¿Cómo afecta el alcoholismo materno a los hijos?

¿Cómo les afecta a los menores crecer en un hogar en el que su principal referente sufre problemas de adicción al alcohol? Descúbrelo a continuación.

Niño asustado por el alcoholismo materno.

La familia es el principal agente de socialización en la infancia. Es la institución encargada de velar por el bienestar del menor y de transmitirle los conocimientos y valores necesarios para su desarrollo. Por lo mismo, la presencia de adicciones en el seno familiar afecta de forma importante a los menores.

Pero estas consecuencias se agravan cuando es la madre quien las padece, dado que ella es la principal figura de apego para el niño. Por ello, hoy vamos a explorar cómo afecta el alcoholismo materno a los hijos.

El alcohol está totalmente aceptado y normalizado en nuestra sociedad. Sin embargo, esta sustancia puede llegar a generar una fuerte dependencia de la que resulta difícil salir. Y es que, pese a que el alcoholismo en mujeres sea menos visible y conocido que en hombres, existe y afecta a un importante porcentaje de la población.

Así, cuando la mujer tiene menores a su cargo, estos sufren indirectamente los efectos negativos de la adicción de diversas maneras.

¿Cómo afecta el alcoholismo materno a los hijos?

Madre embarazada bebiendo alcohol.

Síndrome alcohólico fetal

El alcoholismo materno comienza a afectar a los hijos incluso antes de que nazcan. Y es que se ha descrito una serie de importantes consecuencias derivadas del consumo excesivo o regular de alcohol durante el embarazo.

El denominado síndrome de alcoholismo fetal aumenta el riesgo de parto prematuro y de bajo peso al nacer. Los niños que lo padecen suelen presentar, además, rasgos faciales característicos que se van suavizando con el crecimiento.

Por otro lado, este síndrome también puede dar lugar a cuadros de diferente severidad, como epilepsia, déficit de atención, autismo, retraso mental y trastornos del desarrollo. Funciones como el lenguaje, la memoria o las habilidades matemáticas pueden verse seriamente comprometidas; pero, además, se incrementan las posibilidades de padecer trastornos de personalidad, problemas de socialización y de conducta.

Negligencia

Gran parte de las dificultades que presentan las familias con uno de los progenitores alcohólicos derivan de la negligencia en el cuidado de los menores. El alcoholismo materno lleva a la mujer a no encontrarse en condiciones óptimas para atender a sus hijos. Así, es posible que falten recursos económicos, que se caiga en conductas irresponsables o incluso en abusos y maltrato.

Los niños necesitan padres presentes, disponibles física y emocionalmente y capaces de actuar como adultos confiables. Algo que no sucede cuando las capacidades cognitivas y de toma de decisiones se ven comprometidas por el alcoholismo o cuando las prioridades giran en torno a esta sustancia.

Mal ejemplo

Asimismo, una de las consecuencias más negativas relacionadas con el abuso de alcohol por parte de la madre es el inadecuado ejemplo que ofrece. Los progenitores son los principales referentes de los que el niño aprende a pensar, sentir y comportarse. Por observación e imitación, los menores copian y adquieren las estrategias y reacciones de sus padres.

Así, una madre con un problema de dependencia estará modelando actitudes inadecuadas, no solo por el propio consumo de alcohol, sino por su modo de hacer frente a los obstáculos. Por lo general, la adicción surge para aliviar un malestar psicológico o emocional que no sabe afrontarse de otro modo, y esto es lo que integrarán los menores.

De esta manera, además del componente genético y hereditario, el aspecto ambiental y el de crianza también contribuyen a incrementar el riesgo de que esos niños terminen padeciendo adicciones en el futuro. Del mismo modo, es frecuente que en estos hogares se ejerza violencia de diversos tipos, algo que también calará en la personalidad del menor.Mujer bebiendo alcohol sin parar; sufre alcoholismo materno.

Las consecuencias emocionales del alcoholismo materno

Pero, además de todo lo anterior, los hijos de madres alcohólicas experimentan graves secuelas emocionales. Desde vergüenza por la condición y el comportamiento de su madre, hasta culpa por sentir que ellos son la causa del problema. La ansiedad, la ira y la desconfianza son también emociones muy comunes que dificultan el establecimiento de relaciones de amistad con los iguales.

Estos niños no solo sufren frecuentemente el abandono o el abuso, también crecen en medio de un mar de confusión. Y es que la madre alcohólica puede mostrarse amorosa e implicada en ciertos periodos y agresiva y ausente en otros.

Así, el alcoholismo materno afecta a los hijos tanto a nivel físico como cognitivo y emocional. Todas las áreas de su vida y de su personalidad se verán impactadas negativamente. Por lo mismo, es urgente poner en marcha campañas adecuadas de concienciación y prevención sobre el alcohol y otras sustancias.

Bibliografía

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