La búsqueda de la identidad en la adolescencia

Establecer una identidad personal es la tarea principal durante la etapa adolescente.
La búsqueda de la identidad en la adolescencia
Natalia Cobos Serrano

Escrito y verificado por la educadora social Natalia Cobos Serrano.

Última actualización: 11 septiembre, 2022

La adolescencia se caracteriza por ser un periodo reservado a la reflexión sobre uno mismo. El adolescente se pregunta quién es y lo que puede llegar a hacer en la vida. Sin duda, la búsqueda de la identidad en la adolescencia es una de las tareas más importantes del ciclo vital, y es la principal durante este periodo en concreto.

La identidad en la adolescencia, una etapa de cambios

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la adolescencia como el periodo que va desde los 10 a los 19 años; en el que se originan una serie de cambios biológicos y psíquicos que culminan en el paso de la niñez a la etapa adulta. Es decir, se trata de una etapa de transición: el individuo ya no es un niño, pero tampoco adulto.

Por su parte, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) entiende que la adolescencia es una etapa compleja y que puede, a su vez, subdividirse en la adolescencia temprana y tardía.

En la temprana, de los 10 a los 14 años, se producirían los cambios más llamativos, los biológicos; mientras que en la tardía, de los 15 a los 19, se desarrolla la capacidad del pensamiento analítico y reflexivo. No obstante, es en este último período en el que surge con más frecuencia el consumo de alcohol y drogas.

“A menudo las personas dicen que aún no se han encontrado a sí mismas. Pero el sí mismo no es algo que uno encuentra, sino algo que uno crea”.

-Thomas Szasz-



La adolescencia es un hecho sociocultural

Las corrientes antropológicas y psicológicas y, en general, las ciencias sociales, consideran que la adolescencia no es un hecho universal (a diferencia de lo que se denomina pubertad). La adolescencia es un concepto joven que se ha conformado a raíz del prolongamiento de la convivencia de hijos y padres.

La búsqueda de la identidad en la adolescencia.

Debido a la importancia que se ha otorgado a la educación y formación del individuo, la vida en familia se prolonga y, con ello, se ha retrasado la independencia económica y personal. 

No obstante, esto no ocurre en todas las culturas. En algunas partes del mundo, muchos niños tienen que empezar a trabajar a temprana edad. De esta forma, acceden directamente a lo que es el mundo de los adultos, sin opción de disfrutar de la adolescencia.

La búsqueda de la identidad en la adolescencia como tarea vital

De acuerdo a la teoría del desarrollo psicosocial de Erikson Homburger, según la cual la personalidad se desarrollaría por etapas, la adolescencia corresponde con la conformación de la identidad. El psicólogo alemán llamó a esta etapa “búsqueda de la identidad vs. dispersión o confusión de roles”, y coincide con la crisis de la adolescencia.

La tarea principal de la adolescencia consiste en que el adolescente adquiera un compromiso de identidad del yo y, en consecuencia, un aumento de confianza en su autoconcepto. El adolescente necesita confirmar que la manera de verse a sí mismo tiene continuidad con el pasado y que, además, encaja con la percepción que tienen los demás de él.

Sin embargo, si el adolescente no logra esto, puede encontrarse al otro lado de la balanza y sufrir dispersión del rol. Durante la adolescencia, esta lucha interna de no saber realmente quiénes somos y de no saber si lo que nosotros creemos que somos encaja con la opinión de los otros, puede originar severos trastornos de ansiedad.

Factores influyentes en la búsqueda de identidad en la adolescencia

Por supuesto, en la búsqueda de la identidad influyen diversos factores:

En palabras de Erikson el joven adulto adquiere s entido de su continuidad interna y de su identidad social, al unir lo que fue de niño y lo que está por llegar a ser, reconciliando su concepto de sí con el reconocimiento que la comunidad hace de él.

S egún el ciclo vital propuesto por este autor, la adolescencia supone la superación de cuatro etapas previas: La infancia, tras lograr la confianza. En la niñez temprana, la autonomía. En la edad del juego, la iniciativa. Y en la edad escolar, la laboriosidad y la competencia.

La autoestima y una imagen de sí mismo congruente con la experiencia, afirman la identidad propia en el adolescente. Al contrario, la confusión de papeles o de roles impide que el joven consolide una identidad pasando de una a otra sin percibir algún objetivo o continuidad de fondo.

