El método de la escalera para motivar a los niños

Comenzar un nuevo curso escolar puede suponer un reto para los más pequeños. Asignaturas nuevas, temarios más avanzados… En ocasiones pueden sentirse incapaces de realizar las tareas. ¿Cómo podemos ayudarlos? El método de la escalera es una técnica sencilla y divertida para aumentar su motivación y su autoestima. 

La importancia de la motivación

Es común que a la hora de enfrentarnos a un nuevo reto lo veamos demasiado lejano, complejo o inalcanzable. Esto suele suceder porque nos enfocamos en la meta final y nos frustramos, sintiéndonos incapaces y tirando la toalla.

Hay que recordar que, generalmente, dividir el camino en pequeños pasos más sencillos nos ayudará a transitarlo con calma. Y esto es precisamente lo que debemos transmitir a nuestros hijos y alumnos cuando se encuentren desmotivados.

En efecto, la motivación es una herramienta poderosa que debemos trabajar en los niños. Sin embargo, no todo vale. Si lo hacemos de forma inadecuada, el pequeño puede percibir nuestras buenas intenciones como una presión excesiva. Esto lo llevará a retraerse más aún en su propósito y permanecer en su zona de confort.

Por otro lado, si lo elogiamos en exceso o de un modo incongruente, podemos contribuir a la aparición de rasgos narcisistas o una autoestima frágil. Los elogios deben estar siempre sustentados en hechos, en logros y en acciones que el pequeño haya realizado previamente.

El método de la escalera

Los últimos avances en el área han puesto de manifiesto que las formas de motivación empleadas anteriormente no están funcionando con las nuevas generaciones. Por ello, van surgiendo herramientas con un enfoque positivo y respetuoso que podemos emplear.

La técnica de la escalera es una forma sencilla, divertida y eficaz de aumentar la motivación de los niños. Puede utilizarse tanto en casa como en la escuela, y trae numerosos beneficios al desarrollo de la personalidad de los pequeños.

¿Cómo hacerlo?

Para llevar a cabo esta manualidad necesitarás cartulinas, pinturas o rotuladores para colorear y unas tijeras. Básicamente, consiste en dibujar y recortar una escalera grande en una de las cartulinas. En la otra dibujaremos al niño, pudiendo incluso utilizar una foto de carnet para pegar en la cara del muñequito.

Es importante que el niño colabore en la manualidad, ya que de esa forma aumentaremos su implicación con la misma. Coloread al muñeco en tonos vivos y llamativos, ponedle detalles, pero sobre todo divertíos compartiendo el momento.

Una vez hecho esto, añadiremos algunas frases de motivación a cada peldaño de la escalera. Dichas afirmaciones irán de menos a más, de forma que, a medida que se avance en la escalera, se avance también en el estado emocional de motivación.

Las frases serán las siguientes:

1. No lo haré,
2. No puedo hacerlo.
3. Quizá pueda hacerlo.
4. Intentaré hacerlo.
5. Puedo hacerlo.
6. Lo haré.
7. Estoy haciéndolo.
8. ¡Lo he conseguido!

¿Cómo aplicarlo?

A continuación, debemos preguntar al niño con qué frase se siente identificado en este momento. Algunos días se encontrará en unos peldaños o en otros, pues la motivación varía según el día y la tarea a enfrentar. Pero es común que al comienzo se encuentre en la zona inferior de la escalera.

Ahora, hemos de preguntarle a qué peldaño le gustaría llegar y asegurarle que le ayudaremos a llegar hasta donde él quiera. El niño debe colocar al muñeco en el peldaño correspondiente e irlo moviendo de escalón a medida que avanza en su tarea. Este apoyo visual lo ayudará a ser más consciente de sus progresos y de su esfuerzo y se sentirá más orgulloso y confiado.

Coloca la escalera en un lugar visible de su habitación o del aula (según si lo estás empleando en casa o en la escuela), y observa cómo cada día el niño desea subir más arriba.

Beneficios del método de la escalera

• Ayuda a indentificar y gestionar las emociones. La estructura que proporciona la escalera ayuda al niño a entender su estado emocional y le proporciona unas pautas para seguir avanzando.
• Aumenta la motivación y la autoconfianza. Esta herramienta permite que el niño tenga un apoyo visual en el que plasmar sus logros, lo que le ayudará a sentirse capaz y a tener ganas de mejorar cada día.
• Culminación de las tareas. Muchas veces los pequeños se frustran al no saber qué pasos dar para llegar hasta su objetivo. Esta técnica les proporciona una guía paso a paso para alcanzar su objetivo.