La orientación educativa hace referencia a un proceso sistemático. Dicho proceso está compuesto por una serie de conocimientos, actividades y metodologías dirigidas a los alumnos y alumnas, al resto de los actores educativos y a las familias.
¿Qué es la orientación educativa? Concepto y objetivos
Hablamos de un proceso que tiene como propósito ayudar a contribuir al desarrollo de sus tareas en el ámbito escolar. Dicho proceso está encaminado a estudiar, descubrir y promover diversos aspectos educativos, personales y sociales del estudiante. Así como ayudarlo a conocer sus posibilidades, potencialidades y limitaciones.
Dicho con otras palabras: proporcionarle las herramientas para que conozca sus capacidades cognitivas, preferencias, gustos e inclinaciones, y pueda ser consciente de la influencia de ello en su presente desarrollo educativo y social, como en su futuro desarrollo profesional y social.
Pero este proceso fundamenta una intervención psicopedagógica preventiva, general y sistemática asumida por la figura de una orientadora u orientador educativo.
Los orientadores son profesionales que llevan a cabo la aplicación de una intervención diseñada, planificada y evaluada según objetivos concretos.
Diferentes áreas de la acción orientadora
- Una orientación educativa, escolar o académica. Su objetivo debe ser adaptarse y atender las particularidades de cada individuo en función de su propio proceso de enseñanza-aprendizaje. Para lo cual, es necesaria una planificación y organización de actividades particularizadas que ayuden a desarrollar habilidades relacionadas con el autoaprendizaje y el autoestudio.
- Una orientación vocacional y profesional encargada de informar y asesorar sobre aspectos vocacionales, intereses, aptitudes y habilidades. En este sentido, se deben vincular competencias específicas con áreas concretas de oportunidades en el ámbito laboral y el desarrollo profesional.
- Una orientación de carácter humano o personal. Para asistir y prevenir los procesos y problemas psicológicos, personales e interpersonales dentro del ámbito educativo y familiar.
Para logar una acción orientada a lo personal se hace necesario trabajar con técnicas de resolución de conflictos y de gestión de las emociones. Esto podrá garantizar un óptimo futuro desarrollo laboral y social.
Principios y funciones de la orientación educativa
Para poder explicar en mayor profundidad en qué consiste la orientación educativa, debemos puntualizar algunos de los principios fundamentales sobre los que se asienta la acción orientadora. Dichos principios están desarrollados con más profundidad en Orientación Educativa: fundamentos teóricos, modelos institucionales y nuevas perspectivas (2009).
- Prevención. Se trata de preparar a la persona para evitar problemas, promocionando conductas sanas a nivel personal e interpersonal y comunicativo. Se orienta al estudiante en una buena gestión de las emociones y adopción de actitudes proactivas.
- Desarrollo. Relacionado con la capacidad de desarrollo cognitivo e intelectual acorde a los ámbitos de actuación. Se hace referencia a los procesos de maduración de las personas producto de su desarrollo vivencial.
- Intervención social. El contexto de la acción orientadora debe ser un marco de referencia a partir del cual analizar la conducta de los destinatarios para evitar conflictos y efectos negativos.
- Fortalecimiento personal. Esto debe ser una consecuencia de la acción orientadora. Con ello se debería poder desarrollar un pensamiento y conocimiento crítico.
¿En qué consiste la orientación educativa?
Ahora bien, son los principios que hemos mencionado los que le otorgan un sentido específico a la orientación educativa. Dicha orientación consiste en desarrollar funciones concretas tales como: guiar, ayudar, capacitar, acompañar, prevenir, informar, asesorar, fortalecer, motivar, planificar, organizar, diseñar, programar, evaluar, diagnosticar.
Pero dichas funciones se desarrollan sobre problemas relacionados con los procesos de enseñanza-aprendizaje, procesos de adaptación, inserción laboral, relaciones interpersonales con los compañeros del centro educativo o con las familias.
Asimismo, estas funciones van unidas a la necesidad de una intervención orientadora para prevenir conductas de riesgo como drogodependencias y el alcohol, embarazos no deseados, violencia de género, etc.
La complejidad de estas funciones radica en que quienes las asumen son profesionales capaces de trabajar con una yuxtaposición de circunstancias, factores y elementos que deben ser atendidos desde conocimientos específicos.
Quienes poseen estos conocimientos son los orientadores educativos con una formación superior en pedagogía o psicología, y que trabajan en los Departamentos de Orientación de los centros educativos.
A su vez, dichos profesionales son ayudados también por otros provenientes de áreas como la psicopedagogía, pedagogía terapéutica, la especialidad de audición y el lenguaje, entre otros.
Conclusión
Para finalizar, podríamos entonces decir que la orientación educativa debe implicar y trabajar a partir de la colaboración conjunta de todos los profesionales de la educación, de las familias y de los mismos estudiantes.
En definitiva: un óptimo proceso de orientación educativa busca asegurar una formación integral del alumnado, considerando su diversidad y atendiendo de forma personalizada y contextualizada a sus necesidades específicas.
Bibliografía
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- Laguna Parras, A., Madrigal Martínez, A., Duarte Redondo, S., Vale Vasconcelos, P., Navarro Ascencio, E. (2009). Orientación educativa: fundamentos teóricos, modelos institucionales y nuevas perspectivas. CIDE.
- Orientación educativa. Redined. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. http://ntic.educacion.es/w3/recursos2/orientacion/