen ciertos factores que aumentan el riesgo de sobrepeso y obesidad durante esta etapa.
Esto aumenta de forma considerable el riesgo de enfermedades metabólicas y cardiovasculares que influyen sobre el correcto desarrollo del embarazo.
¿Cuánto debería ser el aumento de peso en el embarazo?
Según una publicación de la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU., el aumento de peso depende mucho de la situación previa de la madre. De forma genérica, el aumento total debe ser de entre 11 y 16 kilogramos en un embarazo en el que el bebé nazca a término (por encima de las 37 semanas).
Como el aumento de peso depende principalmente del desarrollo del bebé y no de la grasa abdominal de la madre -como suele creerse de forma errónea-, es evidente que en el primer trimestre el aumento será más significativo. Los tejidos del futuro bebé pasarán por un proceso llamado hiperplasia, en el que sus células se multiplicarán.
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¿Qué factores influyen?
El peso que haya tenido la madre justo antes de iniciarse el embarazo es un predictor de lo que “debería” ser la ganancia en los próximos meses. Para esto, los profesionales de la salud toman en cuenta el índice de masa corporal (IMC). A pesar de estar en desuso por parte de los nutricionistas por no aportar información tan exacta, sigue siendo útil en este caso.
Mientras más bajo haya sido el IMC de la madre, mayor debería ser el aumento de peso durante el embarazo. Así, según la publicación antes citada, una madre con sobrepeso no suele aumentar más de 11 kilogramos, mientras que una con bajo peso debería aumentar hasta 18 kilogramos.
La alimentación también juega un papel fundamental. Los hábitos que, por lo general, se relacionan con el aumento de peso en cualquier persona -dietas hipercalóricas basadas en alimentos ultraprocesados como la comida chatarra- también influyen en las embarazadas.
Todos estos cambios son comunes durante el embarazo, por lo que requieren mención aparte las patologías que cursan con aumento de peso. El hipotiroidismo es una de ellas y también puede generar efectos nocivos en el desarrollo del sistema nervioso del bebé.
¿El aumento de peso puede resultar peligroso?
Sí, pero esto solo ocurre cuando el aumento supera los límites antes establecidos. Según este estudio de revisión científica (2013), esto puede generar aumentar el riesgo de padecer las siguientes condiciones:
- Hipertensión arterial.
- Diabetes mellitus.
- Trombosis.
- Infecciones urinarias.
Todas estas patologías aumentan el riesgo de complicaciones obstétricas, que pueden incluir desde el retraso del crecimiento intrauterino (RCIU) hasta abortos. Por tal motivo, las madres con un aumento exagerado de peso pueden ser diagnosticadas con un alto riesgo de padecer complicaciones, lo que haría necesario un control prenatal especializado.
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¿Qué puedo hacer para evitar el exceso de aumento de peso?
Esta situación puede estar influenciada por varios motivos, como genética, mala alimentación y enfermedades previas. La mejor manera de controlar el aumento de peso es mediante un control prenatal adecuado con un obstetra y seguir pautas de alimentación saludables. Respecto a esto último, algunas recomendaciones válidas son las siguientes:
- En vez de merendar alimentos procesados (como golosinas), comer una fruta.
- Consumir abundante agua.
- Evitar las bebidas azucaradas.
- Disminuir el consumo de frituras.
Evitar el sedentarismo también es importante. Si bien las actividades deportivas de alto impacto pueden aumentar el riesgo de sufrir traumatismos locales, en general, la mayoría de los ejercicios de leve o moderada intensidad pueden hacerse durante el embarazo. No obstante, ante la duda, ¡consulta con tu médico!
El embarazo es el mejor momento para cuidarse
Sabemos que a veces este aumento de peso no puede controlarse, ya que puede corresponderse con una predisposición genética que se escapa de las manos. A pesar de ello, deben extremarse los cuidados personales, por lo que acudir de forma temprana a una consulta prenatal es la mejor opción. Recuerda que la salud de tu bebé también depende de ti.
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- Gómez A, et al. Cambios anatómicos y fisiológicos del embarazo: sus implicancias anestesiológicas. Rev Arg Anest 2000;58(6):339-344.