Hablar con los hijos sobre temas complicados que pueden desembocar en un conflicto seguro, no solo es una tarea desesperante, sino que puede dañar seriamente vuestra relación. Saber negociar con tu hijo adolescente de un modo saludable resulta clave para forjar unas relaciones familiares sólidas y manejar con eficacia los conflictos.
¿Por qué es tan valioso negociar con tu hijo adolescente?
La negociación consiste en un proceso en el que existen dos posiciones diferentes respecto a una misma cuestión y ambas partes se interesan en llegar a un acuerdo. En dicho acuerdo tendrán que ceder y proponer propuestas en ambas direcciones.
La única negociación saludable es aquella en la que ambas partes ganan. Para asegurarte de garantizar una negociación saludable con tu hijo, es necesario que se establezcan compromisos mutuos.
De acuerdo a lo que dice Gabriel Bello, psicólogo clínico especialista en adolescentes, negociar con tu hijo es una forma de educar para la paz. Al negociar con tu hijo, se desarrolla un compromiso moral mutuo, lo que fortalecerá su madurez y tolerancia.
Beneficios de una negociación saludable
- Si tu hijo quiere expresar su opinión de la forma más razonable posible, la negociación le ayudará a pensar, detenidamente, en lo que quiere y necesita.
- La negociación fomenta indudablemente la maduración de tu hijo sobre el proceso proponer-ceder, fundamental para la vida adulta.
- Negociar con tu hijo adolescente le enseña a saber comprometerse. Esto conlleva saber responsabilizarse de las consecuencias de sus decisiones.
- Desarrollo de la empatía. La negociación le enseña a entender otros puntos de vistas y a considerar la posición del otro.
Estrategias para negociar con tu hijo adolescente
1. Prepárate para la negociación
Hablar con tu pareja o algún familiar y pedirles consejo, o poder reflexionar sobre lo que te gustaría discutir con tu hijo, te ayudará a estar lista cuando llegue el momento. También, resulta básico prepararte emocionalmente. Mantener la paciencia, mostrar empatía y tolerar la frustración resulta clave a la hora de negociar.
Es muy probable que, en ocasiones, el conflicto surja de improvisto y no haya tiempo para la preparación. No obstante, procura intentar posponer el momento para tratar el conflicto. Es muy importante que acordéis la negociación lo antes posible. De esta forma, aumentará la confianza de tu hijo en ti.
2. Voluntad de encontrar un acuerdo ganar-ganar
Según Gabriel Bello, si deseas tener éxito en la negociación, debes tener voluntad de acordar una solución. No puedes iniciar la negociación con tu hijo si vas con la idea de salirte con la tuya.
Por otro lado, Bello ahonda en la importancia de la paciencia. Es muy probable que, tras las primeras negociaciones, a tu hijo le cueste cumplir con lo acordado. Sin embargo, la clave del éxito de negociar con tu hijo adolescente se encuentra en las segundas oportunidades. Poco a poco, tu hijo irá madurando en el camino hacia la responsabilidad y el compromiso.
3. Acuerda el momento para negociar con tu hijo adolescente
Acordar de forma conjunta el lugar y el momento para la negociación, ayudará a tu hijo a prepararse mentalmente para la situación. Le dará la oportunidad de poder organizar sus ideas y poder reflexionar sobre lo que quiere.
Además, acordar la negociación tranquilizará sus emociones para cuando llegue el momento. El fracaso estará asegurado si intentamos negociar en el mismo momento, cuando el conflicto está aún caliente.
4. Hablad por turnos durante la negociación.
Hablar por turnos durante una negociación a la hora de expresar las opiniones no solo ayuda a mantener un tono calmado y relajado en la conversación, sino que es la mejor forma para poder expresar las ideas de forma clara y razonada.
Durante la negociación, pídele que te exprese si está cómodo con la conversación o, por ejemplo, qué opina sobre lo que le estás diciendo. Esto facilita que tu hijo sepa que le estás escuchando y prestando atención, y que su opinión es verdaderamente importante para ti.
5. No todo es negociable
Tu hijo adolescente debe entender desde el principio que hay asuntos que no se pueden negociar. El respeto a los miembros familiares, como son los hermanos y los padres, es una cuestión que no d cabida para la negociación.
La hora de llegada a casa, las veces que puede salir con sus amigos semanalmente, el tiempo que puede dedicar a internet, etc., son algunos ejemplos de los temas que puedes tratar con tu hijo y que, claramente, son negociables.
La negociación es la mejor opción
En definitiva, enséñale que la negociación es el mejor recurso para resolver los conflictos. Ayudarle a entender que llegar a un acuerdo y buscar una solución juntos es la forma más eficaz a la hora de enfrentarse a los conflictos.
Saber negociar de un modo saludable no solo mejorará la relación con tu hijo, sino que le dotará de una serie de habilidades muy valiosas para su futuro personal y laboral.
“Los buenos hábitos formados en la juventud marcan toda la diferencia”.
-Aristóteles-
Bibliografía
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- Bello, G. (2011). Padres con sentido común. Palibrio. Estados Unidos.