Hiperactividad en adolescentes

¿Con cuánta frecuencia debes decirle a tu hijo adolescente que se calme? Analizar este asunto te permitirá ver si tu hijo sufre de un trastorno de hiperactividad. Esta es una condición que comienza en la infancia, pero, en adolescentes, es más común de lo esperado: el 70% de los niños la manifiesta también en esa etapa.

Hay muchos adolescentes que sufren trastornos por déficit de atención e hiperactividad pero que nunca les ha sido diagnosticado.

Para nadie es un secreto que la adolescencia es la etapa más difícil en el desarrollo humano. Allí, se comienza a actuar de forma más independiente y se asumen mayores responsabilidades. En medio de todo esto, ¿cómo influye la hiperactividad en adolescentes?

Tu hijo podría asumir todas estas nuevas tareas de forma valiente y correcta, pero también en otras se equivocará y tratará de huir. Ese incremento de exigencias puede ocasionar hiperactividad en adolescentes, y también cierta tensión que no saben cómo canalizar.

Las dificultades de experimentar hiperactividad

Si tu hijo manifestó síntomas de hiperactividad desde la infancia, es muy probable que, con las nuevas responsabilidades que asume al crecer, comience a experimentar una serie de dificultades. Entre ellas se incluyen ansiedad social, preocupación por su apariencia y hasta ciertas conductas de riesgo.

Incluso, si el ambiente familiar es nocivo, puede afectarlo en sus relaciones interpersonales. La razón será que baja su autoestima y se desarrollan así problemas emocionales.

Por lo tanto, se verá afectada su capacidad de gestionar y reaccionar ante las emociones y creará alrededor de sí mismo una hiperactividad a veces conflictiva; es común que el joven se muestre mostrándose frustrado e irritable.

Síntomas de hiperactividad en adolescentes

Se han descifrado por lo menos tres tipos de reacciones comunes de la hiperactividad en adolescentes. Las enumeramos a continuación:

Desatención

Habitualmente, se nota por la dificultad para que el joven mantenga la concentración en una conversación, o quizás para ver una película o culminar una actividad.

Esta situación es una de las más problemáticas, pues afecta el rendimiento del adolescente, debido a que suelen evitar realizar tareas que requieran un esfuerzo mental extendido. Con facilidad, se desmotivan y dejan de hacer lo que habían iniciado.

La hiperactividad en adolescentes puede causar discusiones en la familia.

Hiperactividad

Esto no debe confundirse con una sensación de inquietud interior o falta de coordinación motora, sino con la dificultad para permanecer quieto durante un espacio de tiempo prolongado. Se empieza a manifestar cierto comportamiento que denota ansiedad, como comerse las uñas, dar toquecitos a la mesa de forma continua, tocarse el cabello, entre otros.

Impulsividad

La reacción habitual es la de interrumpir, y puede llegar hasta a ofender o invadir el espacio de los demás. Por estas razones, se les suele tratar de mal educados o impacientes.

Cómo afrontar la hiperactividad en adolescentes

Lo primero que deben hacer los padres es reconocer si existe hiperactividad en adolescentes. Esta condición se le conoce como trastorno por déficit de atención.

Si tu hijo adolescente ya dio síntomas de padecerla, será más que necesario que se aborde el asunto desde varios ámbitos. Padres, educadores, pediatras, psiquiatras y terapeutas deben conjugar esfuerzos para que el joven logre canalizar lo que siente y experimenta.

¿Cuál es la razón de darle la atención que merece? En esta etapa de la adolescencia, tu hijo es más vulnerable a adoptar conductas potencialmente peligrosas derivadas de la hiperactividad en adolescentes.

Recuerda que se encuentra en una búsqueda de la aceptación de otros como proceso natural de su crecimiento; si no la consigue por alguna frustración, se podría desencadenar en él cierta conducta nociva.

Todo esto puede hundirlo en mayores problemas al tratar de drenar lo que siente; también podría demostrar de forma temeraria que sí es capaz de lograr algo que se propone.

“La desatención por hiperactividad produce dificultad para mantener la concentración en una conversación u otra actividad. Esta situación es una de las más problemáticas, pues afecta el rendimiento del adolescente”

Ayudas para un adolescente con hiperactividad

Hay varias sugerencias que pueden ayudarte a manejar la situación con tu hijo. Por ejemplo, podrías:

  • Identificar qué es lo que realmente le gusta hacer; quizás le agrade practicar algún deporte u otra actividad.
  • Establecer reglas claras: debes proponer incentivos, pero también castigos.
  • Asignar responsabilidades definidas, tales como recoger su habitación.
  • Expresar palabras de encomio para mantener la autoestima.

La autoestima y la comunicación pueden verse afectadas por la hiperactividad en adolescentes.

Una decisión con el motivo correcto

Hay muchos adolescentes que sufren trastornos por déficit de atención e hiperactividad pero que nunca les ha sido diagnosticado. Por este motivo, algunos son víctimas de constantes reproches y experimentan un profundo malestar.

Con esto, queremos resaltar que esto es un problema real; no puede pasar desapercibido ni tampoco has de pensar que tu hijo solo expresa rebeldía.

Incluso, puede haber condicionantes médicos que lleven a la hiperactividad en adolescentes, tales como factores hereditarios y alteraciones del sistema nervioso central. También los problemas de la glándula tiroides, los altos niveles de plomo en la sangre o la ingesta de algún alimento.

Llevar una vida armoniosa puede representar un verdadero desafío para tu hijo adolescente si sufre de hiperactividad. El trabajo mancomunado para sacar y descubrir su potencial será su mejor aliado para trazarse metas y llevar una vida lo más normal posible.

Bibliografía

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