Entre los factores que actúan en la búsqueda de la identidad en la adolescencia, se encontrarían:

La dimensión comunitaria

La identidad del adolescente se crea a partir de lo que le es propio o inherente. Incluye fenotipo, talentos, aspectos de su temperamento, elecciones que hace, como por ejemplo, ofertas de trabajo, de estudio, amistades. Entendiendo que ese encuentro entre lo propio y el entorno ocurre en un marco cultural e histórico específico.

La dinámica del conflicto

El camino de la construcción de la identidad en el adolescente está compuesto de altibajos. De la euforia puede llegar al desánimo e incluso al abatimiento. En realidad, todo lo vive con particular intensidad y como si se tratara de una ruleta de emociones.

El período evolutivo personal

Cada persona tiene una línea de evolución distinta, única y particular, que responde a factores biológicos, psicológicos y sociales.

Los modelos recibidos

Nadie se desarrolla de manera aislada. Los primeros modelos los ofrece el entorno familiar, pero apenas iniciada la socialización la persona se cruzará con ejemplos o figuras que se constituirán en referentes. 

Los aspectos psicohistóricos

Toda época supone un conjunto de elementos que después serán interpretados en términos históricos. El hecho es que los sujetos que viven estos acontecimientos serán influidos por el ambiente general y sus personalidades estarán determinadas por su influencia. Sobre todo en una época como la nuestra, cuando los modelos a imitar o a seguir se multiplican de manera exponencial a través de las redes y los medios de comunicación.

A esto se suman hechos que dejan baches en el fluido identitario, por ejemplo:

  • Incertidumbre provocada por hechos nuevos inusitados.
  • Ansiedad ante la irrupción de paradigmas que sacuden las viejas creencias.
  • Temor ante un horizonte que no ofrece asidero.

La historia personal

Serán determinantes en la construcción de la identidad del adolescente hechos como la migración, la pérdida de seres queridos, las dificultades económicas y el maltrato o abuso.

Niveles en la conformación de la identidad

Por su parte, el psicólogo James Marcia, en su teoría de los estados de la identidad, definió cuatro niveles en la conformación de la identidad de acuerdo a la presencia o ausencia de compromiso o crisis:

  • Logro de identidad. A pesar de la crisis que ha sufrido para encontrar su identidad, finalmente expresa un compromiso con las decisiones que ha tomado, confirmando dicha identidad.
  • Exclusión. Se compromete con su identidad personal, pero no ha sufrido dificultades (es decir, crisis), ya que ha construido dicha identidad a través de las elecciones de los demás.
  • Confusión de identidad. No se produce un compromiso, es decir, el adolescente no encuentra ni acepta una identidad, y no se propone metas, por lo que tampoco hay crisis.
  • Moratoria. Aún no ha encontrado un compromiso, a pesar de la crisis que está sufriendo, aunque está enfocado en solucionarlo.

La implicación de los padres en la búsqueda de la identidad en la adolescencia

Con frecuencia, la literatura y el cine nos han mostrado la eterna rivalidad del adolescente con sus padres, siendo las razones de la rebeldía el exceso de límites o, incluso, la posible represión de su forma de ser.

La búsqueda de la identidad en la adolescencia.

No obstante, desde las ciencias sociales se cree que los padres pueden jugar un papel muy favorable a la hora de la conformación de la identidad del adolescente. Por ejemplo, el hecho de que los padres acepten los cuestionamientos que les realizan sus hijos adolescentes y se muestren flexibles ante los cambios que experimentan, facilitaría esta etapa de transición.



La conformación de la identidad: clave para la adaptación social

De acuerdo al psicólogo David Shaffer, establecer una identidad es fundamental para el desarrollo de la personalidad y, finalmente, para aprender conductas adaptativas. Por lo tanto, aquellos adolescentes que adquieran una identidad, se adaptarán mejor a las situaciones sociales, desarrollarán autoconfianza, se relacionarán mejor y tendrán menos problemas de conducta.

Para los adolescentes, decidir qué estudios y qué profesión escoger y, finalmente, qué camino seguir en la vida, genera, sin duda, gran incertidumbre. En definitiva, las elecciones y decisiones que tomamos conforman el modo en que nos perciben. Y es que, nuestra identidad se consolida no solo a través de nuestro autoconcepto, sino también por cómo nos ven los demás.

Por ello, los adolescentes deben saber conocerse a sí mismos y, así, descubrir lo que les gusta, sus intereses, sus deseos, su forma de estar en el mundo para, en definitiva, conformar su identidad.


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